DAMN LOVER (JinKook- KookJin)

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"La oscuridad ha sabido acogerme y en conjunto hemos escrito poesía"

Jungkook despertó sobresaltado, mirando a su alrededor con temor. Tenía miedo de todo en este momento, pero al sentir unos brazos rodeándolo, sabía que estaba a salvo. Sólo había sido u  sueño, pero se había sentido tan malditamente real que dudo por un segundo que aquella fuese una verdadera visión.

No podía ser cierto.

No.

Algo así no podría pasar, o sí?.

Se alejo de los brazos de Seokjin, notando la hora. El reloj marcaba las 5 de la mañana, igual que aquella primera vez que esa mujer apareció en sus sueños. Se levantó al baño, esperando no haber despertado al mayor, sin saber que estaba más despierto que él desde hace algunos minutos.

Jungkook entró al baño y lavó su cara, alejando cualquier imagen de aquella pesadilla.

-Nada es real, Jungkook….nada.

Aunque la duda ya estaba instalada en su mente y su corazón. Y sí de verdad ella estaba viva e iba por Seokjin? Por su Seokjin? No lo permitiría, defendería su amor con garras y dientes. Jungkook nunca creyó en la reencarnación, pero Seokjin estaba empecinado en ello, por eso nunca le refuto, ni quiso discutir sobre sus creencias. Si Jeon JungSook estaba viva y compartían el mismo apellido, el también sería un damphir?

Volvió a negar con la cabeza, tirando agua en su cara. La información que su sueño contenía era importante, pero no la revelaría así como así. Primero necesitaba averiguar donde estaba la tumba de esa mujer y revisarla. Seokjin se molestaría, pero no lo quedaba de otra.

Con esa determinación salió del baño, notando a Seokjin recostado y esperándolo, con la mirada posada en él.

-Te sientes bien, Kookie?- le preguntó con el ceño ligeramente fruncido.

-Sí, sólo es otra pesadilla- comentó restándole importancia.

-Con ella. Te escuché decir su nombre- comentó cabizbajo- es extraño.

-Por qué?- preguntó curioso el menor.

-No deberías verla, eso solo puede significar una cosa y yo la vi morir en mis brazos. Es casi imposible,  no ser que….-se tomo un momento, pensando en la única opción viable para que aquello sucediera.

-Qué?- preguntó Jungkook.

-Nada bebé, es imposible. Realmente imposible. Vuelve a la cama- le pidió- quiero disfrutarte un poco antes de ir al instituto.

Jungkook se acercó, aún con la incertidumbre en su corazón, pero el roce de los labios de Seokjin en los suyos, le hicieron olvidar un poco la situación. El menor se acopló al beso que el mayor le daba con alevosía, con deseo, con pertenencia. Sus lenguas recorrían cada recoveco de la boca contraria, generando un pequeña lucha, la cual siempre ganaba Seokjin.

-Te deseo, amor. Quiero tomarte ahora- susurró Seokjin entre el beso, deseando internamente que Jungkook accediera a su petición.

-Hazme tuyo, Jinnie- fue su contestación y aquella madrugada se entregó nuevamente al mayor.

Ambos disfrutaron de cada toque, de cada caricia compartida, cada beso y aquellas estocadas fuertes que arremetían contra la entrada de Jungkook, para luego de minutos terminar sintiendo como su inmortal acababa dentro de él, sensación que lo llenaba por completo. Compartieron un suave beso y un abrazo, antes de separarse.