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El taxi se detuvo frente al edificio de Milo, se me hacía muy extraño decirle Milo y no profesor Manheim, pero creía que pronto me acostumbraría. Le pague al taxista y este se fue, entre al edificio e hice mi recorrido hasta llegar al departamento de Milo. Acomode mi cabello y toque la puerta tres veces. Espere unos segundos, después la puerta se abrió dejando ver a Milo con una hermosa sonrisa.
-Hola-me saludo, se acercó a mí para besar mi mejilla, la cual se puso roja cuando Milo se alejó. -Hola-dije algo nerviosa.
-Pasa, tengo algo de comida china ¿te gustaría comer mientras charlamos?-pregunto cuándo entre y me saque mi chaqueta de jeans.
-Sí, me gusta la comida china-dije con una sonrisa, el me la devolvió.
-Siéntate, iré a la cocina por la comida-dijo y se metió a la cocina.
Camine hasta el sillón, donde me había sentado la última vez y deje mis cosas al lado mío. Acomode un poco mi pelo, cuando acomodaba mi cabello o me mordía el labio era señal de nerviosismo, y ahora tenía un alto porcentaje. Milo volvió de la cocina con una bandeja de madera en sus manos, sobre la bandeja había, dos tazones de comida china, tenedores y palillos chinos, dos latas de Coca-Cola y servilletas.
-Volví-dijo Milo dejando las cosas en la mesita que estaba en el centro y sentándose en el pequeño sillón frente mío-Agarra sin miedo-dijo señalándome la comida. Yo sonreí a medias y agarre un tazón, un tenedor y una servilleta.
-Gracias-dije mezclando la comida, eran fideos con diversos condimentos, era comida china, pero no me acordaba su nombre, bueno mucha importancia no le di.
-¿No le tienes miedo a los tenedores, verdad?-pregunto, levante la vista de la comida ¿que acababa de preguntar? ¿Miedo a los tenedores? ¿Qué?
-¿Qué?-pregunte confundida, su pregunta me desconcertó. El rio a lo bajo y con su dedo índice cubrió su boca, ocultando una pequeña risa.
-Lo siento, es que tenía, bueno tengo un amigo que le teme a las cucharas-dijo y rio.
-¿A las cucharas?-pregunte aun sin poder creerlo, una pequeña risa salió de mis labios pero rápidamente me tape la boca.
-No, ríete es algo chistoso, pero era un gran amigo, ahora no lo veo muy seguido-dijo y bajo la vista a su comida algo triste.
-¿Por qué no lo ve más?-pregunte mientras enrollaba con el tenedor algo de fideos y me lo llevaba a la boca.
-La vida, él se fue a Los Ángeles  para ser bombero y encontró a una mujer, ahora están casados y viviendo  en Los Ángeles-me conto-Muy pocas veces lo veo o hablo con él, o con los otros chicos-
-¿Ya casi no se habla con ninguno de sus antiguos amigos?-pregunte, tomando un sorbo de soda.
-Si hay veces en que me mensajeo con Trevor o hablo por teléfono con Josh pero muy pocos veces-agarro un poco de fideos y comió.
Baje la vista hacia la comida y mordí mi labio ligeramente.
-¿Por qué haces eso?-pregunto Milo , levante la cabeza y él me estaba mirando.
-¿Qué cosa?-pregunte confundida.
-Eso con el labio, te lo muerdes mucho ¿por qué?-pregunto nuevamente. Mis mejillas tomaron un leve casi notable color rojo, trague saliva y respondí.
-Lo hago siempre al estar nerviosa, mi padre también lo hacía era como un tic nervioso o algo por el estilo-dije y sonreí a medias, él me sonrió y bajo la vista.
-Te vez bonita cuando lo haces-dijo y comió un poco de fideo sin mirarme.
Mis mejillas se encendieron y mi corazón latía rápido, hice una pequeña sonrisa y moví rápidamente la cabeza para dispersar las estúpidas ideas que tenía en la cabeza, por Dios él es mi maestro, mi "modelo a seguir", es mayor que yo. Levante la mirada y el seguía comiendo, lo hacía de una manera tan linda, tranquila, pero a la vez sexy, todo en uno.
Al diablo con todo, él era hermoso, lo quería y mucho, no, no lo quería, esto que sentía no podía ser querer, era otra cosa, algo más fuerte era amor si yo lo amaba.
------- 2 SEMANAS DESPUES ---------
Narra Milo
El aula estaba en completo silencio, ya habían pasado 2 semanas y era viernes, había dado una prueba sorpresa, si creo que todos mis alumnos me odiaban pero era mejor para su nota final, levante la cabeza de mi libro y recorrí el aula con la mirada y al final me centre en ella, estaba con su lápiz mordiendo la punta de este, se veía algo nerviosa y su pierna temblaba a causa de ella, levanto la vista de la hoja y nuestras miradas se cruzaron, ella me dio una rápida sonrisa y yo desvié la vista, algo sonrojado. El timbre sonó y todos los alumnos comenzaron a guardar sus cosas.
-Por favor señorita Peters quédese-pedí, ella me miro y asintió.
Todos los alumnos salieron sin antes dejar la hoja del examen en mi escritorio, cuando salieron todos y solo quedábamos ella y yo, me acerque a la puerta y la cerré. En eso me doy vuelta y ____ planta sus labios en los míos.
-___ ¿Qué haces?-pregunte aun con sus labios junto a los míos.
-No te niegues sé que deseas esto tanto como yo lo deseo-dijo y me beso más fuerte.
Tenía razón lo deseaba, hace algunos días que comencé a sentir cosas por ella, cada vez que no la veía por algún motivo en particular, sentía que me faltaba algo deseaba que el día pasara rápido solo para poder verla, sus ojos, su sonrisa, cuando muerde su labio, señal de nerviosismo eso me encantaba.
Deje de resistirme y me rendí, coloque una mano en su nuca y la otra en su cintura, atrayéndola más a mí y la bese con más pasión. La agarre por sus omoplatos y la alce haciendo que sus piernas rodearan mi cintura, me acerque a uno de los pupitres de la primera fila y la senté en uno de ellos, agarre su rostro y comencé a besar su cuello. Quería quitarle todo pero algo me lo impedía y no comprendía que era.
-¿Profesor está bien?-pregunto ____ de la nada. Aleje mi cabeza de su cuello y la mire a los ojos. -¿Qué?-murmure.
-¿Profesor se encuentra bien?-volvió a preguntar.
Fruncí el entrecejo y parpadee un par de veces y la escena que vi me sorprendió. ____ estaba apoyada en un pupitre y yo estaba atrás de mi escritorio a 10 o 15 pasos alejado de ella.
-¿Profesor?-volvió a preguntar sacudiendo la mano.
Dios, había sigo una imaginación mía, todo, el beso, lo que ella me decía, todo. Refregué mis ojos y respire hondo, aunque no había pasado nada mi corazón latía un poco rápido y mi respiración gracias a dios era normal.
-Sí...si estoy bien-dije con media sonrisa.
¿Por qué estaba así? ¿Por qué me sentía nervioso al estar cerca de ella? ¿Por qué mis manos sudaban y mis piernas temblaban al pensar solo en ella?
-¿Qué ocurre?-pregunto sacándome de mis pensamientos.
¿Qué le iba a decir? con todo lo que paso se me hacia difícil pensar o estar tranquilo.
-Ah...hoy en la tarde-
-No quiere que valla-dijo interrumpiéndome.
-No...no es eso, es que no podre estar hoy en la tarde, pero si en la noche, ¿quiere venir hoy en la noche a mi casa?-pregunte-digo por tu proyecto debe ser importante-también para verte un rato más, dije en mi interior.
Ella abrió los ojos grande no se esperaba esto, ni yo tampoco, pero que estaba pensando, si la tarde la tenía libre, porque invente esa excusa, era un completo estúpido, ella me ponía estúpido, con solo una sonrisa o cuando se muerde el labio, como serán esos labios, serán dulces o salvajes o una extraña mezcla de ambos.
-Me las arreglare para ir ¿a qué hora?-pregunto. Mordí mi labio ocultando una pequeña sonrisa. -A las 7 ¿te parece bien?-pregunte.
-Claro, hay estaré-dijo y sonrió.
Sonreí pero me sentía algo culpable por mentirle, pero que iba a pasar, solamente hablaríamos, comeríamos algo y después ella se marcharía, nada raro, como siempre lo hemos hecho, nada pasaría.....eso creo.
Narra ____
Estaba en casa, mi cuerpo echado en la cama, con mis auriculares puestos, el suave ritmo de Turning Tables de Adele me relajaba mientras leía un libro en paz. Mire el reloj que estaba en mi mesita de luz, las pequeñas luces rojas marcaban las 17:30 pm, me levante de la cama, sin ninguna prisa, me acerque a mi pequeño librero y deje el libro allí. Baje a la cocina y me encontré con Mika, que estaba limpiando algunos platos sucios.
-Mika-dije entrando y acercándome a ella.
-Señorita ¿necesita algo?-pregunto cerrando el grifo del agua.
-Sí, saldré hoy a la noche y volveré como a las 9 o 10 de la noche, si mi mamá pregunta solo dile que salí ¿ok?-le explique todo sin tantos detalles, Mika era una buena persona, que buena, excelente, siempre me cubría de alguna cosa, ella había estado desde que yo era un feto en la panza de mi madre, siempre estuvo conmigo en los buenos y malos momentos, recuerdo que cuando mi madre me vino a avisar de la muerte de mi padre la eche de mi cuarto al ratito apareció Mika y me acurruco entre sus brazos y dejo que llorara amares sobre ella, era como mi segunda madre, siempre le tendré un gran respeto y sabe guardar muy bien un secreto. Era mi nana, la amo.
-Claro, pero ¿y si pregunta?-pregunto mirándome.
-Emm...no lo hará, jamás lo hace, y si pregunta, dile lo que sea, que no sea nada mano-dije mirándola y ella rio en lo bajo.
-Claro señorita-dijo
-Dime ____-pedí
-Claro ____-dijo, yo reí y la abrace, la quería mucho no sé qué sería de mi vida sin ella a mi lado. -Bueno me iré a cambiar-dije y bese su mejilla.
Corrí escaleras arriba y me adentre a mi cuarto para cambiarme. Entre al baño y tome una ducha de unos 20 o 25 minutos, después salí y me puse crema en todo el cuerpo, amaba mi piel hidratada con una buena crema, aun en ropa interior me mire al espejo, no estaba tan mal mi cuerpo, tenía curvas y un lindo trasero, no como Nicki Minaj, pero era bonito, reí de mi propio comentario. Me acerque al armario y de allí saque, unos vaqueros azules, una camisa blanca 3/4 y una chaquetita de jeans azul marino. —

Mi alumna favorita, (Milo Manheim y tu ) Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora