~26. DE AZUL A NEGRO

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~KENNA~

Mis ojos se quejaron por la luz, el calor de mi cuerpo estaba perfecto y solo si agudizaba mis oídos podría escuchar los latidos de un corazón.
Abrí un ojo quedando consternada, el sueño por fin se había ido de mí y la comodidad en la que estaba de mis pensamientos fue remplazada por un agudo dolor de cabeza; Palme el cuerpo al que me abrazaba y asustada observe a Raúl dormir, mire su cabello despeinado, sus labios entreabiertos y su cuerpo cubierto por la ropa de la noche anterior, me mire yo y me encontraba en las mismas condiciones.
¿Cómo es que llegue aquí? Llegué a preguntarme, cerré los ojos con frustración pues el dolor seguía en mi cabeza, con sigilo salí de la cama esperando no despertar al hombre que me brindo calor por la noche. No podía estar enojada con él por quitarle el lugar a Oliver de mi cama, de echo me entraba de una manera intensa él saber que paso entre ellos para terminar acabando ocupando el lugar del otro. Al llegar al cuarto de baño me mire en el espejo, mi cara se veía horrenda, un tanto hinchada y con grandes marcas bajo mis ojos. Me dispuse a lavar mi cara y hacer mis necesidades fisiológicas, podía notar como mi cuerpo se sentía extraño de alguna manera, quizás era mi estómago revuelto o el dolor que provocaba el caminar en los talones de mis pies. Entre nuevamente a la habitación, acomodo mi ropa en su lugar y tomo la carta que reposaba sobre la mesita de noche, no recuerdo haberla puesto ahí, mire a Raúl quien aún dormía y me encamine al pequeño balcón con vista a la playa, me recosté sobre una de las sillas del exterior y me dispuse a ver el sobre en el cual estaba en una perfecta caligrafía escrito "Osito Pocky".

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-¡NIÑA! – Grito Oliver para después alcanzarme en la nueva habitación de hotel. Eleve mis cejas esperando que hablara. –Tengo algo para ti. –De su camisa playera saco un sobre blanco. –No lo abras ahora, lee cuando estés sola, o sin mi presencia, lo consideraría un poco cursi.

Tomé el sobre que descansaba en sus manos.

-El cumpleañero es Raúl. –Me burle un poco. – Gracias. –Le sonreí y pasé mis brazos sobre su cintura en un muy cálido abrazo.

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Sonreí aun recordando cómo había llegado ese sobre a mí, desde esa tarde me estuve controlando para abrirlo, era un gesto tan lindo, pero tan misterioso. Sin embargo, no lo abrí, no consideraba que era el momento correcto sabiendo que estábamos por celebrar el cumpleaños de Raúl.

Ahora, no puedo soportarlo más y rasgue el sobre con sumo cuidado, desdoble la hoja que venía dentro.


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-¿A.R? –Susurré tocando con la punta de mis dedos mis labios tratando de saborear esas dos sencillas palabras, pasé mis dedos por la perfecta caligrafía, sonreí mirando aquel pedazo de papel, mi Oliver -Si es que puedo llamarlo así- ¿Cómo es posible que un chico tan dulce pasara por tantas tragedias en su vida?, un par de lágrimas traicioneras salieron a la vistan, aquel hombre de ojos azules es y será considerado para siempre mi hermano, no necesito más pruebas de la vida para saber que él y yo llevamos un conexión de lo más intensa que no es posible de obviar, mis sentimientos crecen de gran manera cuando estoy con este hombre, un amor puro, indestructible.
Mi sonrisa se engranda y una sonora carcajada brota de mi cuerpo, sin duda el escrito no tiene "pies o cabeza", pero sé que todo salió de su corazón.
Reviso la fecha y caigo en cuantas que esta carta llego a mi manos 14 días después de ser escrita, ¿Por qué se habrá tardado tanto en entregarla?
Vuelvo a repasar las palabras con mis dedos y le dedico más tiempo repasando la firma del final. - ¿A.R? –Vuelvo a susurrar.

~~TRAFICANTES DEL AMOR~~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora