Después de la confesión de Raúl decidí hacerle caso y gire de regreso al estado normal del asiento, cruce mis brazos sobre mis pechos y millones de preguntas surcaron mi mente, pero ya tendré tiempo para asaltarlos verbalmente más tarde.
Aunque una cosa me mantenía nerviosa.
-¿Ellos están bien? –Pregunte en un susurro esperando que fuera lo único que contestaran. Oliver frunció el ceño. –Mi padre, Kenneth. ¿Están bien? –Especifique quienes, aun esperando la respuesta.
-Fueron entrenados por los mejores agentes. Están bien.-Contesto Raúl al largo de varios minutos. Y una pequeña sonrisa ilumino su cara.Acepto que me aleje de mi padre y hermano cuando me volví rebelde y salí de casa a los 17, perdí el contacto paternal con mi padre y a mí hermano lo veía cada dos meses. Pero el amor que les tengo es suficiente para preocuparme de ellos.
¿En dónde estarán? ¿Quién los ayuda? ¿Se preocuparan tanto por mí como yo lo estoy de ellos?
Y sin embargo otros acertijos seguían en mi cabeza.
¿Mis abuelos, detectives?
No imagino de detectives a los padres de mi padre, cuando era pequeña me contó la historia del cielo y que necesitan gente buena para ayudar a la humanidad desde lo más alto de las nubes. Una historia para decirle a su hija de 3 años que su abuela había muerto. Y su padre nos visitaba de vez en cuando a la casa, hasta que llego el punto en que tomaron una decisión difícil y lo metieron a un asilo, fue voluntad de mí abuelo, decía que en un asilo conocería amigos y tendría una enfermera para ayudarlo, para ese entonces yo tenía 9 y lo visitábamos todas las semanas, 2 años después murió.Pero quedaban los padres de aquella señora que nos abandonó, "Los ancianos Schmidt" como me gustaba llamarlos siempre y cuando mi padre no me escuchara.
-Diles "Abuelos" –Fue lo que mi padre dijo antes de jalar mi oreja y golpear mi hombro.
La verdad que esos ancianos no estaban tan viejos y el señor tenía infinidad de rifles de casería en las vitrinas de su casa, lo cual cualquier detective podría manejar. Pero tampoco podría sospechar mucho de ellos. Deje de verlos a los 13 años, fue la primera vez que me revele a mi padre y le grite que no quería saber nada sobre aquella mujer que nos dejó, incluyendo a sus padres, pues no quería premios de consolación.
Esa vez hice sentir a mi padre mal, y verlo con sus ojos tristes me partieron el alma, después de gritarle llore frente a él y corrí a abrazarlo, él solo extendió sus brazos y sollozo en mí hombro.Él entendió mi negativa al ver aquellas personas.
Pero yo jamás entendí por qué darle tanta importancia a una mujer que lo abandono con dos hijos.
Mi padre nunca hablo mal de la señora que me dio a luz, al contrario, decía maravillas sobre ella. La defendía y quería hacerme entrar en la cabeza que es mi madre y debo amarla, Kenneth fue el único que estaba feliz al escuchar de esa mujer, mi hermano mayor tiene más tiempo y espero que tenga buenas razones para no tener una postura como la mía.
Muchas veces le pedía una explicación a mi padre sobre aquella mujer, quería la verdad y el solo respondía con lo mismo.-Es asombrosa, nos ama y te pareces tanto a ella. –Revoloteaba mi cabello con su mano y yo salí enojada pues sabía que jamás me parecería a esa mujer. Era una ofensa para mí que él dijera eso.
En algún momento de mi vida, cuando conocí a Sarah, empecé a creer que quizás mi madre había muerto.
-Muchos amigos no tienen papá.-Me platicaba la pequeña Sarah de 14 años.
-No tienen papá, porque les dijeron que irían por cigarros a la tienda y jamás volvieron. –Contraataque yo, sentándome en el piso de su habitación.
-¿Tú mamá fumaba? –Ladeo la cabeza mientras terminaba en su cuaderno la tarea.
-No lo sé, no me importa. –Tomé varias plumas de la mochila y como maldad firme en la hoja de Sarah.
-Oye! ... -Grito enojada queriendo rayar mi cuaderno. Nos reímos por un buen rato hasta que volvió al tema. -Y sí tu mamá no se fue. –Cerro los ojos analizando las cosas.- Bueno ... si.... –Ella estaba tan confundida como. Pero termino preguntando.- ¿Y si se murió?
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~~TRAFICANTES DEL AMOR~~
Akcja[EN PROCESO] Mentir, escapar, esconderse, todo eso y más, mucho más es lo que tendrán que hacer para huir del peligro. ¿Cuánto se puede vivir llevando una gran carga sobre tus hombros? ¿Qué estás dispuesto a dar para cuidar a los tuyos? Existe un...