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Mi mente era todo un lió, estaba dividida en dos mitades, una era la parte enojada, sintiendo cosas extrañas que ni yo puedo entender y la otra despreocupada, con la sensación de que todo está bien, como si tarde o temprano esto ocurriría. No quería ser la típica novia celosa, no, jamás me gustaron ese tipo de mujeres, pero creer que alguien a quien quieres mucho y valoras, esta engañándote, es extraño.
Por una parte me siento frustrada, tengo ganas de golpear a alguien si llega a hacer verdad pero por otra como que me lo esperaba, ya que, por Dios él es un profesor, mayor que yo y muy guapo y yo solo soy una nenita con mucha suerte. Gire mi cabeza para mirar el reloj, era lunes, pronto sonaría ya que me había levantado antes que el despertador, bueno en realidad no creo que haya dormido, esto me tenía mal, ¿despertar antes que el despertador?, eso es una locura, está definitivamente no era yo.
El despertador comenzó a sonar y lo apague con un fuerte golpe levantándome de la cama. Estaba en el salón, el profesor Manheim no había llegado aún, mi cuadernillo apoyado en el pupitre con mis auriculares puestos. Ironic de Alanis Morissette sonaba fuerte en mis oídos, mi pierna temblaba por mi causa, signo vital de ansiedad. Dios esto estaba matándome y si era verdad, ¿qué haría? ¿Cómo reaccionaría? si era verdad le pediría de que me lo dijera de una vez para si el mal sabor del momento pasara.
El profesor Manheim entro al salón y recorrió el aula con la mirada hasta centrarse en la mía pero yo rápidamente la desvié, Dios esos ojos, si tenía que enfrentarme con él iba a ganarme, como resistirme a esos ojos color miel.
-Bueno días alumnos-dijo el profesor sentándose en su escritorio.
-Bueno días-dijimos todos a la vez sin ganas.
Cada vez que podía el buscaba mi miraba pero yo la desviaba rápidamente.
-Bueno abran el libro de temas en la página 34 y hagan toda la hoja, en ella encontrarán toda las explicaciones, esto entrará en el examen final-dijo y saco algo de su maletín y lo puso en su escritorio.
Lo mire por última vez y después centre mi vista en el libro. El salón estaba en completo silencio, estaba concentrada en el ejercicio número 5 que no lograba que me saliera, en todo el transcurso de la clase no le preste atención a Milo, mordí la punta de mi lápiz algo frustrada, en eso mi celular comenzó a sonar arruinando el completo silencio.
-Por favor señorita Peters apague eso-me regaño Milo.
Rápidamente lo saque de mi morral, algo avergonzada y detuve el sonido, todos me miraban pero después comenzaron a centrar su atención de nuevo en su tareas. Frustrada mire el celular, en el había un mensaje de......Milo.
Levante la mirada furiosa y lo mire a los ojos, el simplemente reía, le parecía gracioso avergonzarme frente a toda la clase. Mire el mensaje solo por curiosidad.
"¿Que te sucede? ¿Estas enojada?? Para: ____
De: Milo"
Enojada deje el celular en la mesa, ¿de verdad me pregunto eso? Estaba muy enojada y solo quería que esta estúpida hora terminara. El timbre por fin sonó, todos comenzaron a guardar sus cosas y a salir en filas del salón, algunos hablaban animadamente, salían en silencio o con sus celulares. Sia fue la última en salir, me levante de mi asiento y camine a la salida, pero antes mire a Milo, este estaba concentrado con unas hojas que uno de mis compañeros le entrego. Me acerque a la puerta pero no salí en cambio cerré la puerta, me di la vuelta y camine en dirección al escritorio del profesor, me pare justo frente a él y las palabras salieron como aire.
-¿Me estas engañando?-pregunte firme y decidida. Milo levanto la vista de las hojas y me miro con los ojos abiertos.
-¿Qué?-pregunto realmente confundido y sorprendido.
-Te lo preguntare una ultima vez y quiero que me contestes con la verdad... ¿me estas engañando Milo?-Dios esto resultaba muy incómodo, nunca tuve un novio oficial, no sabía cómo estar en estos temas.
Milo se levantó de su asiento y rodeo el escritorio, yo comencé a dar pasos hacia atrás pero no pude mas ya que un pupitre me detuvo.
-No claro que no-dijo Milo frunciendo el entrecejo. Se apoyó en el escritorio y me miro, Dios esos ojos color miel me derretían no podía verlos mucho tiempo porque me podían vencer.-¿Por...por qué piensas eso?- pregunto poniendo sus manos a ambos lados de sus caderas. Mordí mi labio, ¿me estaba diciendo la verdad? o solo era uno de sus tantos juegos.
-Ayer...cuando te llame...escuche la voz de una mujer y después colgaste la llamada tan rápidamente...que me entraron dudas-dije y lo mire a los ojos-Mira Milo si me estas engañando, está bien lo entiendo-esperen ¿por qué lo entendía? bueno tal vez no lo entendía pero lo venía venir, tan solo mírenlo, él es muy guapo y mayor y yo solo soy un Escuincla. El solo una pequeña risa y yo levante una ceja.
-No le veo la gracia-dije seria.
-Pues yo sí, esa que escuchaste el sábado era mi hermana, fui el sábado a su casa porque necesitaba algo de ayuda con unas cajas, nada más-dijo y volvió a reír.
Dios ¿su hermana?, ahora me sentía tan estúpida y avergonzada quería que la tierra me tragara en ese mismo momento.
-¿Tu hermana?-pregunte rogando que no fuera cierto.
-Si mi hermana-dijo ya algo serio.
-Milo lo siento, soy una estúpida, jamás pensé en que, perdón-pedí mordiéndome el labio nerviosa.
-No me molesta que estuvieras celosa lo que me molesta es que no me tuvieras confianza, ¿por qué pensaste que te estaba engañando? ¿Tan poco confías en mí?-pregunto indignado.
-Dios Milo no...mierda....mira, no es que no tenga confianza en ti, es que no tengo confianza en mí ¿entiendes?-este negó con la cabeza, respire hondo, de verdad tenía que hacer esto, esperaba que cuando dijera eso Milo entendería-Es que...tu eres hombre ¿no?-
-Emm...si...si soy hombre pero sigo sin entender-dijo confundido.
-Bueno eres hombre y los hombre tienen necesidades y a veces esas necesidades son más fuertes que uno mismo y...-
-Espera, espera, espera-me interrumpió Milo elevando los brazos para detenerme.-¿Tú piensas que te estoy engañando con otras mujeres solo porque no puedo tener sexo contigo?-pregunto y yo asentí-Dios ____ cuanta confianza me das, mira si tengo necesidades pero las se controlar y...-
-Lo siento por no poder darte lo que quieres pero es que no estoy preparada-dije interrumpiéndolo. Milo se acercó a mí y agarro mis manos.

-_____ sé que no estas preparada y no te voy a apurar u obligar a hacer algo que no quieras, te esperare el tiempo que sea necesario, no me importa si pasan semanas te esperare, hasta que te sientas totalmente preparada-acerco su rostro al mío y beso suavemente mis labios.
Fue de una manera tan suave, tan linda, que me encanto, creo que fue el beso que más me gusto desde que empezamos a ser novios. El timbre sonó haciendo que nos separáramos rápidamente.
-Debo irme-dije poniendo un mechón de pelo atrás de mi oreja.
-Está bien yo también debo irme, ¿te veré en casa o sigues algo enojada?-preguntó. Reí y mordí mi labio inferior.
-No, no sigo enojada y lo siento, te veré en tu casa a la tarde-me acerque a él y deposite un pequeño beso en sus labios-Adiós-dije y camine a la puerta sintiéndome una completa inútil por toda la escena que le hice a Milo hace unos minutos.
-¡¡PERO PASALA!!-grito Milo al televisor, estábamos en su casa, sentados en su sillón, Milo se veía realmente concentrado en el partido y yo me reía al ver su cara de concentración y como gritaba sabiendo que no lo escucharían.
Estaba algo aburrida y en casa de Milo no había tantas cosas que hacer, mire a Milo y él tenía los ojos fijos en la televisión, mire su perfil, Dios él era muy hermoso de donde lo vieras. Agarre mi morral y saque mi cuadernillo de dibujo, agarre un lápiz y comencé a dibujar su perfil. Comencé por su cabello, después su frente, él no se movía y hacia mi dibujo más fácil. Después de 20 minutos el partido termino y Milo apago el televisor.
-¿Qué haces?-pregunto con las cejas fruncidas.
-Un dibujo-dije concentrada en el.
-Muéstramelo-pido
-Todavía no está terminado, faltan algunas cositas, espera-dije poniéndole un poco de sombra con el lápiz a su mentón.-Listo-dije con una sonrisa-Acá esta-se lo entregué y el abrió los ojos grandes.
-Soy yo-dijo sorprendido.
-Claro tú eres mi musa inspiratoria-dije y agarre su mentón para besarlo.
-¿Sabes que quiero?-pregunte sobre sus labios.
-No, ¿qué?-pregunto dando un pico en mis labios, sonreí y me aleje de él.
-Una foto de nosotros dos-dije mordiendo mis labios, el me miro y levanto una ceja.
-¿Una foto? no creo que sea buena idea ¿y si tu madre agarra tu teléfono y se le antoja ver tus fotos?- pregunto.
-Tienes razón-dije asiendo puchero-Pero nos ocultaremos-dije sonriendo.
El me miro sin entender. De mi morral saque mi cartuchera y saque unas tijeras, arranque dos hojas de mi cuadernillo y le dibuje dos caritas súper tiernas. Los dos con una gran sonrisa.
-Una para ti-dije dándosela-y otra para mí, ahora cúbrete la cara y di "whiskey"-dije con una sonrisa.
Hizo lo que le ordene, saque mi celular y puse la opción de cámara, coloque la hoja con la carita feliz sobre mi cara y pose junto a Milo, apreté el botón y el flash nos alumbro.

-Salimos hermosos-dije mirando la foto en mi celular.
-No se nos ve los rostro-dijo Milo levantando una ceja.
-Hey, mira el lado bueno, tengo mi foto-dije y deposite un beso en sus labios.
El timbre sonó y nos separamos inmediatamente, miramos los dos a la puerta y después nos miramos nosotros.
-¿Esperabas a alguien?-pregunte nerviosa.
-No a nadie-dijo tragando saliva.
Narra Milo.
-¿Quieres que me esconda?-pregunto ____ mirándome a los ojos. -Si...digo...no...no lo sé-dije algo confundido.
-Creo que mejor me esconderé, tu ve a ver quién es-dijo ella agarrando sus cosas rápidamente y dirigiéndose a mí cuarto.
Me pare del sillón, el timbre volvió a sonar, era alguien impaciente ¿y si era Meg?, un sudor recorrió mi frente, solté un fuerte suspiro y me camine a la puerta. Mi mano temblaba cuando agarre el picaporte de la puerta, antes de abrir, mire en dirección a mi habitación, la puerta estaba cerrada, quien quiera que sea debía alejarlo de acá para que ______ pudiera escabullirse. Respire hondo y abrí la puerta, mis ojos se abrieron grandes al ver a la persona que estaba frente mío en el marco de la puerta.

Mi alumna favorita, (Milo Manheim y tu ) Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora