El más bajo no paraba de sonreír y mover sus manos.El Profesor hablaba y hablaba explicando con una enorme tranquilidad el tema. Jungkook por primera vez se sintió cohibido, la forma de trabajar de Jimin era como su actitud, había un reguero de plumones y colores en su mesa, había echado un vistazo a los apuntes del peli rubio y su sorpresa fue enorme al ver la tan bonita caligrafía de este.
Tampoco se quedaba atrás con sus conocimientos, pues los ejercicios dados los contestó en menos de diez minutos.
— Jimin — habló el castaño.
— Dime — este ni siquiera disimuló la felicidad desbordando por sus mejillas al ser llamado por su castaño.
— ¿Por qué te cambiaron de clase? — preguntó sereno, tratando de sonar tan normal como siempre, después de todo Jimin era como cualquiera en la Universidad que le hablara, ¿cierto?
— Oh... Sobre eso — Park comenzó a juntar las cosas de la mesa tratando de distraerse — bueno, no es algo taaaan importante —.
Jungkook entrecerró los ojos.
— Ok —.
Y el sonrojo de Jimin se esfumó.
¿Cómo le iba a decir a Jungkook que lo molestaban, que le hacían comentarios como el mastodonte de hace un rato y les pateó las pelotas para ponerlos en su lugar?
Definitivamente Jimin no quería quedar como un desquiciado.
❄
— ¡PARK JIMIN! — gritó su madre desde el jardín de los Jeon.
Jimin exhausto volteó y sonrió al notar como la pequeña Aile corría a sus brazos.
El peli rubio la cargo llevándola hasta con las mejores amigas.— Hola, buenas tardes — dijo con educación — hola mami —.
— Chim — dijo Aile — vamos a cocinar galletas, ¿siiiiiii? — puchereo tierna.
— Justo hoy le daré permiso de meterse a la cocina — soltó la Señora Jeon — hace mucho que no te tenemos en casa Jiminie — habló de nuevo — te extrañamos por aquí —.
— Y yo los extraño también pero...
— Pero desde que te vas a quien sabe dónde con Jin ya no pasas tiempo con nosotros — dijo su madre fingiendo estar dolida — anda ve con Aile —.
— Está bien — dijo el menor.
— ¡SIII! — gritó la niña — ven, en la mañana pedí que te compraran un mandil con las mismas figuritas que las mías y así pudiéramos cocinar juntos —.
Jimin tomo de la mano a la chiquita y se adentraron a la cocina. No pasó demasiado para que ambos estuvieran estallando en risas con harina por toda la cara y con sus panzas atiborradas de masa... cruda.
No era su culpa, realmente sabía rica.
Aile se sentó frente a la ventanilla del horno, moviendo sus piecitos mientras las galletas se cocinaban.
— Ven ChimChim — la pequeña palmeó el suelo, que también tenía harina.
El peli rubio se acercó y acato la orden de la chiquita.
— Me divertí cocinando con usted — Jimin se quitó su gorro de chef y se lo puso a la hermana de Jungkook.
— Y yo también — esta lo abrazó quedando su cabecita en las piernas del mayor. Tras dos bostezos quedó dormida.
Las galletas habían quedado perfectamente pero decidió no despertar a Aile. La levantó con cuidado y como la confianza entre familias era tanta él llevó a la pequeña a su habitación, con una toalla mojada limpio su carita soltando risitas, era muy traviesa y demasiado amorosa.
Jungkook iba pasando por ahí, sin dudar se quedó parado en el marco de la puerta viendo a Jimin arropando a su hermana.
— Hola Jungkook — saludó el peli rubio.
— Ah, hola, yo solo pasaba por el pasillo pero te vi y decidí quedar... Ya sabes — al hablar incoherencias optó por no decir ni una palabra más.
— Entiendo — murmuró él más bajo — Aile y yo hicimos galletas, ¿quieres probarlas? — preguntó con un deje de esperanza.
— Paso — contestó — tengo que dormir temprano, será a la próxima pero gracias —.
— Oh, claro — Jimin salió de la habitación y sin saber el motivo hizo una reverencia frente al castaño antes de bajar por sus cosas e irse.
Le dijo a su mamá que la esperaba en casa.
Jungkook vio por su ventana como Park entraba a su hogar.
Sin más, bajó a la cocina en la cual había gente limpiando.— ¿Y las galletas que acaba de hornear mi hermana? — preguntó el castaño a una de las señoras que barría.
— Buenas noches joven — contestó — están en una charola, pero se las acaban de llevar a su mamá —.
— Bueno, gracias — sonrió y salió al jardín donde estaban aquellas Señoras chismeando seguramente.
— Que bonito es verte — dijo la mamá de Jimin — con eso de que los hijos crecen ya son más alejados.
El castaño se rascó la nunca sonriendo otra vez, pero bueno, a él le caía bien Rose.
— Solo venía a despedirme de las dos y desearles una linda noche — habló Jungkook dejando a ambas perplejas.
— Awww cariño, ve a descansar anda — dijo su madre dándole palmaditas en su espalda.
Jungkook visualizo la charola llena de galletas y cantando victoria se acercó y tomó dos.
— Me llevo esto — dijo y se marchó a su cuarto probando las galletas, ricas y demasiado dulces.
Tan dulces como Jimin en persona.
Tenía que ser él, pensó Jungkook.
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Lxs amo.
Gracias por leer.
2/2.❄
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¡𝗖𝗼𝗿𝗿𝗲, 𝗝𝗲𝗼𝗻! º 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗠𝗶𝗻
FanfictionSin analizar un poco sus acciones empezó a seguirlo, tratando de no ser descubierto. Su corazón lleno de adrenalina comenzó a latir mientras que su mente le gritaba... ¡Corre, Jeon! *Mucho Kookmin, los amo. *Ya saben +18 ñam, ñam. *Capítulos cortos...