capítulo dieciocho.

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018: memorae.

Para la mañana siguiente, Demian y Grace se encontraron en el departamento de Jordan para posteriormente ir con el Señor y comentarle el plan que estaban ideando

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Para la mañana siguiente, Demian y Grace se encontraron en el departamento de Jordan para posteriormente ir con el Señor y comentarle el plan que estaban ideando. Ahora, ellos miraban como su padre caminaba de un lado a otro pensando en las palabras que sus adorados hijos le habían dado no hace mucho.

— ¿Quieren usar la estrella de David?— repitió el Señor cuando detuvo su andar.

— Sí, lo leí alguna vez— comentó Demian— ¿servirá con él?

— Hace mucho que no uso la estrella de David— su padre los vio y comenzó a caminar— pero es la mejor idea que he escuchado.

— Entonces, ¿podemos hacerlo?— preguntó Grace y el Señor asintió.

— Cuando lo hagan, servirá mejor si lo hacen juntos— les explicó— digamos que ponen más energía celestial siendo los dos.

— Tenemos pensado hacerlo el día que el plazo se termine— dijo la castaña— ¿han quedado de verse en algún lugar?

— Debajo de Beacon Hills, en los túneles— respondió.

— En cinco días iremos y terminaremos con todo esto— afirmó Demian— , creo que ya podemos regresar a la Tierra— se dirigió a su hermana— fue un gusto verlo, padre— ahora miró al Señor.

— ¿Demian? ¿Grace?— los llamó y ambos lo miraron, su padre movió sus brazos hacia enfrente y dudo, pero al final tomó a los dos chicos de los brazos y los jaló hacia el para fundirse en un abrazo.

Eso confundió al chico ojiverde, su padre no era el tipo de persona que demostraba afecto ¿cómo iba a serlo? si era el creador de todo, no tenía tiempo para esas cosas. Grace al no recordarlo, no le molestó o confundió el acto que el Señor estaba haciendo, si no que al contrario, le trajo paz. 

— Ustedes son la mejor creación que pude haber hecho— murmuró el Señor aún sosteniendo a sus hijos en sus brazos. Demian y Grace sonrieron ante el cumplido que recién habían recibido. Les hacía falta escuchar aquello. Se quedaron así por unos momentos, no supieron por cuanto exactamente, pero los tres lo estaban disfrutando.

[...]

De nuevo en el departamento de Jordan, Grace se despidió de Demian y caminó junto con Derek fuera del edificio. Él la llevaría a casa porque Jordan estaba en su trabajo. No dijeron nada mientras caminaban, sólo subieron al Camaro en silencio. Grace observó hacia fuera de la ventana, el día estaba nublado parecía que en cualquier momento llovería, hace mucho que no veía la lluvia y estaba emocionada por aquello.

— ¿No te gustaría pasar por un helado antes de llevarte a casa?— preguntó Derek sin despegar su vista del camino.

Grace se lo pensó, un helado no le vendría nada mal, además no le urgía llegar a casa. Nicholas habían dejado la casa muy temprano esta mañana y estaba segura que no regresarían hasta tarde. Sonrió de lado y puso su mirada en el chico.

amnisía ; jordan parrish IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora