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Corría por el pasillo de la escuela, Dios me había despertado algo tarde y ahora estaba llagando tarde a la clase de arte, era lunes, el domingo no había visto a Sia, ya que se fue a la casa de su abuela y no sabía cómo le había ido en la cita. Disperse todo pensamiento de mi cabeza, solo debía concentrarme en ir rápido a clases.
-_____-escuche su dulce voz que me gritaba desde atrás mío.
Me detuve y me gire para verlo, Dios estaba hermoso, tenía unos vaqueros azules, una camisa blanca junto con una chaqueta marrón.
-Ven un minuto-dijo casi en susurro, mire hacia todos lados, al darme cuenta que no había moros a la costa, me acerque a él, cuando estaba cerca suyo, este agarro mi mano y me condujo al baño de los profesores, las cosas ya estaban dichas, faltaría a la primera hora de clases.
Sin reproche alguno seguí caminando, entramos y este cerró la puerta detrás de nosotros.
-Hola-dijo acercándose a mí y agarrándome de la cintura. Sonreí algo tímida y comencé a rozar su nariz con la mía.
-Hola-dije inhalando su encantador perfume varonil. Milo agarro con ambas manos mi rostro y lo atrajo hacia él. El beso era intenso, era dulce, tranquilo, nada desesperado como la primera vez. Me agarro de la cintura y me elevo sentándome en la mesada del lavabo. Reí apenas y este hizo una seña de que me callara.
-Shhh...nos descubrirán-dijo y volvió a besar mis labios, con mis brazos rodee su cuello atrayéndolo más a mí, el abrazo mi cintura, abriendo un poco mis piernas y atrayéndome mas a su cuerpo.
Por falta de aire nos separamos pero mantuvimos las frentes juntas.
-Dios, parezco un adolecente enamorado-dijo y rió a los bajo-Tú me haces joven, tienes ese no sé qué, que hace que haga locuras, cualquier tipo de locuras, ¿qué tienes que me enloqueces tanto?-pregunto rozando su nariz con la mía, teníamos los ojos cerrados, el baño de profesores ahora era nuestro pequeño lugar feliz.
Aunque solo paso un fin de semana necesitaba sentir sus labios nuevamente. Me aleje de él y abrí mis ojos para encontrarme con sus dulces ojos color miel.
-Tal vez sea porque soy joven y te estoy pegando la juventud-dije y reí pero este me callo con un beso.
-Quería llamarte después pero no lo hice porque sería muy molesto y pensaba que te alejarías de mí-dijo mirándome y corriendo un mechón de mi cabello hacia atrás de mí oreja.
-Nunca me alejaría de ti -susurre limpiando un poco el lápiz labial de su labio superior. -Dios _____ Te quiero-susurro cerca de mis labios.
Espera lo dijo, dijo que me quería, mi corazón comenzó a dar pequeños brinco dentro de mi pecho y no aguante sonreí estúpidamente. Mordí mi labio y susurre.
-Yo también te quiero-
Lo acerque a mí y bese con ternura sus labios carnosos.
-_____ tienes corrido un poco el lápiz labial-dijo Sia tocándose el labio superior. Rápidamente saque un espejito de mi bolso y me limpie lo corrido.

-Listo-dijo con una sonrisa-¿Y ahora dime como ocurrió eso?-pregunto levantando una ceja. La mire y mordí mi labio.
-Me levante tarde y no me maquille bien-dije y me acerque a una mesa vacía, estábamos en la hora del almuerzo y yo tenía una bandeja de comida frente mío.
-Claro-dijo mirándome de reojo no muy convencida.
Nos sentamos en la mesa y yo abrí mi jugo para tomarlo.
-Dejemos de hablar de mí, ¿qué hay de ti? ¿Sucedió algo el sábado?-pregunte y vi que ella mordía su labio ligeramente.
-Dios, fue estupendo-dijo con una sonrisa agarrando mis manos-Primero fuimos a comer, a un restaurant muy hermoso, después dimos una vuelta, me conto cosas, reímos, charlamos lo común-dijo y tomo un sorbo de su jugo.
-¿Y después?-pregunte ansiosa.
-Después fuimos a su casa, sus padres no estaban por todo el fin de semana y pasó lo que tenía que pasar, no te diré detalles-dijo y rió avergonzada.
Reí con ella, sabía lo que había pasado, captaba la indirecta, me gustaba ver a mi amiga tan feliz, mire mi comida y mordí el trozo de pizza que estaba sobre la bandeja. De la nada alguien agarro la cara de mi amiga y le planta un beso, era Dereck, después de pasar su lengua por toda su cavidad bucal se separó de ella, seguro por falta de aire, con Sia nos miramos confundidas.
-Hola-dijo al final Dereck sentándose en la mesa con nosotras.
-Hola-le respondió Sia totalmente roja, reí a lo bajo por la cara de mi amiga.
-La pase muy bien el sábado, me gustaría volver a repetirlo-dijo Dereck, mordiéndose ligeramente el labio. Sia se sonrojo más y se mordió el labio también.
-Dime lugar y horario y veremos-dijo algo coqueta.
Esto ya se estaba pasando de tema así que deje de prestarle atención. Ellos seguían hablando de cualquier cosa mientras yo miraba mi pizza, que patética puedo ser a veces. Mi celular comenzó a sonar y rápidamente lo saque de mi bolso, era un mensaje, apreté el botón de abrir y lo leí.
*Y Ese Quien Es?
Para: _____
De: Milo*
Levante mi vista y busque a Milo con la mirada, lo encontré apoyado en una de las columnas del patio con la mirada fija en nuestra mesa.
Reí y respondí.
*Quién??
Para: Milo
De: _____*
Deje el celular en la mesa y espere su respuesta, mi celular comenzó a sonar nuevamente y lo revise.

*Ese, que está en tu mesa ¬¬
Para: ____
De: Milo*
Reí, Dios, eran síntomas de que estaba celoso, creía yo, claro. *Solo es un conocido, ¿Por qué? ¿Estas celoso?
Para: Milo
De: ___*
Le respondí y pose mi vista en Milo, pero lo que vi no me agrado para nada, Milo estaba hablando con una chica, pelo rubio teñido claro, remera por encima del ombligo, una zorra, y pantalón de jeans muy ajustado ¿no le cortaba la circulación o qué? Entrecerré mis ojos mirándolos fijamente, la rubia se hacia la mosquita muerta y le coqueteaba. La sangre me hirvió al ver aquella escena así que le envié un mensaje.
*Y Esa Quien Es??
Para: Milo
De:____*
Espere unos minutos y después mi celular volvió a sonar. *Solo una conocida ¿Por qué? ¿Estas celosa?
Para: ____ De: Milo*
No sé qué me fastidio más, recordar a la rubia o que allá utilizado mi misma frase, lo mire y el simplemente sonreía, contento por haber ganado la batalla.
*Si y mucho
Para: Milo
De: ____*
Conteste y me levante de la mesa, sin dirigirle la mirada ni a Sia ni a Milo.
Fui a mi casillero y lo abrí, un nuevo mensaje llego y lo abrí para leerlo.
*No tienes por qué estarlo, simplemente me pregunto algo, además es muy chica para mí y una pequeña zorra
Para: ____ De: Milo*
Reí al leer su mensaje, mire a mi alrededor para ver si estaba cerca pero no lo encontré, pegue un fuerte suspiro y cerré mi casillero.
(....) Toque la puerta del departamento de Milo, las clases de hoy ya habían terminado y tenía que reunirme con él esta tarde. Milo abrió la puerta y yo lo abrace y le di un beso en los labios.

-Hola-dijo y volvió a besar mis labios. Me separe de él y golpee su hombro.
-No me gusta que hables con chicas-dije asiéndome la enojada, entre a su departamento y me senté en el sillón.
-Simplemente me pregunto algo, además soy profesor, tengo que hablar con chicas y chicos-dijo sentándose a mi lado y abrazándome por la cintura.
-¿Pero no viste como te mirada o como te coqueteaba?-pregunte apoyando mi cabeza en su pecho y mi espalda en su cintura.
-La verdad que no-respondió.
-Hay Milo tan ciego vas a ser-dije riendo.
-Bueno soy algo viejo, no comprendo las indirectas de los jóvenes-dijo fingiendo una voz de anciano, reí y me acurruque más en su pecho.
-Dejemos de hablar de ella y concentrémonos en lo importante-dijo Milo y yo me separe de el para sentarme bien en el sillón.
-Si tienes razón-respondí mirándolo a los ojos
-¿Sabes lo que ocurriría si alguien sabe de nosotros? nadie puede saber de nosotros-dijo y yo rápidamente desvié la vista a la alfombra-¿____ a quién le contaste?-pregunto algo asustado.
-Solo a Sia-dije nerviosa
-¿Cómo vas a hacer eso? ¿y si se le ocurre decir algo?-dijo algo alterado y se paró del sillón para comenzar a caminar de un lado a otro-¿Sabes lo que pasaría si tu madre o alguien del colegio se enterara?, te quiero pero no quiero ir a la cárcel-
-Hey-dije y me pare del sillón, me acerque a él y lo abrace por la cintura, haciendo que nuestras caras quedaran a centímetros-No pasara nada, Sia es mi mejor amiga, jamás haría algo para lastimarme, ella es como una tumba-dije y bese su cuello.
-¿Segura?-pregunto algo dudoso Milo.
-Segurísima-dije y bese sus labios. Este agarro mi rostro con ambas manos y me acerco más a él.
-No podemos salir a ningún lado, si queremos vernos debes venir acá-dijo cerca de mis labios.
-¿Qué?-pregunte separándome un poco de sus labios-¿A ningún lado? ¿Jamás?-pregunte.
-Sí, lo siento-dijo, si esa era las cosas que debía hacer para estar con él, entonces ni modo, iba a cumplirlas al pie de la letra.
-Está bien-dije algo triste y bese sus labios.
Aunque me gustaría salir con él, mostrarle a todo el mundo que él era solo mío y de nadie más, que él ya estaba retirado del negocio, pero si esas eran las consecuencias de este amor prohibido, ¿podría decirse?, entonces haría cualquier cosa, solo para estar cerca suyo.

Mi alumna favorita, (Milo Manheim y tu ) Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora