¡𝗖𝗼𝗿𝗿𝗲, 𝗝𝗲𝗼𝗻! º 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗠𝗶𝗻

36. ❄

4 años después.

Jimin vestía completamente de blanco, su sonrisa era demasiado brillante y sus ojos se convertían en dos medias lunas.

Todos aplaudían y Jungkook estaba ahí parado mientras lo esperaba con un ramo de flores de colores llenos de vida.

— ¡Eres el mejor ChimChim! — gritaba la hermana de Jeon quién ahora era una linda niña de doce años.

Entonces Jimin salió del escenario detrás de algunos de sus compañeros.

Cuando salió de sus vestidores un castaño lleno de músculos fue en busca de un abrazo  rodeándolo por la cintura.

— Eres el mejor bailarín — susurró en su oído — y estoy completamente orgulloso de ti Jiminie —.

Jungkook le dio un casto beso y al peli rubio le salieron unas lagrimitas de felicidad.

Después de haberse graduado de su Ingeniería decidió ir por su título de bailarín y aunque sus padres estuvieron algo disgustados no lo detuvieron.

Al final siempre eran personas comprensivas y deseaban la felicidad de su pequeño hijo.

Jungkook y Jimin supieron salir adelante con su relación, muchas situaciones se habían presentado para ambos, Jeon fue seleccionado junto con Taehyung para un equipo de gran importancia dentro de Corea y vaya que no iban a desaprovecharlo.

Solo fueron meses los que estuvieron separados y hoy al fin se habían reunido y justo en la primera presentación de su novio.

— Sé que prometí no hacer nada Jimin — carraspeo su madre interrumpiendo aquel encuentro— pero me es inevitable no prepararte una fiestita, muy chiquita —.

Jimin tomó del brazo al castaño mientras sonreía.

— No tienes remedio mamá —.

Y enserio que no lo tenía pues esta vez hasta piscina había dentro del salón que fue rentado.

Todos los amigos de Jungkook estaban ahí, Jin y Namjoon estaban justo en la mesa de cócteles porque claro que aún eran pareja.

Hoseok también fue, Yugyeom, Mark, BamBam, Chanyeol, sus mosqueteros bebían animadamente y Jungkook fue directo a abrazarlos.

Para decir pequeña fiestita la Señora Park había quedado corta.

— ¿Cómo les ha ido? — preguntó Jungkook a sus amigos.

— Pues bien, no creerás a lo que la vida nos llevó — contenía la risa Mark.

— ¿A qué? — pregunto Taehyung quién ahora era un sexy pelinegro.

— Los cuatro trabajamos en la misma empresa y no nos han corrido — dijo Yugyeom y todos estallaron a carcajadas.

— Eso no da risa — dijo el castaño — estoy feliz por ustedes —.

— Claro que da risa — soltó Yugyeom — nosotros cuatro juntos... Siendo... ¿Nosotros? — dijo tratando de enfatizar lo bobos que podían llegar a ser.