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Las nubes no aprecias querer abandonar el cielo, Draco intentaba pensar sobre esto con optimismo, peor.al.contrario que Hermione el no podía. Justamente el día.en el que se veía obligado a visitar a su padre el día se ponía.así de mal. Obligado iba el menor de los Malfoys, para el cómo si no volvía a ver a su padre.
Sentía que le estaban dando un trato distinto, los demás alumnos no podían ver a a sus familiares excepto en fiestas y allí estaba el saltándose las clases por ir a ver a su padre, que encima estaba encarcelado, que encima era mortífero y que encima ayudó atacar a un estudiante de la escuela por no decir varios.
Pero Draco sabía la razón de esto ellos sólo querían información. Los muy idiotas se pensaban que Lucius Malfoy le confesaron algo a su hijo. Menuda idiotez si ni siquiera antes le decía que hora era.
Dio un suave beso en la frente de Hermione antes de salir de la habitación. Le puso una pequeña nota en la mesita de noche.
Voy a ver al desastre de mi padre. Ten un buen día.
Pasó cogiendo una manzana al gran comedor, al salir por las grandes puertas divisó en el puente de la entrada un carruaje, muy tétrico. Se sentó dentro de el rodeado por dos aurores. Aburrido comenzó a buscar en su mochila.
Los aurores se alertaron y apuntaron con las varitas.
— Tranquilos, se llama libro. ¿Nunca habéis visto uno? Mirad, es como un cuaderno, con muchas cosas escritas que entretienen a chicos como yo, que se aburren en un viaje al que ha venido obligado. Así que si al menos me dejáis leer en paz lo agradecería por que preferiría mil veces hacer un examen sobre cuidado de criaturas mágicas antes que ir a ver al imbécil de mi padre.
Ambos adultos se miraron entre si. Las mejillas de ambos se pusieron acaloradas y siguieron con la vista al frente dejando que Draco leyera en paz. Apoyó su cabeza en la palma de su mano mientras su codo se hacía hueco en el marco de la ventana. Se cruzó de piernas y abrió el libro. Estuvo peleando con las hojas un buen rato y releyendo párrafos ya que no tenía ni un triste marcapaginas. Finalmente encontró la pagina y se sumergió en el libro.
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Los guardias se agarraron bien al carruaje. Los fuerte vientos que rodeaban Azkaban eran muy inestables y hacían mover todo el aparato. En cambio cuando miraban al rubio se sorprendían al ver su rostro sereno y sin despegar ojo de las hojas. Los únicos movimientos que hacía eran para pasar estas y mover algún mechón que se interponía en su campo de visión.
Bajaron y esperaron a que el menor hiciera algún movimiento cosa que no hizo. Lo llamaron varias ves sin lograr que les hiciera caa.
— ¿Pero este crió que se cree? ¡Abajo!
Draco levantó la vista. Se incorporó un poco mirando a ambos lados.— ¿Ya hemos llegado? —Cerró el libro con una mano y suspiró con una sonrisa.— Hermione va a llorar con este capítulo.
Bajó de la seguridad del vehículo y por fin sintió un escalofrió recorrer su cuerpo. Los Dementores campaban a sus anchas por el lugar y Draco podía escuchar los gritos de los internados.
— Por aquí. —Avisó uno de los aurores.
— Terminemos con esta mierda ya...
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Lo condujeron a una sala vacía con dos mesas a cada extremo de una mesa grisácea de piedra de la que salía musgo de un colo mugriento. Se dejó caer en el asiento no sin antes comprobar de que estuviese lo suficientemente limpio como para que Draco Lucius Malfoy posara sus reales posaderas en la silla más incómoda en la que había estado. Prefería sentar en una clase de adivinación con aquella profesora majara que tener que estar en un lugar así. No tenía nada de ganas de ver a su padre. Habían pasado demasiadas cosas y Draco no sabía como defenderse que decir, ni que no decir.
Esperó varios minutos que se le hicieron horas y por unos momentos pensó que lo irían a encerrar en semejante pocilga por ser hijo de un Mortífago. Se levantó de golpe y encaró al guarda.
— Vendrán enseguida. —Cortó de inmediato el auror. Le indicó que se sentara nuevamente y casi estrujándole el hombro lo hizo sentar. Draco escuchó unas cadenas acercándose, se deslizaban chirriantes por el pasillo. La puerta se abrió dejando ver a su padre. Lucía mal cuidado, cansado a la vez enfadado. Draco tragó saliva.
— Ni un truquito, los dementores están cerca. —Avisó la mujer que había traído a su padre. No supo si era una advertencia para su padre o para el. Lucios arrastró una bola de metal negra atada a una fuerte cadena, sus manos estaban esposadas y la mujer cuando el se sentó le colocó unas esposas atadas a la silla anclada al suelo, le lanzó otra mirada envenenada y soltó sus manos. El hombre se apretó las muñecas y las movió. Draco observaba incomodo todo en su lugar. La mujer lo miró a el sin relajar su rostro.
— Hablad. —Soltó posicionándose en una pared.
— Como si fuera tan fácil. —Draco desvió la mirada a la mujer morena. Su padre lo observaba de arriba a abajo casi parecía que quisiera ver dentro de el. Cansado de que no hiciera ningún movimiento hizo ademán de querer irse.— Por mi puedo volver a Hogwarts. Me apetece montar en escoba.
— ¿Sigues en el equipo? —Draco se giró y asintió.— ¿Sigues siendo buscador?
— Y capitán. Tenemos las de ganar este año, claro si no vuelven a pasar accidentes. —Dracorecordó la tremenda hostia que se había dado con Harry por culpa del mediocre hechizo de Ron.
— ¿Tu madre?
— Mi madre está fatal, aun que diga lo contrario. —Escupió.— Ya tenías el suficiente dinero como para no trabajar en tu vida entera y así has terminado. La has jodido bien.
El rubio menor se sentó en la silla.
¿Esto se va a poner interesante?
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Reviví, pero volveré a morir. Estoy hasta el cuello de exámenes pero al menos tengo otro capítulo ya preparado, perdón por las largas esperas. Los fanfics que más actualizo están en mi perfil no son Dramione pero agradecería que los leyerais
¡Gracias por leer mis pequeños Wattpacitos!
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Lazos Cruzados《Dramione》
Fanfiction¿Que pasaría si Hermione Granger y Draco Malfoy comparten cuarto? ¿Se odiarán aún más o, despertará el amor? Estos dos curiosos individuos se verán envueltos en distintas y algo alocadas situaciones viviendo entre las mismas cuatro paredes.