No sé si estoy despierto o si es un sueño, pero escucho la madera de la puerta rugir... Me pasa muy a menudo, los sueños se mezclan con la realidad y forman una especie de danza confusa. Aprieto los puños contra mis ojos adormilados, no sé qué horas son, pero seguro que pasa de media noche. Achico los ojos intentando ver en la oscuridad si la puerta se abre, pero no pasa nada por lo que intento volver a dormir, hasta ciertamente lo hace. Una sombra se mueve en la oscuridad, prendo la lampara de noche, pero no alumbra bastante.
— ¿Mamá, eres tú? —cuestiono, frotándome los ojos con empeño.
— Soy yo —escucho la voz de Jacquett, una versión distorsionada.
Jacquett es el tipo de persona que siempre habla en tono bajo, aunque este enojado, hoy su voz parece ser trozos de cristales esparcidos por mi habitación.
— ¿Cómo has entrado?
— Le he robado la llave maestra al señor Tanaga —da un paso para entrar a la habitación, las luces siguen apagadas.
De pronto el edredón que cubre mi cuerpo no parecer ser lo suficiente grande para mí o para este lugar.
— No sé qué haces aquí. Te escribí todo el día y no contestaste.
— Solo quiero dormir, Lyham.
— ¿En mi cama? —me siento, no escucho su respuesta y eso me preocupa —, ¿ha pasado algo?
— Quiero estar contigo... acostados —da pasos inciertos por la habitación, me preocupa bastante que mi madre nos escuche y sepa que tengo una maraña de relación con el heredero Johansson.
Palmeo la cama para que se suba, lo hace y busca mi mano debajo del edredón. Cuando estamos juntos sufro de amnesia, tengo la mala costumbre de olvidar todo lo malo que hace, mi estúpido corazón cree que lo necesita y nos engañamos todo el tiempo. Pero con él no siento que estemos en una relación clandestina, es más bien como si necesitase a un niñero, alguien que le cuide y siempre termino siendo ese alguien. Mi corazón no lo ve de esa forma, cada pequeña acción me impresiona, como estar acostados en la misma cama, aunque no nos besemos, tomarnos de la mano mientras nos llevan a casa o un saludo ocasional por mensajes de textos que nunca suelen tener segundas respuestas. Jacquett es del tipo de persona que no quiere perderme, pero tampoco tenerme.
Estoy haciendo lo que dije que no iba a volver a hace, ¿por qué soy un imbécil enamorado de un niño pijo con dulces pecas en todo el cuerpo?
— ¡Hola, soy yo de nuevo! —susurra acomodándose en la cama.
Me alejo, voy desnudo debajo del edredón y no quiero que lo note. Se sonríe porque percatándose y me salgo de la cama con la certeza de que no va a poder ver mi cuerpo desnudo en la oscuridad.
— Debo poner un pijama, ¿quieres una? —mi voz suena acelerada, me avergüenzo porque no quiero que note que estoy perturbado.
— Puedes quedarte así, es tu cama —no sé si le parece gracioso o me incita a algo.
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Mi Mejor Complicación ✔️
Teen FictionEn busca de una nueva vida, Lyham llega a la ciudad de Redland, donde su madre consigue empleo con una distinguida familia. Mientras aprende las reglas de su nueva vida, el engreído heredero de los Johansson comienza a gobernar sus pensamientos en u...