DAMN LOVER (JinKook- KookJin)

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"HE EMPEZADO A HABLAR DE TI
A DECIRLE A LA GENTE
CREO QUE ME ENAMORÉ
DE UN AMOR QUE ES POCO PRUDENTE"
-KOKO/VALIENTE-

Llegó el viernes y Taehyung no sabía nada de SooMin, no lo había visto. De hecho, tampoco a Yugyeom y siempre se encontraba con él en algún momento del día. Le estaba pareciendo extraño. Por más que lo comentara con Jimin, no sacaba nada, ya que siempre le bajaba el perfil al asunto.

Jimin.

Jimin lo hacía, porque ese día vió los ojos de su amigo y sabía muy bien lo que comenzaba a sentir por aquel singular y amoroso chico, pero tenía miedo de todo aquello, por lo que trato de mantenerlo lo más alejado posible de los damphirs que habitaban en el Instituto.

No lo hizo por maldad, solo está preocupado. Sus desavenencias con  Namjoon ya estaban arregladas, pero aún el ambiente entre los dos estaba raro y tanto Seokjin como Taehyung lo sentían. Ninguno de los 4 quería importunar en la vida del otro, pero era difícil siendo familia y viviendo juntos.

Seokjin estaba ansioso porque el día terminara para marcharse a Seúl y ver a su novio, lo estaba deseando.

Volviendo al tema de Taehyung, su cabeza estaba en cualquier parte y en lo único que podía pensar es en SooMin. No entendía porque su mente le jugaba así de mal, pero de verdad estaba realmente preocupado, tanto así, que ni atención prestaba en clases, pero tampoco le importaba, ya que era una persona inteligente y sabía muchas cosas, más que todos los adolescentes que les rodeaban y era de esperarse. Una vida eterna pasando por muchos años y aprendiendo cada cosa nueva para poder camuflarse en cada siglo, cada año junto a los humanos.

Dió un suspiro dejando salir todo el aire retenido y se rindió. No sacaba nada quemándose el cerebro pensando en cosas que no sabía si eran ciertas o no.

Necesitaba hablar con SooMin, realmente necesitaba verlo y asegurarse de que estaba bien.

Y lo haría apenas sonara el timbre.

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SooMin estaba en su habitación.

El mismo día que entró a la enfermería, salió ese día por la noche. Tuvo una amena conversación con la señorita Min, otra Inmortal, pero nacida. Ella fue así siempre, no como los demás, que eran convertidos.
Se podría decir que la familia Min era la única familia real de dioses inmortales que quedaba en la tierra. Al menos esa fue su deducción. La mujer fue un amor con él y le dio exactamente lo que necesitaba para sanar rápido, sangre. Esa misma noche ya estuvo de vuelta en su habitación, bajo los cuidados de Yugyeom. Recordó aquel día y lo feliz y tranquilo que se sintió junto a Taehyung y Jimin, aunque no le gustara nada lo que había visto de ambos.

Taehyung tenía su atención en él y le hablaba bonito. Se estaban recién conociendo, si, pero estaba seguro de la decisión que había tomado. La puerta de su habitación fue abierta y Yugyeom entró, sonriéndole con un vaso en la mano.

SooMin le miró con un poco de asco, ya no quería seguir bebiendo sangre, pero la necesitaba, más después de aquel día.

-No me hagas esa cara, sabes que debes beberla- le dice Yugyeom.

-Aún así, ya no es necesario- dijo suspirando.

-Siempre lo es. Anda bébela toda- le índico.

SooMin rendido, le hizo caso a su amigo. Así lo llamaba ahora, porque estuvo con él desde siempre, le ayudó y lo seguía haciendo. Yugyeom también es un buen chico. Bebió todo lo que hab>a en el vaso, sintiéndose completamente saciado.