amnisía ; jordan parrish II

capítulo diecinueve.

019: sulphuris.

Grace trazó figuras imaginarias sobre el pecho de su novio y sonrió cuando lo vio viéndola tiernamente. Levanto su cabeza y se acercó a él para dejar un beso sobre sus labios. Jordan acarició la cadera desnuda de la chica por debajo de las sabanas y la pegó más a él.

— Quisiera pasar más tiempo contigo— confesó Jordan mientras pasaba su mano desde su cadera hasta su sedoso cabello castaño.

— Yo también— murmuró al mismo tiempo que reposaba su cabeza sobre el pecho también desnudo del sabueso— tres días más y todo volverá a la normalidad.

— Es todo lo que deseo— depositó un beso sobre la cabeza de ella.

Dos días habían pasado desde que Grace comenzó a recuperar la memoria y dos días en los que ella y Jordan se veían a escondidas de Nicholas y Xavier. Tanto a la castaña como al ojiverde les gustaría volver estar juntos como antes, pero no podía, al menos no por ahora. El plan tenía que seguir en marcha y eso significaba que ella tenía que todo estaba bien entre Chaos, el brujo y ella.

— Odio tener que despedirme y que tú te vayas, sin yo saber que estarás bien— habló él.

— Mientras no se enteren que estoy recuperando mi memoria— calló unos segundos— no tendrían por qué hacerme algo— aquello era cierto o creía que lo era.

No faltaba mucho para que Grace tuviera que abandonar el departamento de Jordan e ir directo a casa, quería evitar cualquier tipo de cuestionamientos por parte de Chaos o Xavier y por ende no quería pasar mucho tiempo lejos de ellos. Quiso disfrutar cada segundo que le quedaba el día de hoy estando con Jordan y eso fue lo que hizo, al igual que él. Gozaron cada momento juntos, estaban sólo recostados sobre su cama, abrazados, Jordan acariciando el cabello castaño de ella y Grace escuchando cada uno de los latidos de su novio. No necesitaban nada más en ese momento, era perfecto. Era justo lo que les hacía falta.

Tan pronto como todo esto terminara, tan pronto ella y Demian pongan a Chaos dentro de la estrella de David, tan pronto es como su vida regresara a la normalidad. Volverían a vivir juntos, a compartir sándwiches a las dos de la madrugada, a sentarse en el sofá a ver películas que según Jordan son cultura general. Deseaban con ansias llegar a ser lo que antes eran, sólo Grace y Jordan, sin nadie en medio de ellos, sin alguien que los mantuviera alejados.

Y el momento que no querían que llegara... llegó. Grace se levantó suavemente de su posición y se sentó sobre la cama. Jordan la miró haciendo un puchero mientras él también se levantaba y la enrolló entre sus brazos, con su pecho musculoso sobre la espalda de la chica.

— Cinco minutos más, amor— suplicó Jordan mientras depositaba besos en su cuello.

— Quisieras más minutos— confesó Grace— pero es hora de irme— movió su cabeza y cuerpo para dejar un pequeño beso sobre los labios de su novio.