~~TRAFICANTES DEL AMOR~~

~28. TENSIÓN

Sentados alrededor de la televisión mientras observábamos un aburrido programa de cocina, nos encontrábamos descansando desde aquel emotivo "reencuentro", charlamos lo suficiente como para poner al tanto a Raúl sobre mi nuevo descubrimiento de identidad de Oliver, si bien, mi mente se siente en conflicto pues por más que quiera asociarlo con su nombre real he tomado la decisión de seguir utilizando su "nombre en misión" pues es más seguro para todos en esta sala, también soy consciente que "Oliver" lo preferiría de esa manera.

-¡Será hora de movernos! –Rompió el silencio Raúl. - He checado el mapa y estamos a 5 horas de nuestro siguiente destino, si nos damos prisa llegaremos al anochecer. – Mire a Oliver de reojo y eleve mis cejas en señal de alarma.

-Yo iré a dormir un poco más. –Avisé y me dispuse a levantarme del cómodo sofá en donde me encontraba. –Me gustaría quedarme para detener posible guerra entre ustedes. – Sonreí irónicamente he inicie movimientos con mi cabeza en negación. –Pero será mejor darle un descansó tanto a mi mente como a mi cuerpo, estos últimos meses han sido muy difíciles de soportar. Un poco de mantas calentitas me irán bien. – Me alejé lo suficiente como para perder de vista esas intensas miradas que me proporcionaban y subí las escaleras a la velocidad total que me permitían mis piernas.

~RAÚL~

-¿Algo que explicarme? – Interrogue a Oliver mientras él seguía concentrado en su computador.
- Nuevo plan. – Hablo él. –Nos quedaremos en L.A. Kenna y yo razonamos que sería inteligente confundirlos un poco a todos aquellos que nos siguen. –Su mirada jamás conecto con la mía y sin embargo él se notaba tan confiado de sus palabras.
-¿Y lo decidieron sin más? ¿No podrían haber esperado a que estuviéramos reunidos para tomar decisiones? Aun así pienso que es un pésimo plan, ¡Avanzaremos Oliver!. – Su mirada por fin cayo en mí y paro el movimiento de sus dedos sobre el teclado. Por primera vez su mirada me decía algo diferente, era una incógnita no antes vista, algo había cambiado en él pues su mirada ya no delataba un "Sí, Raúl." Era todo lo contrario.
- Puedo recordar perfectamente que las decisiones hasta el momento han sido tomadas únicas y exclusivamente por ti, así que no pidas una reunión cuando no nos has dado el derecho de decidir sobre nuestras vidas.
- ¡Vamos Oliver, hermano! Sabes que siempre veré por el bien de ustedes, escúchame bien, yo sé lo que nos conviene, avanzar sigue siendo la estrategia. –Mi voz trataba de sonar convincente, pero su mirada hacia tambalear mis palabras.
- Se queda como lo has escuchado Raúl. Y me gustaría que vieras los nuevos informes. – Extendió su computadora a mis manos y la tome para dejarla recarga en mis piernas, una rápida mirada a la pantalla confirmaba el historial hasta el momento. – Solo pulsa la "Barra de Espacio". – Miré en su dirección y asentí, su cuerpo se recargo completamente en el sofá y entrelazo sus brazos, pero sus ojos nunca abandonaron mis movimientos.
-Aún pienso que deberíamos tomar maletas y montarnos en la camioneta. – Pulse la tecla del computador esperando ver más informes. - Será más... - Mis palabras se quedaron en el aire pues la pantalla cobro vida en movimientos rápidos hasta dejar en ella una imagen un tanto borrosa, inicio un video tomado desde una de las cámaras de vigilancia de mi casa en el campo, mis ojos capturaron el momento en el que Kenna cae al suelo después de ser golpeada por la soga que sostenía en mis manos. Mi cara se llenó de vergüenza, y la pantalla no dejaba de reproducir imágenes de aquel día, ahora se mostraba como rompía cada cosa que tenía a mi alcance y a Kenna arrinconada temerosa entre las paredes de la casa. Eleve mi cara para toparme duramente con los ojos de Oliver quien solo observaba callado desde su lugar.
-Nos quedaremos Raúl y espero que te haya quedado claro. –Finalizo Oliver. Guardamos silencio hasta que él arrebato la computadora de mis manos.
- Yo... lo lamento. – Susurré avergonzado.
-¡No!. –Corto Oliver. – No es a mí a quien tienes que decirlo, y te diré algo, si lo dirás de la misma manera en que lo has hecho conmigo, mejor ahórrate las palabras. No se necesitan unas palabras por compromiso.