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Milo tuvo la idea de casarnos después de la graduación, la cual a mí me pareció perfecta ya que quería terminar el colegio y después concentrarme en los preparativos de la boda, los cuales no serían muchos ya que a ninguno de los dos le gusta lo ostentoso.
Una semana después vino mi graduación, fue algo sensacional, el diploma me lo entrego la profesora Stewar de arte, Milo estaba cuando me lo entregaron y me regalo una hermosa sonrisa.
Todo resulto increíble y maravilloso, no tenía pensado ir al baile de graduación pero Sia no me dejo faltar, por suerte Milo estaba ahí conmigo y bailo una canción muy romántica, todos ya sabían lo de nosotros y cuando bailamos todos nos miraron por unos segundos después volvieron su atención a lo suyo.
Paso un mes y nos enteramos cual sería el sexo del bebe, un nene, lo llamaríamos Kellan seguro saldría igual a su padre todo hermoso y perfecto, todo parecía ir perfecto, casi irreal pero como siempre no todo es color de rosa y un día antes de la boda paso lo inesperable.
Flashback

Mañana seria mi boda, nos casaríamos por civil y más adelante por iglesia, me dolía un poco el estómago así que me fui a acostar temprano. Me puse una pijama, la parte de abajo blanca y la de arriba azul.
Me acosté en la cama y me acurruque ya que hacia algo de frio.
(...)
Sentí un fuerte dolor en el estómago lo que hizo que me despertara, lleve mis manos rápidamente a mi estómago y lo acaricie un poco, sentía la parte baja algo mojada, ¿me había hecho pipí? no lo creía.
Corrí las colchas hacia un lado y vi...sangre, toda mi pijama con sangre, y también la cama toda con sangre. -MAMÁ-grite fuertemente-MAMÁ-volví a gritar mientras las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.
Mi madre abrió la puerta y encendió la luz.
-¿Que sucede...-se quedó paralizada viendo mi cama.-MIKA-grito fuerte y se acercó a mí, yo lloraba, no sabía que hacer estaba paralizada casi en shock, Mika apareció por la puerta y también se quedó paralizada viendo la cama.
-Llama a una ambulancia rápido-dijo mi madre y se acercó, saco las sabanas de arriba mío y agarro mi rostro- ____ cálmate, quédate tranquila-pidió ella y yo asentí llorando.
La ambulancia llego y tuvieron que llevarme alzando ya que no podía caminar por que me dolía mucho el vientre.
Me pusieron en una camilla y me metieron a la ambulancia. Mi madre se había encargado de llamar a Milo y él ya estaba en camino al hospital.
Yo rogaba que todo estuviera bien y que nada malo le pasara a Kellan.
(...)
-Lo siento señorita Peters usted ha sufrido un aborto-las palabras del doctor golpearon fuerte mi pecho, sentí la necesidad de gritar pero no lo hice, solo me quede callada mirando a la nada.
Estaba en una habitación de hospital, a mi lado estaba mi madre, sentada en un sillón se encontraba Sia y en una esquina estaba Milo mirando la nada misma.-Haremos algunos papeleos y le avisaremos cuando podrá salir, lo siento mucho-fueron las últimas palabras que dijo el doctor antes de salir con mi madre y Sia dejándome a solas con Milo.
El silencio era algo endemoniado y perturbador, no podía creer que estuviera ocurriendo eso, no caía en cuenta, ¿porque a mí?, ¿porque no podía ser todo perfecto una vez?
Mire a Milo y este me miro, cuando vi sus ojos no pude evitar llorar. -Lo siento tanto-dije entre lágrimas.

Milo se acercó a mí y me abrazo, los dos comenzamos a llorar, nuestro bebe se fue, nos dejó, mi pequeño Kellan se fue.
-Quiero estar sola-pedí cuando me separe de él. -No quiero dejarte sola-dijo el sobre mi frente. -Pero yo lo quiero-susurre y este asintió.
-Nada de lo que ocurrió es tu culpa, ¿escuchaste?-pregunto mientras tomaba mi rostro entre sus manos y me obligaba a mirarlo.-Nada es tu culpa, si esto ocurrió tal vez sea una señal de que todavía no era el momento, no quiero que te atormentes, te amo y no te odio por nada-Dios sus palabras me daban fuerzas pero a la vez eran como una pala que cavaba más a fondo el hoyo negro donde estaba.
Asentí porque no tenía palabras para responderle. -Te amo-susurro con lágrimas en sus mejillas.
Verlo así me destrozaba, diga lo que diga para mi es todo mi culpa, él estaba destrozado por mi culpa, solo es mía.
-Quiero estar sola-volví a repetir y el frunció el entrecejo, pero asintió, beso mi mejilla y después salió de la habitación.
Me acosté en la cama y me acurruque en las sabanas, sentía un gran vació en mi pecho, uno que tal vez jamás se cierre, esto era mi culpa, Kellan se fue por mi culpa, debía cuidarme más, debí tomar más vitaminas, no sé, hacer cualquier cosa, yo lo tenía en mi interior, yo debí notar si le pasaba algo o no, pero no, no note nada o sentí nada hasta esta noche, era la peor madre del mundo, y aunque Milo me diga que no me odiaba yo sé que lo hace y yo también me odiaría y lo hago.
Apreté la sabana que me tapaba con fuerza y llore a mares, coloque la almohada frente a mi boca y grite amortiguando estos con la almohada.
Necesitaba descargarme, sacar todo fuera de mí, era gritar hasta quedarme afónica o matarme. No sé cuándo fue pero me quede dormida.
Sentí como alguien se acostaba a mi lado y me abrazaba, percibí el olor a perfume de varón y supe que era Milo.
-Superaremos esto juntos, nunca te dejare-susurro en mi oído. -Lo sé-afirme.-Me siento tan culpable-dije comenzando a llorar.
-Pues deja de pensar así porque nadie lo cree, tú no eres culpable de nada y nadie te está culpando-dijo con tono serio.
Nos quedamos en silencio y yo entrelace las manos de Milo con las mías.
-Te amo-susurre besando sus nudillos.
-Yo también te amo y mucho-dijo mientras depositaba un beso en mi mejilla.
Apreté un poco más el brazo de Milo como si fuera un osito de peluche y cerré mis ojos.
Fin Flashback

Mi alumna favorita, (Milo Manheim y tu ) Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora