52: Cayendo todo sobre nosotras🌹

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La pista de baile esta demasiada llena, no puedo dejar de reírme porque por primera vez en toda mi vida me he subido en unas zapatillas de tacón, azul, al igual que mi vestido. Me han obligado a usar extensiones para simular una coleta, yo que me he pasado la vida entera cortándome el cabello por mi cuenta. Pero son cosas que se hacen por amor, por eso cuando suena Fallin'all in you —Shanw Mendez y la chica de vestido rosa pálido con lentejuelas mueve su coleta abriéndose pasos en mi dirección, no dudo ni un momento en tomarla por la cintura y bailar.

Winnie balancea sus hombros, su cabello alterna de uno a otro y muerde sus labios mientras apenas puedo respirar. Caramba, la amo tanto.

Cada vez que el artista entona el nombre de la canción, lo imita con una voz aguda, tiene los ojos cerrados y sus manos rodean mi cuello.

Me atrevo a besar a mi chica bonita, ella ha dejado todos sus vicios por mí, su dolor parece haber desaparecido y no le importa que me tenga que ir a Corea en tres meses, cuando sea mayor de edad voy a volver por ella, sé que nos esperaremos. Winnie siempre ha querido huir de Eygray, quizás Corea sea un buen lugar para ella y sus hermanitos.

Vamos a superar la secundaria, la universidad y la distancia, nos amamos bastante... Mi madre me apoya en esto, me hace valiente tomar su mano cada vez que tengo que enfrentar las burlas de las personas en los pasillos.

Las cosas son perfectas entre nosotras, la canción termina y vamos por unas bebidas al puesto, tomadas de la mano. Siguen sonando canciones de Shawn Mendez, una que otra de Camila Cabello... son sus cantantes favoritos y me he tenido que levantar una buena discusión con los del consejo estudiantil para añadir diez canciones de las favoritas de mi novia.

La pantalla de su teléfono se enciende, alcanzo a leer el nombre de Malik, uno de sus hermanos... Winnie sale del salón sin decirme nada, me quedo a esperarla, creo que volverá sonriendo y no. Me toma del brazo y me lleva a las afueras del gimnasio, sus ojos parecen tristes y le tiemblan demasiado los labios, alterna su celular de una mano a otra.

— Tenemos que llamar a un Uber, urgente —parece querer llorar, juega con su lengua y las muelas, en un gesto de frustración.

— ¿Va todo bien en casa? —me preocupo, tomo su mano y me aparta.

Teclea frenéticamente su celular, poniéndose en contacto con un chófer.

— Lo sabía, no debí venir —guarda su celular en la cartera, limpia una lágrima de sus mejillas —. Mis hermanos corren peligro...

— Tus padres pueden cuidar de ellos por esta noche.

— Mi padre es el peligro —camina de un lado a otro cuando nos encontramos en la entrada de la escuela —. No lo entenderías, no quiero explicarlo ahora, no preguntes.

Siempre he sabido que la relación en su casa es tormentosa, porque nunca ha querido presentarme a sus padres, una vez me dijo que no significan nada para ella. Sus hermanos son lo único que le importa, muchas veces hemos fantaseado con huir y llevar la vida de dos lesbianas cuidando de dos niños, lejos de nuestros progenitores. Para mí siempre han sido fantasías absurdas, porque nunca podría causarles esa preocupación a mis papás. Aún que me enoje con ellos, los amo demasiado como para huir de casa... Winnie no quiere hablarme, parece molesta conmigo mientras espera el automóvil, las cosas no solo parecen ir en picada para nosotras dos, Jack discute con lágrimas en los ojos con el chico de segundo que hemos designado como el encargado de guardar los coches.

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