capítulo siete.

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007: per favore, ricordati di me.

Xavier entró a la sala con una taza de té caliente en sus manos, se acercó a Grace y dejó la taza entre sus manos

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Xavier entró a la sala con una taza de té caliente en sus manos, se acercó a Grace y dejó la taza entre sus manos. Ella la llevó hasta su nariz y aspiró el aroma que desprendía, después lo llevó hasta su boca para darle un sorbo.

— Entonces, ¿estás diciendo qué hay personas buscándome?— preguntó curiosa la castaña.

Nicholas bebió de su té, soltó un suspiro y asintió lentamente.

— Es una larga historia— hizo una mueca.

— Tengo tiempo— atacó Grace— supongo que no hay otra cosa que tenga que hacer— rió por lo bajo.

Su padre cambió de posición del sillón individual al sillón grande, sentándose a un lado de la chica. Xavier quien estaba parado en el marco de la cocina que daba con la sala, se acercó a ellos y se sentó para poder escuchar mejor la historia... la falsa historia.

— Verás Grace— empezó Nicholas— hay un grupo de personas de las cuales no me sorprendería que llegaran a nuestra casa y exigieran llevarte con ellos— pausó— ellos... ellos te dirán que nada de esto está bien, que es una mentira, que no soy tu padre, que tu eres otra persona y que necesitas alejarte lo más pronto de mí.

La castaña lo vio confundida y le dio otro sorbo a su té.

— ¿Por qué ellos harían eso?— cuestionó.

— ¿Sabes? Creo que es mucha información por ahora, el doctor dijo que debemos llevar las cosas con calma. ¿Por qué no esperamos para otro dí...—

— No, padre— negó Grace— sí estás diciendo todo eso, sí estás diciendo que alguien vendrá por mi. Quiero saber la razón.

Nicholas y Xavier se vieron entre ellos, sabiendo que tenían que continuar con el relato falso. Xavier soltó un suspiro y Chaos sonrió de lado.

— Cómo desees— prosiguió— Grace tu... más bien tu y yo tenemos poderes— explicó y ella lo vio con los ojos muy abiertos— poderes que muchas personas desean. Podemos hacer cosas inimaginables y es por ello que esas personas te buscan, quieren tus poderes, quieren quitarte lo que es tuyo. Desde que me enteré de todo esto, sólo he intentado protegerte.

— ¿Poderes? ¿Cómo?— ella intentó entender— ¿cómo un brujo?

— No— se apresuró a decir Nicholas— tu y yo no somos brujos— volteó a ver a Xavier— él lo es. Tu y yo somos otra especie.

amnisía ; jordan parrish IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora