DAMN LOVER (JinKook- KookJin)

🌹11🌹

"La luz de la luna está más fuerte esta noche. Dime, amor mío ¿Nos volvemos un sólo cuerpo con ella de testigo?"

Un nuevo día había llegado y con ello, muchas más preguntas al curso que tomaría su vida. Jungkook sabía y estaba seguro de los sentimientos que tenía hacia el inmortal, Kim Seokjin, pero por otro lado, también estaba la repentina aparición de Yugyeom en su vida. Era complicado.
Pero el ya había elegido. Desde aquella primera vez que se vieron sabía que toda su vida pertenecería a esa persona, aunque en un principio no lo hubiese entendido. Al saber la verdad del por qué Yugyeom se encontraba en el instituto, se sintió aún más seguro de su decisión: no dejaría a Seokjin por nada del mundo.

La casta de los damphir comenzaron a sentirse de lo peor para él. Sobre todo por el hecho de querer siempre culpar a los inmortales de lo que sucedía en el mundo en general, cuando estos seres pasaban desapercibidos por toda la humanidad, a no ser que se encontraran con la persona con la cual compartirían su vida y debían exponerse.

Jungkook deseaba pronto cumplir la mayoría de edad para poder tomar el control de su vida y aceptar la conversión, para convertirse en uno con Seokjin y luchar en contra de quienes quisieran hacerles daño. Necesitaba tener la fuerza suficiente para defender a su amado y para defenderse el mismo, no quería depender de él, ni de Jimin, ni siquiera de Taehyung después de todo lo que había sucedido.
Yugyeom aceptó ayudarlos en caso de que las cosas se pusieran “feas”, ya que realmente no tenía nada que ver con los damphir Kim, el sólo era otra ficha más en su juego. La información brindada por Yugyeom, llegó a oídos de Namjoon y por ende, también a oídos de los Min.

Esta noche tendrían una reunión en la mansión y tanto Jungkook como Yugyeom, debían asistir, ya que ambos serian una pieza clave en sus planes.

Y ahí estaba Jungkook, en su habitación luego de que las clases terminaran, pensando en que le diría a Mingyu respecto de su ausencia. Pero no encontró nada, más que decirle la verdad, a medias.

Dieron las ocho de la noche y Mingyu apareció en la habitación, observando el semblante de Jungkook. Ya no habían moretones, y las cicatrices habían sanado. Eso era bueno. Le sonrió y saludó.

-Cómo estás, Kook?- preguntó mientras tiraba su mochila a su cama y se iba al baño a lavar la cara.

-Bien, MinMin y tú? Te fue bien en clases?- preguntó curioso.

Mingyu salió del baño secándose la cara y asintiendo.

-Todo bien, Kook. Aunque….-se quedó pensativo.

-Qué?- preguntó el castaño.

-El ambiente estaba algo tenso. El Profesor Kim estuvo con el ceño fruncido la mayoría del tiempo. Sabes algo?- preguntó.

-Mnn..-dijo pensativo- No sé nada- mintió- Aunque me pidió que fuera con el a la mansión Kim, tal vez pueda conseguir algo de información  ahí- dijo dubitativo.

-Irás a ese lugar?- preguntó Mingyu, horrorizado.

-Sí, vendrá por mi en un rato, por qué?- preguntó ladeando su cabeza.
Mingyu lo observó, analizándolo.

-Se nota que no eres de aquí y no sabes nada del pueblito bajo la colina.

Jungkook le miró aún más confuso, sin entender a qué se refería.

-Verás- continúo Mingyu- Dicen que el Profesor Kim tiene un pasado. Aún no saben si es él o algún antepasado, pero en el siglo XV existió una persona bastante idéntica a él. Los alumnos de su clase, creo que son tus compañeros- dijo pensativo, recordando el número de la clase de Jeon- Ellos dijeron que habían tenido una clase de leyendas del pueblo y en eso hablaron de seres inmortales e híbridos, mezclados entre los humanos. Algunos chicos comenzaron a hacer averiguaciones sobre ellos y descubrieron a una persona idéntica al Profesor Kim, con el mismo nombre. Es una coincidencia absurda y han pasado casi quinientos años desde aquello. Es imposible que el Profesor Kim tenga tantos años,  no ser que….