----------6 AÑOS DESPUÉS----------
Ahora puedo comprender la frase "Después de la tormenta viene la calma" ya que lo viví en carne propia.
Estos últimos 6 años fueron perfectos, yo comencé y termine la universidad, me dedique al arte que era específicamente mi vida, tendría pronto una exposición en una de los mas grande galerías de Londres, estaba trabajando mucho con este proyecto que a decir verdad lo amaba.
Milo sigue trabajando como profesor pero ahora en una universidad donde le va más que bien, la vida junto a él fue perfecta y única, llena de amor y alegría, compramos una casa con jardín grande, tres habitaciones, un living, cocina comedor, dos baños y dos estudios, uno para mí y otro para Milo.
Se escucha tres golpees desde la puerta de mi estudio.
-Pase-grite cerrando mi computadora donde estaba viendo algunas cosas.
Milo entro a mi estudio con un pequeño bulto entre sus brazos, yo apenas los miro sonrió de oreja a oreja. -Siento molestarte pero alguien quiere a mamá-dijo Milo con una sonrisa.
Si lo que escucharon, mamá, SOY MAMÁ, el pequeño bulto que sostiene Milo es nuestra hija de tan solo 2 meses de vida, la llamamos Eliza como quería Milo, ella es hermosa, su carita redondita y unos grandes cachetes, los ojos todavía no sabemos de qué color serán pero seguro miel como los del padre, el pelo se está empezando a notar y es de color negro.
-Aquí estoy-dije acercándome a él y agarrando a Eliza en mis brazos, ella se movió un poco, abrió los ojitos, nos miró a ambos y después bostezo para volver a cerrarlos.
Mire a Milo y el solo sonreía, ella era tan pequeña y linda, no pesaba casi nada así que no era un peso en mis brazos.
Desde la sala se escucha un diminuto llanto y rápido fuimos los dos.-Shh-dijo Milo acercándose a un cuna donde estaba nuestro hijo Josh, sip, DOBLE MAMÁ, resulta que tuve mellizos, una nena y un varón, él también tiene el pelo negro y los cachetes redonditos.-Shh tranquilo-dice Milo mientras lo toma en sus manos y lo alza, lo pone contra su pecho y comienza a darle palmaditas.
-Eres bueno en esto-dije mientras caminaba hasta el sillón y con cuidado me siento en él, comencé a acariciar el cabello de Eliza, era suave y negro intenso.
-Tu tampoco lo haces tan mal-dijo el sentándose a mi lado con Josh en brazos con dos biberones en la mano.
-Aquí tienes-dijo entregándome el de tapa rosa.
-Gracias-dije mientras lo agarraba y le saca la tapa.
Lo acerque a la boca de mi beba y con cuidado comencé a alimentarla.
-¿A qué hora vendrán los otros?-pregunto Milo.
Estaba por responder pero en eso sonó el timbre.
-Yo voy-dije y me puse de pie con Eliza en brazos y el biberón en la mano.
Abrí la puerta y ahí encontré a Sia con dos cajas grandes, una azul y otra rosa.
-Hola-dijo feliz apenas me vio.
-Cállate, están durmiendo-dije refiriéndome a los bebes.
Sia se tapó la boca y después sonrió. La deje pasar y puso las dos cajas en el suelo.
-Quiero tener a mi ahijada-dijo dando pequeños brinquitos, sonreí y le di con cuidado a Eliza.
-Dios que chiquitita es-dijo sonriendo mientras la miraba con adoración, saludo a Milo y se sentó a su lado en el sillón para darle el biberón.
-¿Donde esta Dylan?-pregunte a Sia, Dylan era el prometido de Sia, se conocieron en la universidad y desde ese momento no se separan más, es muy agradable, se ha vuelto un gran amigo y lindo también.
-Debe estar por venir, tenía que hacer algo en el taller-dijo sin prestarme mucha atención, ya que toda su atención estaba en la nenita en sus brazos.
