28 Último Cap

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Dos semanas, habían pasado, dos semanas desde el "incidente", a los dos días me dieron de alta, pero no sirvió de mucho ya que no hice nada.
Esas dos semanas solo estaba en cama, me levantaba para ir al baño y bañarme, mi rutina diaria era, levantarme, bañarme y volver a acostarme, no quería comer, estaba triste, deprimida, solo tomaba agua, Sia trato de sacarme de la cama pero no lo logro, estaba destrozada.
No entendía como no había muerto de deshidratación ya que lloraba todas las noches. ¿La boda? fue pospuesta hasta nuevo aviso.
¿Milo? el venía a casa, se quedaba conmigo, me acompañaba, pero siempre permanecía callado, sentado al lado de mi cama.
Bien, ya que no me sentía con ganas de hablar con nadie. Hasta, creo yo, que un día se cansó y puso los puntos, por así decirlo.
Flashback
Estaba acostada mirando hacia la ventana, la espalda me dolía un poco, seguro por todo el tiempo que estuve en cama, dos semanas.
La sensación de vació seguía allí, no se iba, era como que me comía viva. También con ella se encontraba la sensación de culpabilidad, odio y otras cosas.
Tres golpes se escucharon desde la puerta, no me gire para verificar quien era, seguro Mika para traerme la comida que no comería o Sia para darme otra de sus charlas de "No puedes seguir así...".
-¿Puedo pasar?-la voz de Milo llego hasta mis oídos. No me gire a verlo, para que, solo para ponerme a llorar, no creo que tenga lágrimas.
Me moví un poco en la cama tapándome más.
Escuche la puerta cerrarse y después paso, sentí como algo pesado se posaba en mi cama y después la mano de Milo acariciando mi brazo.
Nos quedamos en silencio, Milo acariciaba mi brazo suavemente, de arriba a abajo.
-No puedes seguir así-dijo el rompiendo el silencio.
Yo no le conteste, solo me encogí de hombros.
-______ ¿me estas escuchando?, necesitas volver a la vida, necesitas comer, levantarte de esta cama, necesitas superarlo-lo último lo dijo en un suspiro.
¿Superarlo? ¿Cómo se supera la muerte de un hijo? ¿Cómo se hace para volver a vivir sabiendo que has matado a tu pequeño bebe?

Nos volvimos a quedar en silencio, yo no levante la mirada para mirarlo ni el hizo el esfuerzo.
-¿Aún te casaras conmigo?-su pregunta me sorprendió, así que no pude evitar mirarlo, aquellos ojos color miel estaban mirándome fijamente.
-Creo que esa pregunta te la debería hacer yo, ¿aun te casaras conmigo sabiendo que yo mate a tu hijo?- pregunte.
-____ tu no hiciste nada, lo que ocurrió fue una señal, no estábamos preparados, tal vez éramos muy jóvenes y más adelante podemos volver a internarlo, te amo y no te culpo de nada, nunca te culparía, solo paso, a mí también me duele, yo también llore por su perdida, pero la vida sigue, necesitamos mirar hacia adelante- agarro mi rostro para que lo mirara.
-¿Quieres decir que lo olvidemos, que hagamos que nunca paso, que solo fue un accidente y nada más?- pregunte llorando por la bronca.
-No estoy diciendo eso, si paso, nos dolió, nos afectó a los dos, pero lo que digo es que hay que seguir adelante no quedarnos estancados acá, mírate-dijo señalando la cama-¿Hace cuánto que estas acostada? miras tus ojeras, mira tu cuerpo ¿hace cuánto que no comes algo?, te prometí no dejarte pero creo que tendré que hacerlo, no puedo seguir así, viendo cómo te destruyes de a poco cada vez más, sintiéndote culpable por algo que no cometiste, lo siento, te amo y mucho, pero no me pidas que me quede acá mirándote y acompañándote en esto-dijo con tono serio y enojado, se levantó de la cama y salió de la habitación.
(...)
Milo tenía razón, me estaba destruyendo, estaba estancada en el pasado, bueno no tanto, sabía que él también había sufrido, y ahora lo estaba lastimando más, ya que él se preocupa por mí, esto tenía que parar.
Me levante de la cama, algo mareada y tambaleándome me dirigí al baño, antes fui al armario de allí saque toda la ropa y me metí a la ducha.
El baño duro unos 20 minutos, estaba algo apurada, quería arreglar todo con Milo aun vez por todas y pedirle perdón por verme de esa forma.
Cuando salí me puse lo que había escogido y haciéndome una cola alta algo mal arreglada salí de mi cuarto, tenía algo de hambre pero eso no importaba ahora, lo único esencial ahora era Milo.
-Hija, te levantaste-dijo mi madre cuando llegue a la entrada.
-Lo se mamá-dije sonriendo a medias-Perdón por todo, solo que me sentía tan mal y....
-Ya está hija-dijo interrumpiéndome-Lo comprendo, perder algo valioso es algo terrible, yo también me comporte como tu cuando murió tu padre, pero solo que nunca me viste así porque tenía que ocultarlo y pensar en ti-dijo con lágrimas en los ojos.
Me acerque a ella y la abrase fuertemente.
-Lo siento por hacer que sufras en silencio-dije sobre su pecho.
-No tienes que pedir perdón, en realidad te debo las gracias por hacerme más fuerte-dijo besando mi cabello- ¿Iras a ver a Milo?-pregunto separándose de mí.
-Sí, debo pedirle muchas disculpas-dije, me acerque a la puerta y salí de casa.

