32.

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Jimin se removió entre los brazos largos que rodeaban su pequeño cuerpo, abrió los ojos con pesadez y para él esa vista matutina lo era todo. Ahí estaba su castaño durmiendo tan cómodo, sus pestañas caían sobre sus mejillas, su boca estaba levemente abierta mientras soltaba suspiros cortos, su pecho subía y bajaba tranquilamente, entonces Park supo que de verdad quería ser parte del día a día de Jungkook y que realmente esperaría mil vidas por él.

Con mucha delicadeza el pelirubio se acercó y besó los labios del otro, los movió a su antojo hasta que de pronto sintió como su tierno beso era correspondido, abrió los ojos y conectó con Jungkook quién le sonreía bobamente.

Aún era temprano pero aun así decidieron levantarse para estar listos. Fueron al comedor donde se encontraron con BamBam y Jae recibiendo su desayuno.

— Buenos días — Jungkook estiró su cuerpo y le ofreció asiento a Jimin—¿y los demás?

— Buenos días — sonrió el chico alto — no deben tardar —.

— ¿Listo Jae? — el mencionado fingió no escuchar y tan solo giró la cabeza mirando a otro lado. Jungkook formó una interrogativa con la boca y ahora fue BamBam quién encogió los hombros.


Jungkook estaba nervioso, su equipo era muy bueno pero aún así notó que muchos de las otras Instituciones tenían buenos jugadores y técnicas increíbles, de cualquier manera se prometió estar al pendiente tanto del equipo como de Jimin. Luego de que todos estaba reunidos caminaron hasta visualizar a su entrenador, Park tomó de la mano a Jungkook entrando a un cubículo de los vestidores.

— ¿Sucede algo? — preguntó el más alto desconcertado.

— No, nada — el peli rubio pareció entretenerse sacando un pequeño listón rojo, delgado y con un corazón a mitad de este — quiero ponerte esto — Jungkook alzó su mano y dejó que Jimin rodeara la muñeca con aquel objeto.

— Es linda — sonrió viéndola un par de veces — gracias, no tenías por qué...

— Shh, es nuestro amuleto — arremango su sudadera y le mostró la suya. Jeon lo abrazó.

— Eres irremediable — dio un casto beso en su mejilla y Jimin lo regresó en sus labios.

—Éxito —.

Salieron de ahí y sin decir otra palabra Jungkook se propuso ganar la competencia por aquel rubiecito de lindas mejillas.

Taehyung ya estaba calentando con el equipo y muchos alumnos estaban a su alrededor, listos para presenciar todo el suceso.

— ¿Nervioso? — rio Jimin burlándose de Tae.

— Para nada — este estiró sus piernas — no creas que estoy sudando por todos lados porque seremos los primeros —.

— Piensa que serías muy feliz con un trofeo en la mano a lado de las personas que más quieres —.

— Lo haré Chim — sonrió el peli azulado amistosamente

Hicieron una porra como equipo antes de empezar.

Fue entonces el turno de los chicos de Volleyball y Jimin no evitó sentir un cosquilleo extraño en su vientre, era la primera vez que observaría con detalle los movimientos de Jungkook, rogaba porque ganaran.

— Ven, de acá se ve mejor — Jimin alzo su vista confundido, su Profesor lo estaba llevando debajo de las gradas, un lugar especial para los mayores.

Se acomodó entre ellos y dirigió su mirada a las canchas de concreto, el sol se ubicaba directamente en el centro del cielo, los chicos del equipo estiraban sus extremidades. Definitivamente eso era emocionante y se sintió aún mejor cuando observó que Jungkook le estaba sonriendo mientras tocaba la punta de sus zapatos.

¡𝗖𝗼𝗿𝗿𝗲, 𝗝𝗲𝗼𝗻! º 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗠𝗶𝗻Where stories live. Discover now