El timbro sonó otra vez y abrí rápidamente, en ella estaba Dylan. -Hola, perdón la tardanza-dijo Dylan algo cansado.
-No importa, pasa-dije mientras me hacía a un lado, me saludo con un beso en la mejilla, después a Milo con las manos y se acercó a Sia para darle un lindo beso en los labios.
Cerré la puerta y me acerque a Milo que estaba terminando de darle de comer a Josh y éste ya estaba más que dormido.
-Es hermoso-dije mientras me sentaba a su lado y miraba a mi hijo.
-Sí, lo es-afirmo Milo-Tenlo-dijo entregándome a Josh-Debo comenzar a hacer la barbacoa, pronto llegaran los otros-dijo besando mi frente, yo asentí y sonreí.-¿Dylan, me ayudas?-le preguntó.
-Claro-dijo Dylan poniéndose de pie, salieron al patio y comenzaron preparar todo.El timbre sonó y me levante a abrir, mi madre estaba parada en el marco de la puerta, a su lado izquierdo estaba Mika y en el otro lado Ethan, el nuevo novio de mamá, primero no me agrado la idea de otro hombre con mamá pero Ethan me cayó bien así que lo deje pasar, aunque le puse los puntos claros, que el sería un suplente de mi padre, nunca mi padre.
-Hola mamá-dije sonriendo.
-Mira que preciosidad-dijo mi madre enternecida agarrando a Josh y entrando a la casa, ignorándome por completo.
-Hola _____-saludo Mika y se dirigió donde estaba Sia.
-Hola _____-saludo Ethan estirando la mano.
Negué con la cabeza y lo abrace, el me correspondió pero después no separamos.
-Traje algo para los bebes-dijo sacando dos cajitas de su saco color piel.-Ten, son para cuando sean más grandes-dijo con una sonrisa y yo agarre las cajitas.
Eran dos cadenitas de oro y plata con sus iniciales grabados en una plaqueta de oro. -Ethan no debiste-dije apenada.
-Es un regalo no puedes rechazarlo-advirtió y yo sonreí.
-Gracias-dije dándole otro abrazo.
Deje que el pasara y se acomodara, mientras tanto yo fui a la pieza de los bebes y deje las dos cajas que trajo Sia que resultaron ser dos enormes osos y el regalo de Ethan.
Me quede un rato en la pieza mirando las cosas de los bebes.
-Hey, ¿estás bien?-pregunto Milo entrando por la puerta.
Lo mire y asentí, él se acercó a mí y me abrazo por atrás.
-Como pasa el tiempo-dije con una sonrisa, las lágrimas estaban de vuelta, todo el embarazo fue así, no podía ver una película sino me ponía a llorar y Milo que se burlaba de mí.
-Sí, pasa muy rápido-dijo en un suspiro.
-Tenemos una casa, dos hermosos hijos, amigos y familias que nos quieren ¿podemos decir que es una vida perfecta no?-pregunte agarrando sus manos.
-Sí creo que si-dijo y soltó una risa.
-Ven vamos o pensaran mal de nosotros-dije soltándome y caminando a la puerta.
Milo agarro mi mano y me jalo para que me acerque a él.
-Te amo tanto-dijo rozando su nariz con la mía.
-Yo también te amo-dije y lo bese profundamente enredando mis dedos en su pelo.
Se escuchó un llanto seguido de otro y unos gritos llamándonos. Eso hizo que no separáramos.
-Ven, nuestros hijos lloran por sus padres-dije y agarre su mano para caminar a la puerta y salí del cuarto de nuestros bebes.FIN
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Mi alumna favorita, (Milo Manheim y tu ) Adaptación
Fanfiction"Te veo todos los días, sin embargo tengo prohibido decirte lo mucho que creo quererte, desearte, amarte" "Porque a veces lo prohibido y lo intocable es lo que atrae, lo que seduce, lo que hipnotiza y lo que más cautiva" ...........................