Soy un problema

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Primer día del internado, aunque las clases comenzaron hace una semana, hoy sería el primer día de todos los chicos del internado, porque se supone que ya llegaron todos los alumnos.

Aunque gracias a que surgió todo esto de cambiarme aquí, solo asistí dos días de la semana pasada.

-¿Porque haces tanto ruido?-Pregunto sin abrir los ojos.

-Me estoy preparando para el instituto-Me dice Emily.

-¿Que hora es?-Le pregunto, me niego a levantarme.

-Son las siete-Me responde.

-¿Que?-Grito- A las ocho recién entramos a clases, nose porque no estas durmiendo.

-Siempre me baño antes del instituto.

-Estas loca, yo duermo hasta quince minutos antes de las ocho-Le digo, acomodándome en la cama, la miro, esta guardando cosas en su mochila, ya está cambiada, solo le falta peinarse.

-Pareces una nena de diez años-Sonrió- Me gusta tu forma de vestirte.

-Gracias-Dice nerviosa.

-Déjame hacerte unas preguntas-Sugiero.

-Claro-Me responde dudosa.

-Prefieres ¿Tacones o zapatillas?-Pregunto.

-Depende, me parecen lindos los tacones pero solo los uso cuando salgo con mis padre a algún lado-Dice.

-¿Siempre usas faldas?

-No, los días que hacen calor, no son muy  cómodas pero son más frescas.

-¿Amas el rosa no?-Me río.

-No de hecho, amo los colores pasteles-Dice sonriendo- Aunque aveces uso colores oscuros, pero son más lindos los pasteles.

-Eres una chica totalmente fresa-Le digo-Pero no tanto, me gusta.

-Y tú seguro eres de esas chicas de pantalones y que nunca se arregla-Me dice.

-No-Rio- Me gusta usar polleras y vestidos, pero tampoco soy fan de ellos, que decirte crecí al lado de Maddie Pocket-Sonrió- Y al lado de Mack Pocket.

-Amo como se viste la profesora Maddie-Opina.

-No le digas así-Digo seria- Dile solo Maddie.

-Pero no la conozco como para llamarla solo por su nombre.

-Eres muy-Me callo y pienso por unos segundos-Educada.

-Gracias-Ríe.

-No te lo digo de buena forma-Rio junto a ella.

-¿No te vas a levantar?-Me pregunta.

-No-Me tapo con la sábana por completo-No quiero ir.

-Pero tienes que hacerlo, a parte ya son las siete y cuarenta minutos-Me avisa- Se supone que ya tendría que haber salido de aquí, pero te esperaré, si quieres.

-Si, espérame-Me paro-A partir de hoy, jamás volverás a llegar temprano-Le advierto-Nunca.

-Creo que la directora nos puso juntas para que yo influya en ti-Dice-No tu en mi.

-Pobre cruela-Estallo en risa-No lo temes a mal Emmy, pero ni tu o la madre Teresa de Calcuta podría cambiarme.

Ella ríe y niega, se queda sentada en su cama, mientras espera a que termine de prepararme, a noche acomode toda mi ropa en el pequeño armario del estúpido internado, si soy una chica problemática y todo eso, pero amo la moda y tengo mucha ropa.