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Milo estaba sentado en el sillón, su espalda reposaba en el respaldo, yo por otra parte, estaba acostada a lo largo del sillón, mi cabeza reposaba sobre las piernas de Milo, este acariciaba mi cabello de una forma lenta y relajante.
La pista que estaba termino y rápidamente la siguió otra. Esta era relajante, empezaba con el sonido del piano, dulce y lenta.
Agarre la mano de Milo y bese sus nudillos.
(http://www.youtube.com/watch?v=O3rtC29oH6M esta es la canción, cualquier fanático de crepúsculo sabe que canción es, escúchenla hasta el final yo la amo es muy romántica)
-¿Cómo se llama esta canción?-pregunte mirándolo a los ojos.
Frunció el ceño y se quedó unos segundos en silencio pensando.
-Sleeping at Last de Turning Page ¿creo?-dijo algo confuso mirándome, lo cual me hizo reír a lo bajo.
Me senté un poco más arriba para que mi cabeza quedara apoyada en el pecho de Milo, cerré mis ojos solo escuchando el suave latido de su corazón, sentí como Milo rozaba su nariz en mi frente y después depositaba un beso en ella, me subí un poco más ya mi cabeza estaba apoyada entre su mandíbula y su pecho, Milo beso mi nariz y mis ojos aún estaban cerrados, me subí un poco más y ya roce sus labios, acaricie su mentón con mi nariz y nuestros labios al fin se unieron, primero fue un beso tierno, pero después comenzó a tener más pasión.
En un abrir y cerrar de ojos ya estaba sentada sobre Milo, mis piernas a cada lado de su cuerpo, agarre el rostro de Milo con mis manos y lo atraje más a mi boca, por falta de aire nos separamos pero volvimos a unirnos nuevamente.

Milo poso sus manos en mi cintura y después me abrazo atrayéndome mas a su cuerpo, acaricio mi espalda con sus manos sobre el vestido.
-____ debemos parar-dijo Milo mientras trataba de alejarme pero yo me interpuse y seguí besándolo.
-No, quiero esto y sé que tú también lo quieres-dije sobre sus labios.-Estoy lista y además en mi cumpleaños quiero este regalo-dije y lo bese tan intensamente que mi lengua inundo su boca.
-¿Segura?-pregunto con la respiración entrecortada y mirándome directamente a los ojos.
-Segura-dije y volví a besarlo, nuestras lenguas bailaron con la música que solo ellas podían escuchar, las manos de Milo se dirigieron a mi espalda precisamente al cierre de mi vestido, el que me costó horas subir, agarro el cierre y comenzó a bajarlo, yo puse sus manos en el tercer botón de su camisa ya que los dos primeros ya estaban desabrochados.
Milo desabrocho mi cierre pero no saco mi vestido, en vez de eso me agarro por los muslos y me alzo, mis pies rodearon su cintura para no caerme, comenzó a caminar hacia su habitación.
Mis labios aun seguían sobre los suyos, tenían un dulce sabor gracias al pastel o tal vez su sabor natural.
Cuando llegamos a ella, abrió la puerta y después la cerro sin voltearse, sonreí sobre sus labios y después los bese.
Me baje de arriba suyo y agarre su rostro para que no detuviéramos nuestro apasionante beso.
-Espera-dijo casi en susurro, se alejó de mí y me miro a los ojos, nuestras respiraciones estaban agitadas y sus labios se veían de un color rojo fuerte.-No...no quiero hacerte daño-dijo y trato de alejarse de mi pero rápidamente le agarre la mano y lo acerque a mí.
-No lo harás-susurre acariciando su mejilla suavemente mientras mi miraba buscaba desesperadamente la suya, cuando al fin la encontré su rostro reflejaba nerviosismo y dulzura junto a un brillo que supuse yo era excitación o lujuria.
El llevo una de sus manos directamente a mi cuello y con su pulgar lo acaricio suavemente, mi piel tembló pero no me moví, me gustaba aquel roce.-Confió en ti-murmure.
-¿Por qué? ¿Por qué confías en mí?-pregunto con firmeza mientras miraba mis labios y después subía a mi ojos.
Mirando sus ojos color miel y perdiéndome en ellos como casi siempre que los miraba dije lo primero que sentí.
-Por qué te amo-
Sus ojos se abrieron un poco como sorprendido y ahora sus ojos brillaban de alegría.
Milo poso su mano en mi nuca y me acerco a él.
Sus labios se apegaron ferozmente a los míos, volviendo a besarlos con locura, nuestras lenguas se volvieron a "saborear" nuevamente, pero otra vez él se alejó pero con un movimiento gentil.
Puso ambas manos sobre mi mejilla y me miro fijo.
-Yo también te amo-dijo y sonrió a medias.
Sus manos comenzaron a bajar por mi cuello hasta mis hombros, con la mirada aun en mi ojos, comenzó a deslizar las tiras gruesas del vestido haciendo que estas cayeran por mis brazos, pero se detuvieron en mis codos, con un movimiento lento, ayude a que el vestido caiga al fin al suelo dejándome en ropa interior frente a Milo.
Mi mejillas se ruborizaron y ¿si no era hermosa para el?, sentí algo de miedo recorrer mi espalda como una corriente eléctrica, así que rápidamente agache la cabeza.
Milo tomo mi mentón y me obligo a levantar la cabeza, sus dulces labios se posaron suavemente en los míos y eso me hizo cerrar los ojos.
-Eres hermosa-dijo como si hubiera leído mi mente y sabía que estaba pensando justamente en eso.
Abrí los ojos y me concentre en los botones de su camisa, comencé a desabrochar uno por uno hasta que no quedo ninguno abrochado, pose mis manos en sus hombros y deslice la camisa por sus brazos, esta cayo en el suelo y mire su pecho y torso y mordí mi labio ligeramente, su pecho era liso sin vello y su torso estaba ligeramente marcado con unos abdominales.
Con delicadeza pase una mano en su torso y comencé a acariciarlo, sentí como Milo se tensaba pero no hacia ningún movimiento. Levante la vista a sus ojos y estos me miraban fijamente, me acerque al cuello de Milo y lo bese delicadamente, este soltó un pequeño gemino lo cual me alegro, así que volví a repetir el acto sobre todo el cuello de Milo, este agarro mi cara y la acerco a sus labios, otro beso se formó entre nosotros y mientras nuestras labios estaban unidos baje hasta el cierre de su pantalón, por alguna extraña razón sabía qué hacer y me sentía cómoda haciéndolo, tal vez el me daba esa confianza que yo no tenía.
Desabroche el botón de su pantalón y después su cierre, me separe de él y mire sus ojos, con un movimiento rápido Milo se liberó de sus zapatos y su pantalón, quedando solo en unos bóxer Calvin Klein, ahora si los dos estábamos "desnudos" uno frente al otro.
Coloque una mano en la nuca de Milo y lo acerque a mí para otro beso, este poso sus manos en mi cintura, bajo por mi caderas y agarro mis muslos, alzándome haciendo que mis piernas rodearan sus cintura. Volví a concentrar mi atención a su cuello y volví a besarlo y morderlo.
Milo nos acercó a la cama y me deposito tan suavemente como era posible, me miro de pies a cabeza y después artículo.
-Eres muy hermosa-sus palabras estaban llenas de deseó y lujuria me ruborice después agarre la mano de Milo para que este callera sobre mí y poder besarlo.
Abrí un poco mis piernas para que él se colocara más cómodamente en el medio, aun nos separaba la ropa interior, este comenzó a pasar su mano por mi cintura, bajaba por mi cadera y acariciaba mi muslo, mi piel temblaba pero trate de tranquilizarme, sus manos eran suaves y sabía lo que estaba haciendo, claro que lo sabía el debió haber practicado esto muchas veces, aleje de mi mente esas imágenes, imaginarme a Milo con otras mujeres en la misma cama donde estábamos me daban escalofríos, ahora él era mío, solo mío.
Milo paso sus manos por mi espalda y me sentó sobre su regazo, con mis piernas a cada lado de su cuerpo, por falta de aire me separe de él y mire sus ojos, estos tenían un brillo particular que nunca lo había visto pero el cual me encanto.
Acaricio mi espalda y beso mi cuello, cerré mis ojos al suave contacto, después sentí como Milo se detenía en el cierre de mi sostén, con un suave movimiento lo abrió y después comenzó a deslizarlo hasta sacármelo por completo, me acostó de nuevo en la cama y él se subió arriba mío, beso mis labios nuevamente y deslizo sus manos hasta el elástico de mis bragas y comenzó a bajarlas suavemente, un segundo después estaba completa y vulnerable frente a él, mi mirada se mantenía en sus ojos, baje las manos hasta el principio de sus bóxer y de a poco los comencé a bajar, hasta que al fin los dos estuvimos completamente desnudos.
-¿Estás bien?-pregunto Milo sobre mí apoyándose sobre sus codos. Lo mire y solté un largo suspiro.

Si-dije tragando saliva. -¿Segura?-pregunto Milo. Asentí.
-Está bien, abre un poco más las piernas-dijo Milo guiándome en esto, hice lo que me pidió y él se acomodó un poco mejor-Bien ¿lista?-pregunto mirando mientras tragaba saliva, no sabía quién estaba más nervioso, yo que estaba por perder la virginidad o Milo.
-Lista-dije afirmándolo, el me miro y beso mi frente, después de eso, las caderas de Milo se movieron y un fuerte dolor se concentró en el interior de mis muslos.
Agarre la mano de Milo y la apreté con fuerza. Ahogue un grito y apreté la mano de Milo con mucha más fuerza.
Otra embestida y el mismo dolor, otra más pero ahora el dolor comenzaba a cesar, otra más y ahora pude sentir lo que Sia me dijo cuando tuvo su primera vez, esa encantadora sensación después del dolor, comencé a moverme al mismo ritmo que Milo y el sudor y los gemidos vinieron después, esa sensación era encantadora, me sentía libre, poderosa, era como otra yo.
El clímax nos alcanzó a los dos y ambos soltamos un fuerte gemido, después Milo cayó sobre mí y sentí como mis parpados se cerraban, estaba agotada, acaricie el cabello de Milo mientras este respiraba agitado después de unos segundos la oscuridad me nublo la vista y quede profundamente dormida.
(...)
Estire mi brazo por el colchón en busca de un cuerpo cálido pero lo que recibí solo fue el frio de las sabanas.
Mire por sobre mi hombro y Milo no estaba acostado en la cama, eso me preocupo, la habitación estaba en oscuridad, aún era de noche, recorrí la habitación con la miraba, una melodiosa melodía se filtró por mis oídos, mire hacia la puerta y hay estaba Milo sentado en el banco frente a un piano.
Saque las sabanas de arriba de mi cuerpo desnudo y cuando puse los pies sobre el suelo sentí la suave tela de la camisa de Milo, me agache y la recogí, me sentía bien, más que bien estupenda, tenía una sonrisa tonta en el rostro.
Me puse la camisa y la abroche hasta los dos primeros botones, me levante de la cama de puntitas de pie y camine hacia donde estaba Milo, la música que tocaba con el piano me era muy conocida, la conocía perfectamente.
-Claro de luna, una hermosa melodía-dije abrazándolo por detrás, apoye mi barbilla en su hombro, este dejo de tocar y me miro girando la cabeza.
-¿La conoces?-pregunto mientras me daba un dulce beso en la mejilla.
-Pues claro-dije algo ofendida me separe de Milo, camine al lado de este y me apoye en el piano mirándolo-Es mi melodía favorita y a mi padre también le gustaba mucho, recuerdo la primera vez que lo escuche, estábamos en mi casa con mi padre sentado al lado mío mirando la televisión, mi madre como siempre encerrada en su trabajo, estábamos aburridos y en eso mi padre me propone ir al teatro, le dije que sí y justo ese día daban un recitar de orquesta y bueno compramos las entradas y vimos todo completo fue algo mágico, tantos instrumentos y sonidos pero el que más me encanto en lo absoluto fue el piano-recuerdos de que cosas que pase con mi padre volvieron a mi mente y sentí un dolor en el pecho, agache la mirada no quería llorar ahora pero me era difícil.
-Todos pierden a alguien alguna vez-dijo Milo mientras tomaba mi mano-No ocultes lo que sientes-apretó un poco mi mano para darme ánimo y una lagrima cayo por mi mejilla, este me hizo una pequeña sonrisa y después se levantó del banco-Ven vamos a dormir-dijo y me llevo de nuevo a la habitación.
Me acosté en la cama y Milo atrás mío, nos tapó a los dos con las sabanas y con sus brazos me rodeo por detrás y me acurruco más contra él, sentí que depositaba un beso en mi mejilla y después posaba su mentón en mi hombro.
Solté un fuerte suspiro y cerré mis ojos, tratando de volver a dormir nuevamente. -Te amo ___ -susurro Milo muy cerca de mi oído.
Agarre la mano de Milo y lo abrace más fuerte.
-Yo también te amo-dije y después bese sus nudillos.

Mi alumna favorita, (Milo Manheim y tu ) Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora