Me desperté como todos los días a la mañana, me cambie, me puse una remera negra con un extraño estampado, unos vaqueros de jeans algo gastados y mis convers, me acerque al baño y lave mis dientes y cepille mi cabello, era largo y hermoso peor un desastre universal. No me puse maquillaje, hoy iría con la cara al natural, lo cual me quedaba bien. Agarre mi morral azul cielo y salí de mi cuarto.
-Bueno días-le dije a mi Mika al entrar a la cocina.
-Buenos días señorita Peters, ahora le hago su desayuno-dijo y comenzó a preparar el desayuno. -Gracias-susurre.
Escuche unos tacos chocar con el suelo del living y después una vocecita hablando sola o por teléfono.
Si está bien> <Termino de hacer algo acá en casa y listo> <Adiós>-mi madre entro en la cocina y colgó su celular.
-Hola hija-dijo besando mi frente-Mika por favor hazme un café negro bien cargado-pidió mientras se sentaba a mi lado en una de las altas sillas de la mesada y comenzaba a mandar mensajes.
-Enseguida señora-dijo Mika encendiendo la estufa.
La cocina se volvió un silencio algo incómodo, agarre mi celular que estaba en mi morral y lo encendí, tenía 2 mensajes de Sia.
*¿Dónde estás?* *¿Estas con él? ¿Cómo es?*
Sonreí al leer sus mensajes de desesperada, no le conteste en un rato la vería en el cole.
-Acá tiene señorita-dijo Mika dejando un plato con huevos revueltos y tocino en la mesa, un jugo de naranja bien expreso y un café con leche.
-Gracias Mika-dije con una sonrisa, ella me devolvió la sonrisa y después le sirvió su café a mi madre. -Gracias-dije tomando un sorbo.
-Con permiso iré a limpiar algo en el living-dijo y salió de la cocina, dejándome a solas con mi madre. Comencé a comer en silencio, mientras menos palabras cruzaba con mamá mejor.
-Sé que estas enojada por lo del viernes-dijo rompiendo el silencio.
-No, no lo estoy-mentí la verdad es que estaba algo enojada pero seguro ya pasara, como siempre.
-Está bien-dijo y volvió a callar. Seguíamos en silencio, agarre el café y tome un sorbo ya que estaba algo caliente.
-¿Dónde estuviste ayer?-pregunto mi madre nuevamente rompiendo el silencio.
Gire mi cabeza para mirarla, no podía decirle donde estuve, empezaría a preguntar ¿por qué estabas hay? ¿Qué hay con ese profesor? ¿Es lindo? ¿Está soltero? y no tenía ganas de explicarle mucho y además él era mío.
-Estuve en la biblioteca, estoy en los exámenes post finales y necesito estudiar mucho, tal vez pase todas las tardes en la biblioteca-comente y volví la atención a mi desayuno.
-Está bien-dijo, siempre sin saber que decir o que hacer, bonita madre, pero no me quejaba a veces su indiferencia me agradaba, no me gustaba que se metan mucho en mis asuntos, saque eso de mi padre.
Mi madre estaba por decir algo pero su celular comenzó a sonar.
-<Hola> -contesto, rodé los ojos, deje mi café y tome rápidamente mi jugo.
-Adiós Mamá-dije y me levante de la silla y agarre mi morral.
-Espera-le dijo a la persona en la otra línea-Ten hija-saco de su bolsillo de sus ajustados vaqueros un poco de dinero y me lo estiro.
Lo agarre y con un adiós a lo bajo salí de la casa camino hacia la escuela.
(...) Clase de historia, mire a mi alrededor, la mayoría de los alumnos estaban durmiendo, otros con sus celulares y los más listos tomando nota. Yo era una cosa aparte, de vez en cuando prestaba atención y otras
ni la más bolilla le daba al profesor, aunque había algo de él que me agradaba, como contaba los hechos, con tanta pasión e importancia, eso era agradable. Ahora estaba hablando de La segunda guerra mundial. La cual me parecía repugnante.
Un maldito hijo de perra que por que se le dio la gana mato a casi la 3/4 parte de la población judía, negros y protestantes. ¿Por qué lo hizo? ¿Cuál era el propósito de todo esto? ¿Lo habrá hecho por venganza? ¿U otra cosa? Solo él sabrá. El timbre sonó y rápidamente guarde mis cosas en mi morral y salí del aula, en el patio comencé a buscar con la vista a Sia, pero no la encontré.
-¿A quién buscas?-pregunto una voz cerca de mi odio, salte del susto y me gire, Sia estaba parada atrás mío, tenía su pelo color castaño estaba semi atado, tenía un vestido de flores hasta la rodilla y una botas color marrón.
-¿Te gusta mucho asustarme no?-pregunte irónica.
-Me encanta-dijo con una sonrisa de oreja a oreja-¿A quién buscabas?-volvió a preguntas.
-A ti bobis-dije con un tono divertido, golpeando su hombro.
-Ja, ok, pensé que buscabas a tu guapo profesor-dije mientras apoyaba la cabeza en mi hombro y parpadeaba varias veces rápidamente.
-1, no es mi guapo profesor y 2, ¿por qué lo buscaría?-pregunte mientras me sentaba en las escaleras de entrada y Sia al lado mío.
-No sé, ¿qué hicieron ayer los dos solitos?-pregunto Sia moviendo las cejas divertida, la mire, fruncí el entrecejo y golpee su hombro algo fuerte.
-Auch-se quejó.
-Eso por desubicada-dije-y no no hicimos nada más que hablar-dije y me puse de pie, camine hasta una pequeña cafetería.
-Un jugo por favor-le pedí al vendedor, este asintió y se dio la vuelta.
-¿De verdad no hicieron nada?-pregunto Sia a mi costado. El vendedor me entrego la botella de jugo y le pague con el dinero que mi madre me dio esta mañana.
-No solo hablamos, me conto muchas cosas de su vida, demasiado interesantes-dije destapando la botella de jugo. Tome un sorbo de jugo, le acerque la botella de jugo para convidarle a Sia y ella lo acepto.
-¿Y no hubo acercamiento, roce o algo?-pregunto cerrando la botella de jugo y devolviéndomela.
Mis mejillas se volvieron rojas y mordí mi labio. La imagen del profesor con tan solo una toalla de baño volvió a mi cabeza.
-¿Que paso?-pregunto Sia viéndome directo a los ojos con una pequeña sonrisa pícara.
-Nada-dije mordiendo ligeramente la tapa de la botella de jugo.
-_____ Peters ¿Qué ocurrió?-pregunto agarrándome de los hombros y mirándome fijamente a los ojos.
-Nada solo que...-me sonroje la imagen venía a mí y arrugaba la nariz reprimiendo una risita, por Dios que tonta e infantil podía ser a veces.
-Dímelo de una vez-insistió Sia.
Que cuando fui a su departamento, fui un poquito puntual-dije haciendo una seña con mis dedos de poquito- y lo vi recién salido de la ducha- Sia abrió los ojos como platos y comenzó a dar pequeños brincos como la loca que es.
-¿Y que viste? ¿Era grande? ¿Tenía forma? ¿Estaba parado?-comenzó a preguntarme un montón de cosas. Yo golpee su hombro fuerte y le respondí.
-No le vi "eso"-dije haciendo las comillas en el aire-solo lo vi de la cintura para arriba- -¿Tiene lindo cuerpo?-pregunto ella moviendo las cejas divertida.
-Sí, tiene mucho tatuajes-dije sonrojándome aún más.
El timbre sonó, nos paramos de las escaleras para ir a la clase de literatura, la clase del profesor Manheim. Entramos al salón y nos sentamos en nuestros respectivos lugares. El profesor no tardó en llegar, pero tenía algo raro, como distante, su mirada reflejaba algo de tristeza. Eso me preocupo, el profesor en silencio se acercó a su escritorio y dejo su maletín allí, después camino hacia la pizarra y comenzó a escribir un breve párrafo. Al terminar se giró a vernos.
-Quiero que busquen, los verbos, adjetivos, pronombres y que me digan que género es-nos ordenó, recorriendo a cada uno de nosotros con la mirada, fría y seria.
Me preocupo bastante, primero porque no saludo, el siempre, siempre saludaba, segundo, su forma de actuar, nunca era tan frio y controlador, algo le pasaba y eso me preocupaba. Nos miró por última vez y volvió a su escritorio para tomar asiento y leer un libro. Me quede mirándolo unos segundos, después baje la vista para poder copiar. El timbre sonó, todos los alumnos comenzaron a guardar sus útiles al igual que yo.
-¿Vamos?-pregunto Sia a mi lado.
-Quiero hablar con él unos minutos-dije levantándome de mi asiento y mirando al profesor.
-Está bien, te espero en las escaleras principales-dijo y me sonrió, se dirigió a la salida pero antes le obsequio una leve sonrisa a Milo la cual este le respondió con una.
Me colgué mi morral al hombro y me acerque con cuidado al escritorio del profesor, este estaba sentado en su asiento leyendo aun su libro.
-¿Profesor se encuentra bien?-pregunte acercándome a su escritorio. Este levanto la vista de su libro y me miro a los ojos.
-Sí, ¿por qué?-pregunto confundido.
-Lo vi algo mal hoy en clase y me preocupe un poco, jamás lo vi así-dije mordiendo mi labio inferior.
-Creo que te diste cuenta-dijo en un suspiro-Si es que tuve unos problemas con mi novia, bueno mi ex novia, terminamos ayer a la noche-dijo, mientras apoyaba sus manos a cada lado de su libro.
El corazón se me detuvo, ¿qué persona con mente dejaría a este hombre? era el paquete completo lo que deseaba una mujer en un hombre, era lindo, inteligente, gracioso. No sabía más que decirle así que dije lo primero que se me cruzo por la cabeza. Apoye si mano sobre la de él y dije.
-Todo va a resolverse y si usted termino con ella o ella termino con usted, será porque no eran el uno para el otro pero seguro encontraran a las personas adecuadas, algún día-
Mi mano aun seguía sobre la suya, lo cual me puso algo nerviosa, así que la retire inmediatamente. -Gracias, hermosas palabras-dijo con media sonrisa.
—tengo ese don-
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Mi alumna favorita, (Milo Manheim y tu ) Adaptación
Fanfiction"Te veo todos los días, sin embargo tengo prohibido decirte lo mucho que creo quererte, desearte, amarte" "Porque a veces lo prohibido y lo intocable es lo que atrae, lo que seduce, lo que hipnotiza y lo que más cautiva" ...........................