20 minutos después ya estaba abajo, traía el vestido azul marinó que llegaba más arriba de las rodillas y tenía un corte de corazón en el pecho y mis conver's negros, no usaría tacones, y por solo ese berrinche decidí por mis converse. No me veía nada mal, traía mi pelo suelto y ondulado, hacia conjunto.
Raúl por su parte, se ajustaba a unos pantalones con el mismo color del vestido junto a una camisa blanca la cual tenía remangada hasta los codos y a combinación un moño negro al igual que sus zapatos perfectamente limpios. Este me condujo a su automóvil que se encontraba en una parte que realmente no había visto, era como una especie de garaje en el jardín, solo que ese garaje contenía tres puertas, la primera con salida a la calle, la segunda por la cochera y la tercera por el patio trasero. Por lógica no me iba a sacar por las primeras puertas ya que era obvio que escaparía. Me subió al lado del copiloto y de la misma manera antes de cerrar puso el seguro para niños, se subió el y cerro su puerta, puso su cinturón y después el mío, tomo una pequeña venda negra y se acercó lentamente a mi cara la cual yo aleje.-¿Qué haces? -Pregunte ante su actuar.
-Si descubres done vivo, corro peligro -Volvió a acercarse a mi cara y en un movimiento rápido puso la venda en mis ojos. Pensé que eso era todo, pero, tomo una de mis manos y después la otra y las posiciono detrás del asiento para después amarrar.
-¿Eso es todo? -Dije vacilante- ¿No deseas ponerme cinta adhesiva en la boca? ¿O una manzana?
-No, si lo hiciera no podría apreciar tus labios.Y callamos por un buen rato. Abrió con un pequeño control la puerta y salimos, antes de arrancar este la volvió a cerrar y empezó a andar condujo 1 hora en completo silencio, de momentos sentía su mirada en mi pero la quitaba cuando se sabía que yo me daba cuenta de eso. Hizo una parada. Puso sus manos sobre las mías y desato las cuerdas. Ya con mis manos desatas destape mis ojos y mientras bajaba mis manos a mis costados este agarro haciendo que girara para mirarlo, tenía una profundidad en sus ojos y su labio brilloso por su saliva. Subió sus manos hacia mi cara y acaricio lentamente mi mejilla.
-Enserio quiero ser tu amigo -Dijo y miro mis labios. Pegue mi cara hacia la ventana.
-Yo, no -Dije seria
-Es la única manera de ser felices
-Yo era feliz sin ti
-Claro, eras feliz con una vida ordinaria-callo un momento al darse cuenta que esto se estaba volviendo una pelea- por favor -suplico- seré el chico que tú quieras que sea. Un chico bueno, un chico malo, solo dímelo.
Lo mire un poco y mire hacia el frente, una carretera con pocos automóviles, claramente fuera de la ciudad.
-¿A dónde vamos?
-Iremos a cenar
-¿Tan lejos? , ¿Te das cuenta de que estamos en medio de la nada?
El silencio reino en nosotros, solo su mira insistente en mí.
-Enserio quiero llevarme bien contigo, sé que eres una buena chica y te prometo que cuando me conozcas cambiaras tu punto de vista hacia mí, porque sé que no es el correcto -prendió el motor del automóvil y puso marcha a este.
-¡Vaya! que observador eres.
Rodo los ojos y condujo durante media hora más y llegamos a un pequeño pueblo, estaciono el automóvil y se bajó de él, abrió mi puerta y salí mientras él me tomaba de la mano, me acomode el vestido y vi como aseguraba el auto.
-Soy un bruto... No te había comentado que te vez hermosa, aunque no hace falta pronunciarlo porque tú lo sabes -Dejo mostrar su perfecta dentadura.
-Gracias, tú te vez como mi papá, ¿qué es eso? ¿calva? -me levante de puntillas con los pies para revisar su cuero cabelludo. El cerro los ojos buscando paz y con su mano libre acomodo su cabello para después acomodar una parte de mi cabello y avanzo conmigo tomados de la mano, pasamos por medio pueblo caminando así; hasta que llegamos a un muy sofisticado restaurante.
-¿Tiene reservación? -hablo el chico del pequeño mostrador.
-Así es. Ortega
El chico busco en el computador mientras que Raúl sacaba una tarjeta de su bolsillo.
-Mesa para cuatro, en el área exterior, ¿Viene con usted las otras dos personas?
-No tardaran en llegar
-Correcto, por favor síganme
El chico avanzo por todo el restaurante hasta llevarnos al jardín con unas hermosas fuentes y todo adecuadamente ordenado; Raúl se apresuró en correr una silla en la cual me senté y el tomo el lugar de al lado, el chico dejo los menu's
-Que pasen linda velada -Menciono y se retiró.
Raúl apretó mi mano y miro su reloj
-¿A quién esperamos? -Lo mire.-Hijo -Se escuchó detrás de nosotros y Raúl se levantó.
-Padre -Estrecho la mano con aquel señor detrás de nosotros-Mira padre, te presento a Kenna-Me tomo del hombro para levantarme del asiento- Kenna el es mi padre José Luis Ortega
Aquel hombre me miro detalladamente, posó sus ojos en los míos y sonrió de una manera tan sincera, el señor Ortega era muy parecido a Raúl por algo son padre he hijo.
-Hija....Raúl me ha platicado demasiado de ti, eres preciosa, Un gusto conocerte -Tomo de mi mano y me dio un buen cálido abrazo.-¿Y mi madre? -Pregunto Raúl, apartándome de su padre y acomodando la silla para retomar mi lugar; después de mi el Señor Ortega tomo lugar delante de Raúl y su hijo volvió a sentarse.
-Ha estado muy ocupada con el trabajo, le he dicho mil veces que deje eso, no necesita trabajar, todo lo que quiere se lo doy yo-Hizo una pequeña pausa- Pero bueno mujeres, las consecuencias de estar casado, luego lo entenderás hijo -Le sonrió a su hijo y me dedico una mirada con un destello en sus ojos.
Sentí algo frío presionar mi muslo Raúl apretó mi mano por debajo de la mesa y acaricio con la yema del pulgar mis nudillos. Mire de la manera más discreta mi muslo y lo que observaba calentaba mi sangre de la manera más rápida, mí secuestrador tenía entre manos una navaja.-Aun así esperamos ir a visitarlos después de este fin de semana; tu madre está muy entusiasmada por conocer a su futura nuera, ya sabes el entusiasmó de las madres por conocer a el amor de su hijo. -Hablo el señor.
-Claro, toda la familia debe de conocer a el amor de mi vida, la futura madre de mis hijos -Me dedico una sonrisa de loco enamorado y después miro a su padre; rio junto a él y tomaron un poco de vino que ya tenían preparado.Ambos hombres ignoraban mi falta de comunicación, estaba aterrada, apenas dos días de mi gran robo y el señor piensa que lo conozco de toda la vida, la vocecilla de mi cabeza me gritaba que corriera, me alejara de ellos, dí un sorbo a la copa observando como padre e hijo estaban enfrascados en su propia conversación sobre trabajos, mire a Raúl con un plan en mi cabeza y tome el valor de hablar.
-Disculpen caballeros, pero esta dama requiere ir al tocador -Sonrío de la mejor manera y siento como Raúl apretaba más la cuchilla.
-Claro cariño, no tardes o te iré a buscar -Carcajeo un poco y soltó mi mano. Me levante del asiento y camine con paso apresurado al baño, sabiendo que Raúl me miraba indiscretamente desde su lugar. Abrí la puerta y entre apresurada-mente al baño, posé mis manos sobre el lavabo y mire a la chica que tenía en el espejo, No era la misma chica que conocía, esa chica no era Kenna, ¿Qué había pasado con ella?, eche la cabeza atrás y solté todo el aire que venía conteniendo desde que salimos de casa, me faltaba aíre, me sentía encerrada. Planifique mi plan de escape, la salía estaba a tan solo unos metros de los baños solo cuestión de abandonar el restaurante y seria libre, saldría corriendo y listo. Tomé valor y abrí la puerta tan solo había dado dos pasos cuando tropiezo con alguien que estaba parado a unos escasos centímetros de ella; esta persona se aferra a mi cintura de una manera posesiva. Levante la cara y ahí estaba el, mirándome con recelo.
-¿Ha donde pensaba ir señorita? -Raúl me apretó con más fuerza.
-Y, ... pensaba!
-¿Escapar?
-No, no, yo iba contigo
-¿Corriendo?
-Em.. Sí!
-Vamos Kenna no me mientas, ayúdame en esto. Debes de conocerme, esto jamás funcionara si te aferras a alejarte. Eres parte fundamental de esto, una parte esencial de mi vida. -hizo una pausa y susurro- Kenna -Pego su frente con la mía, su contacto y sus palabras me estremecían, sentía algo tan extraño en mi interior, mire sus ojos y note que él ya me veía, empezó a bajar su cara y su nariz toco la mía mientras que su frente dejaba sola la mía, movió un poco su cabeza y sus labios rozaron los míos. La presión de sus labios con los míos me sacó de mis pensamientos, empezó a abrir mis labios con los suyos y en un arrebatador susurro succiono mis labios. Su cálida boca en contacto con la mía, una sensación tan buena, sus labios carnosos se proporcionaban a darme placer. Esto era tan confuso nunca pensé que él me besaría, me equivoco, nunca pensé que yo no se lo impidiera.
Un tosido grave nos hace separar solo unos milímetros, Raúl se dedica a mirarme mientras yo sigo perdida en aquel beso.
-Chicos no quería interrumpir, pero me temo que tengo que marcharme, hijo he pagado la cuenta -Raúl se separa un poco y me toma entre sus brazos, mira a su padre y le estrecha la mano.
-Hija fue un gusto conocerte, nos veremos luego.
Ninguno de los dos dice nada, el señor Ortega se marcha y nosotros seguimos quietos, uno al lado del otro.
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~~TRAFICANTES DEL AMOR~~
Acción[EN PROCESO] Mentir, escapar, esconderse, todo eso y más, mucho más es lo que tendrán que hacer para huir del peligro. ¿Cuánto se puede vivir llevando una gran carga sobre tus hombros? ¿Qué estás dispuesto a dar para cuidar a los tuyos? Existe un...