¡𝗖𝗼𝗿𝗿𝗲, 𝗝𝗲𝗼𝗻! º 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗠𝗶𝗻

28.

— Jungkook...¿por qué traes una guitarra? — preguntó Jimin recién arreglado listo para ir a clases — espera, no contestes eso mejor... ¿qué haces aquí?

Para empezar el castaño no podía decirle que estuvo desde temprano observando la hora en la que sus padres salieron de la casa, tampoco iba a decirle que casi ahuyenta al pobre chófer con Aile dentro del auto para que se la llevara al colegio y poder salir volando a la casa del peli rubio.

— Hmm, yo... — rascó su nuca y miró el suelo — te iba a mostrar algo — alzó su guitarra, ¿recuerdas que también te enseñaría algo sobre mí?

Jimin rio bajito y dejó pasar a Jungkook, mentiría si decía que no estaba feliz muy, muy feliz. Lo dejó pasar y pronto estuvieron en su habitación, aunque no lo pareciera Jungkook se veía algo cohibido pues nunca NUNCA subió al cuarto del más bajo así que cuando se hallaron ahí Jeon se preocupó demasiado.

Había un montón de decoraciones de muchísimos colores, con pósters y cuadros llenos de arte, el escritorio tenía muchas pegatinas con notas para estudiar, su laptop estaba con un video pausado, al parecer Jimin era demasiado dedicado a su baile pues en el videoclip se veía un instructor.

— Siéntate — dijo aventando un puff y Jeon le obedeció — ahora si castañito, muestra que tienes— él también tomó un puff y se puso frente a Jungkook.

— Pues verás, en mis tiempos libres yo canto y toco la guitarra, no soy un profesional pero de igual manera quiero que lo sepas, para que estemos a mano —.

Jimin asintió con los ojos llenos de un brillo especial, Jungkook carraspeó y comenzó a rasgar delicadamente las cuerdas de su instrumento.

Poco después el peli rubio tenía lágrimas en los ojos por muchísimas razones.

1. La voz se Kook era algo realmente hermoso y de otro mundo.

2. Estaba cantando Paper Hearts.

3. Jungkook, el amor de toda su vida estaba ahí en su habitación cantándole.

4. Se dio cuenta que sus sentimientos nunca se irían de su corazón incluso si lo intentaba.

5.¿Ya dije que la voz de Kook es hermosa?

Llevó ambas manos en su boca y apretó los ojos para no llorar, respiró profundo y se contuvo hasta Jungkook terminó de cantar.
Cada segundo lo grabó en un recuerdo que permanecería ahí, toda su jodida vida, porque ya no importaba si el castaño no le hubiera hecho caso, su amor era lo más puro, la simple existencia de Jeon era algo increíble para Jimin.

— ¿Y qué tal? — habló Jungkook bloqueando los pensamientos del peli rubio.

— Pues no está mal — dijo tratando de no sonar conmovido.

— Vaya... entonces las lágrimas son porque cante muy feo, ¿verdad?

— Exactamente — rio Jimin — a propósito, ayer Aile me contó que Taehyung y tu hablaron de mi hace unos días — se levanto del puff y fue directo a su cama, Jungkook lo siguió con la mirada, ¿por qué cambió el tema? y peor, ¿por qué por uno así?

— Aile es muy fantaseosa — se excusó Jeon.

— Claro y fantasea con que hables de mi — cruzó sus piernas y Jeon entonces decidió acercarse a él —¿qué decían?

— No te contaré — Jungkook sonrió — pero a cambio te diré una cosa más, ¿recuerdas la flor de cerezo que me diste el día que llegaste aquí?

A Jimin se le salió el corazón, ¿realmente se acordaba de eso?.

— Hmm tal vez — entrecerró los ojos.