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Había de todo en el baile; Reyes, príncipes, princesas, granjeros, soldados, herreros, personas de trabajos humildes que aprovechaban está oportunidad de pasar bien el rato en un lugar diferente de dónde viven. Tal vez, incluso fingir ser de la misma clase social. Chicas y chicos pobres intentando seducir personajes, dueños de una buena fortuna y siendo esos últimos quiénes veían la oportunidad que les brindaba esa noche para divertirse.

– Dime Saik – Ayira lo sorprendió cuando él buscaba algo de vino – ¿Qué harás cuando Lyssandra sea coronada?

Él sonrió por la información que nadie más sabía. – Como siempre, me ocuparé de la seguridad de mi reino; mantendré la paz de la que gozamos. – Bebió todo el líquido de su copa – Básicamente todo lo que Lys no haga – tomo otra – Skål – brindó.

– ¿Qué hay con Jade? – La observo mientras bailaba con uno de los trillizos – Un nuevo reino, ¿No te preocupa?

La miro – No y creo que ti tampoco. – Se conocían de las visitas a sus respectivos reinos, compartían un título que podía pesar. Ayudarse entre sí era algo normal, evitar protocolos y formalidades entre ellos era como un descanso de todo lo demás – No es enemiga, de lo contrario ya habríamos sabido antes de ella o de sus soldados – Le entrego una copa a ella y otra a él.

– No creo que alguien la quiera como enemiga – ambos sabían del poder de un Puro.

Levantó su bebida – Entonces brindemos – espero a que lo imitará – Por ser amigos.

– ¡Skål!

***

– Por favor Aiden, un baile. – Le pedía una y otra vez. Lo tomaba de los hombros jugueteando – Será divertido – intento besarlo pero la esquivó.

– Zabel por favor. – La alejo – Lo que sea que haya pasado entre nosotros se acabó hace mucho tiempo, ya no existe. – Dio un paso atrás – Lo lamento pero... quizás esta vez podamos ser amigos y solo eso, no más. – La sonrisa de Zabel desapareció y sin decir palabra se fue. ‹‹No salió tan mal››, pensó. Esperaba gritos, una o dos bofetadas o alguno de sus típicos chantajes acompañados con lágrimas. Vio a la gente, algunos bailando, otros bebiendo y otros tantos charlando. Vio a Skander mirando a Jade, parecía indeciso si acercarse a ella o no. Ella hablaba con Beth ignorando aquella extraña escena: los dos chicos que querían invitarla a bailar. El Rey dio un paso hacia ella, pero no dio ningún otro, fue detenido por el Rey William. Aprovecho esa oportunidad y camino hacia Jade.

– ¿Has estado en muchos bailes? – Beth interrogaba a Jade que contestaba por instinto, mientras Ian escuchaba pacientemente.

– Los suficientes para saber cómo comportarme. – Dejo salir el aire – A muchos Beth, pero a ninguno fui invitada. Me infiltre en todos ellos para matar a alguien – contó.

El chico se atragantó con su bebida – Es bueno saber que a este baile si fuiste invitada – sonrieron.

El Capitán llegó a ellos – Seguramente estar a su lado es más seguro que el propio castillo. – Antes de que Jade pudiera contestar, él le ofreció su mano – ¿Me concederías la siguiente pieza? – la invitó. Ella puso su mano sobre la de él aceptando su petición. Beth e Ian compartieron miradas y ligeras sonrisas.

Colocó su mano en su cintura sujetando la otra entre la suya. Ella puso la suya en su hombro. La música comenzó y sus pasos igual, podían sentir las miradas en ellos. No hubo palabra alguna, bastaba con sus miradas fijas en el otro.

Su vestido de hombros descubiertos; con su cabello cubriendo sus cicatrices, tenía intrincados bordados dorados de la cintura hacia abajo como lluvia y también hacia el pecho, ocultando sus antebrazos en listón ancho dorado y listón rojo delgado para sujetarlo bien. Aiden vestía completamente de negro con los mismos patrones de bordado, en sus solapas y muñequeras. Sus ojos parecían bailar como el fuego mismo, azul profundo y naraja dorado, mientras la miraba. Había más parejas en la pista pero la atención estaba sobre ellos. Las miradas de sus padres, hermanos y primos se posaban en su baile. Zabel observaba aquella escena, veía como la sujetaba con suavidad sin apartar la vista de ella, apretó la mandíbula molesta. Los celos la invadieron.

Guardianes: El Legítimo Rey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora