Rompiendo las Reglas✔

Capítulo 11:

"Lo que quieras"

Dylan recibió la visita de Hitan el cual le trajo un par de planos, pero es casi imposible que la conversación de trabajo no se desvíe hacia otro tema en particular.

—te invitaría a una cena mañana pero...

— te entiendo— salta Dylan con una sonrisa de lado, —privacidad...

— no me mudare con Violetta— suelta.

— ¿ha?— el joven arquea una ceja.

— nos tomaremos un tiempo.

—a otros con ese cuento Hitan, soy tu hermano.

— lo sé– el joven larga un pesado suspiro,
— a veces quisiera ser una pequeña hormiga sobre el hombro de Violetta y saber todo lo que hace

— desconfías que...

— no, no— se acerca al gran ventanal que le muestra a la ciudad a sus pies,
– solo creo que no es tiempo de vivir juntos aún. Siempre estoy trabajando y ella... también.

Dylan se acomoda al lado de su hermano,
— ¿quieres un consejo de tu hermano mayor?

— claro.

—Violetta no es la única mujer sobre la faz de la tierra. No permitas que tu relación se vuelva algo cotidiano, absorbente.

El joven se voltea con una actuada sonrisa,
—¿ahora me dejas darte un consejo?

— claro.

— Anna no es la única mujer sobre la faz de tierra.

— ¿de qué hablas?

— ya hace tiempo que no abandonas sus temas, hablas de ella y casi te peleas con su ex.

Dylan se encoje levemente de hombros regresando al plano,
— seguimos.

— ajá— su hermano niega con una sonrisa en su rostro...

La tarde promete demaciadas cosas, más cuando hay reuniones planeadas.

Por un lado Gemma es recogida por Noha tomándola por total sorpresa, pero esta vez no opta por ir a Conat.

—se que dije Conat pero...— Gemma se muerde el labio, – mañana tengo una cena familiar y necesito ir a retirar un vestido que me encargo mi madre- rodea los ojos.

— ¿me quieres llevar de compras?— rie Noha.

— no, es sólo un minuto.

— por mi esta bien, podría ayudarte con el cierre.

El comentario toma por sorpresa a Gemma que no puede reaccionar de otra manera más que sonriéndo.
Muy pronto llegan a la tienda " Magda", la cual tiene a sus clientes dispersos por el lugar, todas mujeres que deboran con la mirada al joven hijo de William Lawrence, millonario y soltero.

— Gemma— saluda la mujer que esta detrás del mostrador la cual también le hecha un vistazo a Noha. — hermosa elección— le entrega el vestido bordo pero los ojos de Gemma brillan cuando ve a ese cierre en la espalda.

—gracias— dice sin poder evitar sonreír.

La joven jala a Noha frente al probador donde él toma asiento en uno de los puf blancos mientras que ella ingresa en ese pequeño lugar cuadrado forrado por telas.

—¿te gusta el bordo?— salta Gemma.

— si— contesta Noha sintiendo un poco de incomodidad por las miradas puestas en él.