Rompiendo las Reglas✔

Capítulo 10:

Propuestas indecentes:

Las amigas ingresan a la mansión radiante de alegría recibidas por el clima a fiesta que se desata en el lugar.

Hitan y Dylan siguen en el piso de arriba bebiendo con los ojos puestos en las personas recién llegadas que reciben el caluroso saludo de sus hermanos.

— Anna me dijo que son muy cercanos— habla Dylan.

—¿cercanos?.

– Alex y John no perdieron el tiempo y creo que Noha está en el mismo camino.

Hitan deja escapar una risa, – dentro de tantas aventuras de los mellizos encierran a adolescentes— se termina su trago, — ¿te traigo más?— antes de que su hermano pudiera responder, le arrebata el vaso y baja las escaleras en busca de un nuevo trago.

— menuda fiestita— rie Gemma.

Alex se acerca al oído de Emma, – te extrañe-

La joven solo sonríe tímidamente.

— Ho rayos necesito un trago, ven— Megan gala a Anna con ella fuera de la ronda de enamorados.

Se hacen pasos entre la ola de personas que están apretadas bailando, con Megan al frente, Anna intenta seguirle el paso pero antes de poder atravesar la puerta de la cocina puede ver por el rodillo del ojo a Andrés. Inmediatamente para sus pasos para comprobar la veracidad en su visión pero Andrés ya está frente a ella con una sonrisa de la más amistosa.

— hola— chocan las puntas de sus zapatos,

— ¿qué haces aquí?— da un paso atrás.

— me invitaron a una fiesta de los hermanos Lawrence y solo vine pensando que estarías aquí.

La joven rodea los ojos y con fastidio trata de alejarse pero el joven la toma de la mano,

–¿por un minuto puedes escucharme?

Anna niega rotundamente y se safa de la mano de su ex desapareciendo por el pasillo que termina en una puerta deslizable donde entra en el despacho del señor Lawrence.

Se queda parada allí mirando todo lo que tiene al frente, su cabeza le dice que salga de allí pero opta por caminar por el amplio lugar. Pasa sus dedos sobre las portadas de los libros que están muy bien ordenados sobre un estante, hasta que llega al escritorio donde ve un plano sobre el mismo, se inclina más para ver cada detalle cuando escucha que alguien garraspea. Inmediatamente se reincorpora viendo a Dylan con los brazos cruzados y una sonrisa de lado.

— entre las habitaciones prohibidas, esta era la primera— camina en dirección a la joven.

— oh lo siento...

— era broma— sonríe inocentemente,
—¿escapabas de Andrés?

La joven desvía su mirada hacia los libros y se acerca a ellos, —bonitos.

— todos de arquitectura— Dylan se coloca delante de ella, — Anna, lo que paso hoy...

—no importa— interrumpe, — parece que Andrés formará parte de mi vida siempre.

— no tiene que ser asi.

La joven se encoje de hombros dibujando círculos sobre los libros baja la atenta mirada de Dylan.

—¿fue tu primer amor?

Anna le devuelve una mirada inquietante por tal pregunta.

—así es, ya sabes, esos amores.