(...)
Toque la puerta del departamento de Milo y espere, la puerta se abrió dejando ver a Milo con cara seria. -Hola-dije para romper el silencio que se prolongó entre los dos.
-Pasa-dijo alejándose de la puerta para que pasara, entré y me gire para mirar a Milo que estaba cerrando la puerta.
-Lo siento tanto por todo-dije apenada agachando la cabeza-Es que me sentía tan mal, tan...-no encontraba palabras para describir lo que sentía, levante la cabeza y vi que Milo me miraba con los brazos cruzados.-Lo último que quería yo, era lastimarte o hacer que hagas algo que no querías hacer, soy tan mal novia por dejar que me vieras de la forma que estaba y por hacerte prometer que te quedaras con..-no pude terminar la palabra ya que Milo me cayó con un beso, rodeo mi cintura con sus brazos y yo su cuello.
-¿Aún te casaras conmigo?-pregunto rozando su nariz con la mía.
-Es lo que más deseo-confesé.
-Bien, porque lo haremos mañana a las 9am-dijo y yo me quedé sorprendida.
-¿He dicho cuanto te quiero?-pregunte abrazándolo más a mí.
-No-dijo con una sonrisa.
-Te quiero mucho-bese sus labios-mucho-otra vez-mucho-volví a besarlo pero ahora no me separe.
Fin Flashback

-Me siento gorda con este vestido-dije mientras me acomodaba la parte de arriba.
-Todas se sienten gordas con su vestido de bodas no te preocupes-dijo Sia para darme ánimos.
Sí, mi boda, hoy era mí preciada boda, porque me sentía tan nerviosa, aunque no tenía un vestido grande de bodas, tenía un lindo vestido color blanco, hasta las rodillas, era hermoso y muy sencillo.
-¿Listas chicas?-pregunto mi madre entrando por la puerta, respire hondo y asentí.
Salí de mi habitación y baje hasta la entrada, teníamos que ir al registro civil, abrí la puerta y vi un auto negro estacionado en la entrada.
Me acerque a él y entre a la parte trasera. Los nervios me comían por dentro y no podía aguantar más todo esto, quería casarme ya.

La ceremonia estaba pasando tranquila, en el registro civil estaban mi madre, Sia, un amigo de Milo que se llamaba Liam el cual me cayó muy bien y Mika.
Milo tenía un traje negro que le quedaba muy bien. Cada que me miraba, me sonreía.
Mi mano temblaba, bueno todo yo en realidad.
-Por el poder que me ha sido otorgado yo los declaro marido y mujer, puede besar a la novia-cuando el juez dijo eso sentí las inmensas ganas de llorar pero no lo hice, me gire para ver a Milo que tenía una sonrisa en el rostro, él se acercó a mí y me beso, fue un beso dulce, lleno de ternura y amor.
-Te amo-susurre cuando lo abrace fuertemente. -Yo también te amo-dijo y yo volví a besarlo.

Mi alumna favorita, (Milo Manheim y tu ) Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora