Pequeños besos se depositaban en mi cuello, mejilla y sien, sonreí a medias y abrí mis ojos. El brazo de Milo aún me abrazaba por detrás y eso me alegro aún más.
-Buenos días, amor-susurro en mi oído.
Respire hondo inhalando el perfume de Milo que contenían las almohadas.
-Buenos días-dije girándome para quedar cara a cara con él, Dios se veía tan bien y olía bien.
Este beso mi frente y después mi nariz, bajo hasta mi labio inferior y término en mis labios dándole un suave y tierno beso.
-¿Qué hora es?-dije cuando al fin nos separamos.
-No se deben de ser como las 9am-dijo y me abrazo más a él, él se acostó boca arriba y yo puse mi cabeza en su pecho.
-¿Y qué hacemos despiertos a las 9am un sábado?-pregunte acariciando su pectoral desnudo. -Debo irme-dijo en un suspiro.
Levante la cabeza y lo mire con el ceño fruncido.
-¿A dónde?-pregunte curiosa.
-A lo de mi hermana-dijo y coloco un mechón de mi cabello atrás de mi oreja.
No quise preguntar más por qué no era de mi incumbencia pero "a lo de mi hermana" no era la respuesta que quería escuchar.
Volví a colocar mi cabeza en su pecho y este comenzó a acariciar suavemente mi pelo.-¿Quieres desayunar antes de irte?-pregunte mientras volvía a hacer formas sobre su torso.
-Me gustaría-dijo besando mi cabeza.-Me bañare y después hare el desayuno ¿está bien?-pregunto.
-Por qué no te bañas y yo hago el desayuno-dijo mientras apoyaba mi mentón en su pecho y lo miraba a los ojos.
-¿Segura?-pegunto.
-Claro, puedo preparar un desayuno no soy tonta-dije algo ofendida.
El sonrió a lo bajo y después beso mi nariz.
-Está bien-dijo levantándose.
Yo también me levante, agarre el baño primero, lave mi cara y peine un poco mi cabello, aun llevaba puesta la camisa de Milo que aún conservaba su olor.
Salí del baño y el entro después que yo.
Me dirigí a la cocina y me propuse a preparar un rico desayuno, puse tostadas, jugo, café, corte fruta todo lo que había en su refrigerador lo cual era mucho.
Cuando todo el desayuno estaba listo, lo puse en la mesita ratona de la sala y después me fui a cambiar al cuarto de Milo, me volví a poner el vestido que era lo que tenía y los zapatos.
Agarre mi bolso y salí de la habitación, cuando salí también salió Milo del baño, tenía una toalla rodeando su cintura, el pelo mojado y las gotas que le caían por el torso desnudo, como la primera vez que vine a su casa.
-Hola-dijo cuándo me vio, mientras secaba un poco su cabello. -Hola-dije con una sonrisa, se acercó a mí y beso mi frente.
-Iré a cambiarme, ahora vuelvo-dijo y después camino a su cuarto.
Camine al sillón y me senté en él, agarre una tostada y la mordí, abrí mi bolso y saque mi celular, no había ningún mensaje, ni de Sia ni de mi madre lo cual me alegro, le mande un mensaje rápido a Sia diciendo que ya iba en camino a su casa.
Cuando termine de guardar el celular, Milo salió con una ramera negra lisa y unos vaqueros del mismo color igual que sus zapatillas.
Me miro y sonrió, después se acercó a mí y se sentó a mi lado. -¿Quieres café?-pregunte.
El asintió y después sonrió.
Le serví café en una taza marrón y después se la entregue. Me serví yo también café y tome un sorbo.
-¿Estas bien?-pregunto mientras acariciaba mi cabello. Lo mire y fruncí el ceño.
-Si estoy bien ¿por? ¿Qué sucede?-pregunte confundida.El me miro y negó con la cabeza.
-Nada, ven quiero abrazarte-dijo y abrió sus brazos.
Me encogí de hombros y me acerque a él, apoye mi cabeza en su pecho y el me rodeo con sus brazos.
-¿Que sucede?-pregunte mientras acariciaba su pecho.
-Nada no es nada-dijo y hundió su nariz en mi cabello.
Me separe de él y lo mire fijo a los ojos.
-Si es por lo de ayer, estoy bien, más que bien, me siento feliz y más sabiendo que fue contigo y no con un tipo cualquiera-dije y me acerque a sus labios.
Milo dejo su taza y la mía de lado y después poso sus manos a cada lado de mi cara y me acerco a él. -Lo sé y lo siento soy muy paranoico-dijo y después nuestros labios se unieron en un tierno beso. -¿Qué hora es?-pregunto Milo después de separarnos.
-Deben de ser como las 10am-dijo y mordí mi labio.
-Debo irme-bufo y después tomo un sorbo de café.
-Si yo también debo irme-dije mientras me paraba y me acomodaba el vestido.
Le tomo unos minutos a Milo tomar las cosas que necesitaba.
-¿Listo?-pregunte mientras agarraba mi cartera.
-Si listo-dijo y se colgó la mochila al hombro-Creo que es mejor que salgas primero-dijo mientras se acercaba a mí.
-Sí, claro, secreto-dije algo triste.
Este sonrió a medias y después tomo mi cara y la acerco a la suya, nuestros labios se unieron en un encantador y apasionado beso.
-Te llamare mañana a la noche, porque hoy tal vez no pueda y nos veremos el lunes en el colegio ¿está bien?-pregunto mirándome a los ojos.
Asentí y camine a la puerta.
Este me beso por última vez y después salí del departamento.
(...)
-Gracias-dije saliendo del taxi que estaba estacionado frente a la casa de Sia, camine hasta la entrada, los padres de Sia no estaban, cada fin de semana salían a no sé dónde.
Me detuve frente a su puerta y me agache para sacar la llave de debajo del tapete de bienvenido, típico de la familia de Sia.
Agarre la llave y después la metí en el cerrojo, abrí despacio la puerta para no hacer ruido, seguro Sia aún seguía dormida, entre y cerré la puerta detrás de mí, deje mi bolso y los zapatos en el living, estaba algo cansada y lo único que quería hacer era dormir un poco más, subí en puntitas de pie las escaleras a la habitación de Sia, abrí la puerta y entre, en la cama había un gran bulto tapado de los pies a la cabeza, era un poco grande para ser Sia pero seguro estaba rodeara de los millones de osos y almohadas que tenía.
Me acerque a la cama y con cuidado me acosté en ella, me puse en posición fetal ya que me gustaba dormir así, me sentía mas cómoda.
Cerré mis ojos y solté un fuerte suspiro.
En eso siento que algo se mueve en la cama y después me abrazan por detrás, abrí mis ojos grandes y mire por mi hombro pensando que era Sia pero no.
Solté un fuerte grito y salí de la cama rápidamente.
Sia se despertó de golpee y comenzó a gritar, también la persona que me había abrazado se despertó y comenzó a gritar.
Era un chico, tenía el pelo corto y estaba sin camisa.
-Sia-grite mientras me calmaba.
-Dios que te pasa nena-dijo Sia mientras se frotaba los ojos.
-¿Quién es el?-pregunte confundida mientras lo señalaba.
-A...Si...em... ____ él es Mike, Mike ella es ____-dijo Sia señalando a cada uno con el dedo aun dormida.
-Hola-dijo el chico mirándome de pie a cabeza, cruce los brazos sobre mi pecho y lo mire-Creo que es mejor que me vaya-dijo Mike mientras se levantaba de la cama y se ponía los zapatos.
Se puso la camisa y se acomodó el pelo, Sia y yo lo mirábamos mientras se arreglaba sin decir palabra. -Llámame-le dijo Mike a Sia antes de salir de la habitación.
Aun con los brazos sobre mi pecho mire a Sia y está también me miraba, después de unos segundos en silencio rompimos en risa por lo ocurrido hace rato.
-Dios, mi cabeza esta matándome quiero seguir durmiendo-dijo Sia mientras se volvía a dormir. Me acerque nuevamente a la cama y me acosté al lado, ahora sí, de Sia.
-Parece que te fue bien ayer-dije con ironía recordando a Mike.
Sia no contesto, se había quedado dormida, respire hondo y cerré mis ojos.
(....)
Ya era lunes y la rutina se volvía a repetir, otra vez sentada en el mismo banco, faltaba poco para que terminaran las clases y querían que terminaran ya.
La única cosa buena de que era lunes era que podía volver a ver a Milo, ayer nos quedamos hablando un largo rato.Milo entro en el aula y saludo a todos con un gentil "Buenos Días". Se sentó en su escritorio y comenzó a hacer su labor como profesor.
Las horas, gracias a Dios, pasaron como rayo y ya sonó el timbre para que tomemos un receso, antes de salir me acerque a Milo, ya cuando todos se fueron.
-Hola-dije y lo rodee con mis brazos y le di un beso en los labios. -Hola-dijo y acaricio mi nariz con la suya.
-¿Y cómo estuvo tu fin de semana?-pregunte mientras me sentaba en el escritorio y lo acercaba con mis piernas a mí.
-Agitado, cansado, ¿y el tuyo?-pregunto mientras acariciaba mi cabello.
-Sábado, algo raro-dije mientras fruncía el ceño y recordaba lo que paso con Sia-Y el domingo tranquilo-dije y bese su cuello.
-Te extrañe-dijo abrazándome por la cintura.
-Yo también te extrañe-dijo con una sonrisa.
-¿Iras hoy a casa?-pregunto mientras se separaba de mí.
-No puedo-dije en un suspiro.
-¿Por?-pregunto.
-Debo terminar el retrato de arte, tu retrato, es para mañana y quiero hacerlo rápido-dije bajándome del escritorio.
-¿Pero si es mi retrato no tengo que ser el modelo?-pregunto confundido.
-Si pero no, te tengo siempre en mi mente, se cómo eres, además si voy a tu casa tal vez me distraiga y quiero sacar un diez-dijo y me acerque a él, bese sus labios y después me aleje.-Nos vemos mañana y te cuento todo lo que sucedió y como me fue, ¿está bien?-pregunte mirándolo, el soltó un fuerte suspiro y asintió.
Sonreí y lo volví a besar.
-Te amo-susurre sobre sus labios.
-Yo también te amo-susurro este, lo bese otra vez y después me fui del salón.
(....)
Las horas pasaron volando y yo ahora me encontraba en el suelo de mi habitación con las cosas de arte a mí alrededor y el lienzo frente mí, en mi mano derecha estaba mi lápiz y miraba con el ceño fruncido el lienzo.
Cerré mis ojos y pensé en Milo, la forma de sus labios, el color de sus ojos, su perfecta nariz, como es el contorno de su cara, y trate de transmitir todo eso a mi mano para hacer bien el trabajo.
Abrí mis ojos y sonreí de oreja a oreja, estaba lista para pintar.(...)
La puerta sonó y por ella entro Mika.
-Señorita la comida ya está lista-dijo Mika tímida en la puerta.
Parpadee un poco, ¿esperen cuánto tiempo ha pasado? ¿Estuve toda la tarde dibujando? Mire mi dibujo y este ya estaba terminado.
Sonreí satisfecha y después me pare.
-Gracias Mika-dije y salí de la habitación con ella.
Narra Milo.
Eran como las 9 de la noche y yo estaba sentado en el sillón, en la mesita ratona estaban todas las evaluaciones que debía corregir para mañana y a un lado de ella una cerveza algo fría, en el televisor había un partido de futbol, parecía que todo estaba tranquilo y en perfecto orden, algo raro pero no voy a quejarme.
Algo cansado recosté mi espalda en el respaldo del sillón y comencé a masajear mi sien. El timbre suena por toda la casa y algo sorprendido abro mis ojos ¿quién es a esta hora? Con un gemido de cansancio me levanto del sillón y camino a la puerta.
Cuando la abrí, mi corazón se detuvo y mi piel se helo.
-¿Qué haces aquí?-pregunte sorprendido y con la garganta seca.
-Hola amor-dijo la voz de Meg en el marco de la puerta.-Volví-dijo y se acercó a mí y con sus manos agarro mi rostro y lo beso.
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Mi alumna favorita, (Milo Manheim y tu ) Adaptación
Fanfiction"Te veo todos los días, sin embargo tengo prohibido decirte lo mucho que creo quererte, desearte, amarte" "Porque a veces lo prohibido y lo intocable es lo que atrae, lo que seduce, lo que hipnotiza y lo que más cautiva" ...........................