Park terminó con un poco de bálsamo en los labios.
Estaba listo.
Llevaba puesto unos lindos pantalones claros y una remera negra fajada de mangas cortas, sus vans eran igualmente negras, se veía muy casual pero muy hermoso.
Cuando bajó vió que Jungkook ya había salido, así que tomó, las llaves junto con su cartera.
Jeon también se veía muy bien, con sus timberland cafés, sus pantalones rasgados y una chaqueta de mezclilla, muy lindo, de verdad.— ¿Nos vamos? — preguntó el castaño.
— Sip — brincoteó Jimin hasta tomar la mano de su novio.
Ambos caminaban sin importar las miradas de ciertas personas, de hecho era muy raro que los criticaran o los observaran con asco, la sociedad cambia y eso es un alivio, de vez en cuando.
— ¿Vamos a desayunar a algún restaurante en especial? — preguntó Jungkook.
— Yep, vamos a ir por dónde viven nuestros padres que por cierto, siguen de viaje, que envidia — chistó el peli rubio.
— En algunos meses estarás igual corazón así que con calma — ambos se sonrieron cálidamente.
El Sol brillaba hermosamente para ser tales horas de la mañana, el viento jugueteaba con el cabello de esos dos y todo se sentía tan bien que Jimin solo paró en seco para abrazar a Jungkook.
— Estoy tan feliz, enserio a pesar de que los años pasan tu sigues aquí, conmigo, ya no huyes de mi — sus palabras eran amortiguadas en el pecho del más alto.
— ¡Hey...! — Jungkook sacó de su escondite a Jimin y notó que estaba llorando — Mochi, ¿estás bien?
— Estoy tan bien que da miedo — sonrió haciendo que sus ojos desaparecieran — no sabes cuánto te amo —.
— Tú eres el que no sabe cuánto lo amo — Jeon besó la frente de Jimin — tal vez no empezamos de la mejor forma pero mira... Ahora somos uno solo y hay que apurarnos porque el restaurante se va a llenar —.
Jimin frunció el ceño, a nadie le importaba si el restaurante se llenaba, podían buscar otro. Jungkook cada vez se veía más raro, o sea salieron de su casa con la tranquilidad del mundo y ahora llevaba prisa.
Cuando estuvieron justo al frente del lujoso lugar entraron, tomaron asiento y pidieron lo más sencillo.
— ¿Enserio solo vas a pedir hot-cakes con miel? — rio Jungkook al ver las mejillas de Jimin llenas de dulce.
— Ujum — asintió el peli rubio. —¿Podd??
— Nada más, creí que por ser tu lugar favorito querrías algo más... ¿caro?
— Es mi lugar favorito porque tiene estos hot-cakes — soltó Jimin después de limpiarse su boca.
Jungkook rio con ganas y entonces una canción resonó por todo el lugar y Park enseguida la identificó.
Paper hearts.
Esa canción que de adolescentes los marcó como nunca, era la canción que Jimin bailaba a escondidas para Jungkook y era la canción que Jungkook siempre quiso cantarle al peli rubio y solo cuando comenzaron a salir pudo hacerlo.
— Kook — Jimin le miró enternecido — ¿estás escuchando?
— Estoy escuchando Jiminie — Jeon se paró del lugar dejando confundido a Jimin cuando sacó de su bolsillo una pequeña cajita color crema.
Su corazón latió con rapidez, la garganta se le secó y su alma se fue a otro mundo cuando Jungkook se hincó y abrió aquella caja.
— Park Jimin, preparé un enorme discurso para ti, sin embargo solo quiero que lo escuches cuando estemos a solas, por ahora solo quisiera saber si... deseas casarte conmigo...
La gente que estaba en el restaurante quedó boquiabierta, algunas chicas con mucha ilusión en sus ojos y otras con sorpresa, todos tenían una expresión en el rostro a excepción de Jimin quién veía perdido a Jungkook.
Todos sus recuerdos lo bombardearon, las veces que correteaba al castaño para hablar con él, la vez que se emborrachó en la casa de Jin, el día en el que sorprendió a Jungkook espiándolo bailar, los días que fueron a la competencia, las imparables cenas en casa de los Jeon... Todo aquello solo inundó su pecho y terminó llorando otra vez.
Jungkook quería casarse con él, con Park Jimin.
Los minutos pasaron y recordó que estaba ahí sin decir nada.
— Oh.. yo... Obviamente quiero casarme contigo Jungkookie — Jimin se paró para ayudar a Jeon y cuando este le puso el anillo se abrazaron — lo siento, me fui por un momento a nuestro pasado —.
— Eres tan único — respondió Jungkook — te amo —.
❄
Cuando volvieron a casa Jimin se despojó de su ropa, dejando a cambio una bonita camisa de Jeon.
— Ahora si, dime tú discurso — se colocó a horcajadas de Jungkook, ahora los dos estaban en su sofá, descansando de haber salido más de medio día.
— La verdad — Jeon posó sus manos en la cadera del peli rubio por debajo de la camisa — no tengo un discurso, estaba nervioso y solté palabras al azar — subió sus manos acariciando con devoción el torso de su novio sintiendo como se enchinaba con el tacto — pero si quieres puedo hacer uno ahora —.
Jimin y Jungkook se miraban tan profundamente que el amor era palpable.
— Eres un tonto Jeon Jungkook — Jimin se movió sobre el castaño y eso lanzó una ola de calor a todo el cuerpo de Jungkook — pero bien, soy todo oídos —.
— Bien... — Jeon animó a qué Jimin se moviera de nuevo sobre sus piernas. — Eras un niño demasiado tierno cuando te conocí... el ver cómo caías con la enorme caja de peluches me quitó mi aburrimiento — Park rio y besó el lunar debajo del labio del castaño — después de eso nunca creí que jamás me dejarías solo un momento, fui tan grotesco — ahora las manos de Jungkook descendieron a las enormes y firmes posaderas de Jimin — pero el motivo es que yo no quería admitir que quizá desde el momento en el que te vi llamaste mi atención... Luego, te comportaste de la forma más extraña, tal vez porque estabas cansado de mis rechazos y todo surgió ahí, descubrí que bailabas, descubrí tu corazón, vi a Park Jimin con otros ojos...
El peli rubio tenía una sonrisa en su rostro, maldosamente se levantó del lugar que ocupaba.
— Y ahora estás enamorado de mi — ofreció su mano para que Jeon le siguiera.
— Quizá siempre lo estuve — dijo Jungkook y ambos fueron a su habitación.
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Ahora sí mis bebés, hemos llegado al final de esta historia.
Agradezco mucho su apoyo aquí y las que me siguen dando amor, no saben lo feliz que me hacen.
Lxs amo mucho. ❄
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¡𝗖𝗼𝗿𝗿𝗲, 𝗝𝗲𝗼𝗻! º 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗠𝗶𝗻
أدب الهواةSin analizar un poco sus acciones empezó a seguirlo, tratando de no ser descubierto. Su corazón lleno de adrenalina comenzó a latir mientras que su mente le gritaba... ¡Corre, Jeon! *Mucho Kookmin, los amo. *Ya saben +18 ñam, ñam. *Capítulos cortos...