like real people do

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((Ship: joshler))
((Advertencia: homophobia))

No sabía hacía cuanto había estado acostado en el lugar donde estaba, pero sabía que ahora el sol estaba empezando a ocultarse, mostrando tonos rosas y morados mezclados con el azul del cielo que apenas lograba ver por algo que le tapaba la vista, ¿Qué era eso que le impedía ver el atardecer? No sabía, pero no se hacía problema por eso.

Se sentía en paz, serenidad total, solo había escuchado pájaros cantar y la suave brisa haciendo que ramas y hojas choquen unas con otras en un ritmo melodioso por lo que parecía días, meses, quizás un año, aunque eso no tenía mucha veracidad gracias a que probablemente hubiera visto más lunas pasar. Tal vez había muerto, quizás eso significaba morir, quedarse observando el mundo pasar frente a tus ojos y no poder hacer nada al respecto, disfrutar del lugar donde te encuentras, convertirte en uno con tus alrededores y existir simplemente para existir.

Pensó que si se quedaba lo suficiente en ese lugar el césped que podía sentir de vez en cuando si movía sus dedos un milímetro lo envolvería por completo, o tal vez ya lo estaba haciendo, y eso era lo que no le dejaba ver bien, tal vez empezarían a crecer flores en su piel, amarillas, de sus favoritas, podría observar atardeceres y anocheceres por el resto del tiempo y se sentiría como lo hace en estos momentos, parecía el lugar perfecto para pasar el resto de la eternidad.

Sintió una brisa pasar por su cuerpo, dándole un pequeño escalofrío, supuso que esa era la prueba para mostrarle que no había muerto, lo cual no le preocupó, ni le alegró, así que siguió mirando los colores del cielo, observando las nubes moverse y cambiar de formas, todo parecía parte de un gran espectáculo por el cual podría haber pagado cientos de dólares para ver, pero sabía que eso era parte de la naturaleza, que lo único que tenía que hacer para seguir viendo ese espectáculo era mirar hacia arriba.

Y ese era el plan hasta que escuchó pasos no tan lejos de donde estaba, distrayéndolo de ver el atardecer. Su vista se enfocó en el sonido, logrando ver una silueta de un hombre, quien caminó hasta terminar en un punto cualquiera, de todos modos cerca de él, no podía distinguir la mayoría de sus fracciones gracias a que el sol ya se había posado y la luna empezaba a salir, pero pudo ver como se arrodillaba en el piso, sus manos empezando a cavar en la tierra. Miró todo lo que hacía, a falta del atardecer, observó cómo sacaba algo de una mochila, no podía definir que era, pero vio como lo dejaba en la tierra y volvía a poner tierra sobre el hueco. Fue cuando terminó de hacer eso que prendió una linterna, tan brillante que lo cegó e hizo que moviera su cabeza, creando un ruido que resultó en pasos yendo hacia donde se encontraba.

El hombre terminó frente suyo, linterna apuntándole en el rostro, haciendo que cierre los ojos y espere a que la luz se vaya.

-¿Estás bien? –el hombre preguntó con cierta confusión, su voz dulce como jarabe de maple en un panqueque caliente, pareció darse cuenta de que la luz era muy brillante y la movió de lugar, haciendo que finalmente abra los ojos, podía ver un poco mejor sus fracciones ahora, lo que más resaltaba eran sus ojos, los cuales brillaban como dos estrellas en el cielo.

El hombre le extendió la mano, la tomó y sintió un leve peso soltarse de su cuerpo, miró sus piernas y las observó llenas de flores rosas, un rosa suave y delicado.

-¿Cuál es tu nombre?

¿Cuál era su nombre? No estaba seguro, tal vez ni tenía un nombre, supuso que en un momento recordaría.

-No sé –fue su respuesta, siendo levantado por el hombre hasta terminar parado en sus pies, se sentía raro ya no estar acostado en el césped, pero al mismo tiempo parecía que su espalda se lo estaba agradeciendo por la sensación que corría por esta.

¡+! tøp one shots ¡+!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora