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—Ohhh nooo...¡Por todo lo santo y lo divino! Diosito mío ¿Por qué me castiga de esta espantosa manera? ¿Es porque tuve pensamientos lujuriosos con mis amores literarios? ¿O es por comer como si no hubiera un mañana en Navidad? ¡Respondeme con el acto que hice para recibir tal desgracia!— gritaste a todo pulmón mientras te mirabas al espejo.

Te dejaste caer en tu cama. Las lágrimas no paraban de salir por tus húmedos ojos. Los sollozos no  paraban y mucho menos esa sensación de estar horrible.

Porque si, estabas horrible. Aquella mañana de verano, amaneciste con un tremendo grano de color mayonesa en la punta de tu nariz. Intentaste presionarlo, pero fue en vano, el dolor era insoportable.

Lo peor, era que esa misma tarde tenías una cita con tu novio Jungkook ¡Él no podía verte en esas circunstancias! No, claro que no.

Te habías aplicado limón, ajo y un producto que habías visto en televisión. El maldito grano no salía. De repente escuchaste el timbre.

—Maldición—susurraste.

Jungkook ya había llegado.

Habriste la puerta y lo miraste.

—¿Que te pusiste?—preguntó Jungkook extrañado.

—Una bufanda ¿No te gusta?

—¿En pleno verano? ¿Y tapándote la mitad del rostro?

Te habías puesto una bufanda de tal manera que ocultara tu nariz, asimismo tapaba gran parte de tu cara. Quedaste con un estilo muy parecido al de un musulmán.

—Es el último grito de la moda.— afirmaste.

—Quítate eso—dijo Jungkook arrancándote la bufanda de la cara.

Quedaste expuesta. Tú y tu maldito grano.

Volteaste enseguida y te tapaste la cara.

—No me mires—suplicaste—. Estoy horrible.

Él con un brazo en tu hombro te dio vuelta. Agarró tu mentón y te dio un suave y tierno beso.

Se separaron lentamente. Te sentías aturdida y confundida ¿Me acaba de besar? Pensaste.

—T/n... No importa si tienes millones de granos en la cara o  de repente descubro que en realidad eres hombre. Yo siempre te amaré sin importar tu físico. Eso no me importa. La que me importa eres tú y lo que guardas en tu corazón.

Sus palabras te llenaron de alegría y seguridad. En un instante el grano en la punta de tu nariz quedó en segundo plano. En ese momento tu único anhelo era volver a besarlo y disfrutar del maravilloso hombre que te había entregado el mundo.

Jungkook reɑcciones [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora