DAMN LOVER (JinKook- KookJin)

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¿Qué harías si tu alma gemela actual, se junta con la de hace siglos atrás y tú corazón le pertenece a esas dos almas? ¿ Cuál sería tu decisión? ¿Cómo procederías? ¿Qué pasaría si el pasado y el presente de juntan para dejar un alma sin su mate?
¿Qué pasaría sí...no quieres dejar a la deriva a ninguna de las dos?

El fin de semana estaba acabando. La estadía en su casa junto a su padre había sido tranquila. Ningún evento fuera de lo común había ocurrido y habían pasado tiempo de calidad juntos.

Después de la charla que había tenido el día jueves con los inmortales, ya no se había visto con Seokjin. Extrañaba a “su” inmortal. Nunca sería lo mismo tenerlo junto a él y sentir el calor de sus abrazos, a sólo limitarse a hablar por mensajes.

Extrañaba su presencia, sus mimos, todo de su mayor.

Suspiró recostado en su cama y sonó una notificación en su teléfono. Era un número desconocido, pero al seguir hablando con la persona en cuestión, descubrió que se trataba de Yugyeom. Lo había olvidado por completo, aunque sabía que haría todo lo que pudiera por estar cerca de él.

-Yugyeom…-suspiró nuevamente, esta vez cerrando sus ojos.

La puerta de su habitación fue golpeada y su padre se dejo ver.

-Hijo, la cena está lista. Te espero- le dijo amablemente y volvió a salir de la habitación, al ver a su hijo asentir.

Jungkook se levantó y arregló un poco su cabello. Dejó el celular en su habitación y se fue al comedor junto a su padre. Entró a la cocina, notando el sabroso olor a comida.

-Pondré la mesa, Papá. Tu sirve la comida- dijo observando la cena que su padre había preparado.

Era hijo único. Su madre había fallecido cuando él aún era pequeño y su Padre se hizo cargo de todo, a pesar del dolor que cargaba en su corazón por perder al amor de su vida, a su hogar, como él llamaba a su difunta esposa.

Recordó a Seokjin al pensar en su Padre y su Madre.

¿Qué hubiese pasado si el bebé de Seokjin hubiese nacido?¿ Lo odiaría por su naturaleza? ¿Lo cazaría como lo hacían los damphir? Muchas preguntas llegaron a su mente, pensando en aquellas posibilidades, tal vez se hubiese parecido a ella, JungSook.

Recordó a la mujer en aquella pintura histórica, sabiendo que eran exactamente la misma persona, con muchos, muchos años de diferencia y también, que él es un chico. Su ceño estaba fruncido mientras arreglaba la mesa y dejaba en ella todo lo que comerían.

Su padre apareció con los platos de comida y los dispuso en la mesa, notando el ceño fruncido de su hijo, negando.

-En qué piensas tanto?- preguntó.
Jungkook salió de su ensoñación al escuchar la voz de su padre, negando.

-No es nada- comentó tratando de olvidar todo ese hilo de pensamientos que había acechado su mente.

El Señor Jeon le miro serio, sin creerle nada de lo que decía.

-Sé que no..nos comunicamos mucho, Kook. Pero me gustaría que confiaras un poco más en mí. Sólo nos tenemos el uno al otro, debemos apoyarnos- dijo tranquilo.

-Papá, te quiero. Pero sé que si te cuento algunas cosas no te agradaran. Puedo lidiar con mis asuntos, si veo que se escapa de mis manos, prometo que recurriré a ti, sí? Confía en mi- pidió.

El mayor observó a su hijo receloso. No estaba seguro de aquello, ya que Jungkook estaba más callado y reservado de lo normal.

-Si tiene que ver con el Profesor Kim, deberías decirlo hijo. Te gusta él?- preguntó sin ningún inconveniente.