Segunda parte de la historia anterior.
Sentías unos labios posarse en tu pecho. Lamidas trazando dibujos satánicos en tu abdomen. Mordiscos delicados pero estremecedores. Estabas acostada en una superficie dura y muy poco cómoda. El olor a putrefacción penetraba en tus fosas nasales. El ambiente era pesado y lúgubre. Abriste tus ojos y lo primero que viste fue su sonrisa. Sus dientes eran blancos y afilados, en las puntas se podía apreciar un tono rojizo en ellos.
—Es tan excitante despertarte a besos, corderito mío. —Jungkook te besó los labios y tú por alguna extraña razón, no te podías mover.
Mientras él te besaba oias risas diabólicas lejanas. En esa habitación roja, había una luz naranja en el techo, parecía un sol en miniatura.
Jungkook dejó de besarte y te miró a los ojos. En sus ojos color madrugada veías caras horrendas haciendo actos impunes.
Él te sonrió de nuevo.
—Te amo, corderito.
No dijiste nada. Te quedaste callada hipnotizada por sus ojos.
"Dime que me amas o si no moriré"
Su voz... La voz de Jungkook... En tu cabeza. Te había hablado a través del pensamiento. Te estaba implorando que le digas que lo ames. Eso era algo ilógico ¿Como podrías amar a un sádico asesino sobrenatural?
Los ojos de Jungkook te miraban súplicantes. Su boca hizo un puchero como si quisiera llorar. Ahogó un pequeño quejido de tristeza.
—Yo, también te amo Jungkook. —dijiste titubeante.
Él rió. Sus ojos se achinaron y sus labios se elevaron.
Jungkook se levantó y te invitó a hacer lo mismo.
Te levantaste con un espantoso dolor en la nuca. El pareció notarlo, pero lo ignoró.
—T/N debo darte las reglas de este lugar.—dijo sin preámbulos.—Vivir aquí necesita sus sacrificios, pero tu eres mía, asi que tendrás menos.
—¿De qué estás hablando?—dijiste confundida.
—Regla número uno. Deberás iniciarte conmigo esta noche, haci nadie te quitará el lugar que te corresponde. —Jungkook se paseaba por la habitación divagando.—Regla número dos. No saldrás por nada del mundo, más allá de los terrenos que se te mostrarán más adelante. —Jungkook tomó un cuchillo y lo analizó —Regla número tres. No puedes tener ningún tipo de relación con algún humano o vampiro, que no sea de MI confianza. —Jungkook te miró de reojo —Regla número cuatro. Deberás sucumbir a todas mis órdenes y pedidos sin protestar. —Jungkook caminó hacia ti — Regla número Cinco. Solo podrás hablar conmigo. No tendrás derecho a siquiera dirigirle la palabra a alguien más sin Mi consentimiento.
Jungkook te levantó la barbilla con su cuchillo.
—Con esas simples reglas, estarás bien, mi lindo corderito.
En un arrebato rápido, Jungkook agarró tu cara y con el cuchillo cortó una "J" en tu mejilla. Empezaba en tu pómulo y terminaba en tu mandíbula. Era un corte profundo. Gritaste muy fuerte, pero al parecer a Jungkook le divirtió. Luego, él acercó su rostro al tullo y lamió la herida en toda su extensión.
De una manera sorprendente y macabra el corte empezó a cicatrizarse.
Quedaste petrificada. Él te mostró su auténtica sonrisa.
—Creo que ya es la hora de iniciarte—habló serio.
—¿C-como se hace eso?
—Ya lo averiguarás. —hizo una pequeña pausa y te miró con picardía . Lamió sus labios con lujuria. —Ahora. Quítate la ropa.
—¡Que!
—Primera regla. Deberás sucumbir a todas mis órdenes sin protestar—
Sentiste una precion en tu cuello. Unas manos invisibles se arrollaron allí y te ahorcaban sin compasión. Más bien, Jungkook te ahorcaba con sus poderes sobrenaturales. Empezaste a toser y la presión desapareció. Jungkook te abrazó y comenzó a acariciar tu pelo desesperadamente. Tú todavía intentabas recuperar el aliento.
—Lo siento corderito, pero tienes que aprender a obedecerme. —besó tu frente, se separó de ti y su ceño volvió a ser serio. —Quitate. La. ropa. —dijo amenazante.
Como si de un reflejo se tratara, te quitaste la ropa en seguida. Quedando sin nada, en frente de él.
—Mi corderito obediente. Ahora acuéstate en la cama. —dijo amable.
Te acostaste con el corazón en la boca. El se subió encima tuyo. No notaste que tenía el cuchillo escondido en el pantalón.
—Ahora solo falta el último paso para que te inicies, mi hermoso corderito.
—Yo... Nosotros ¿Tendremos rela...?
—No, no—dijo interrumpiendote—Los vampiros somos muy tradicionales. No te tomaré hasta que vea un anillo de bodas en tu hermosa mano. —proseguió a besarte cada dedo de tus manos.
Notaste que mientras él chupaba tu dedo índice, su mano izquierda se posaba en su pantalón. Como queriendo sacar algo.
Él sacó el cuchillo que había utilizado para lastimarte y lo puso en tus labios.
—N-no—dijiste asustada.
—Shhh, tranquila. No te haré nada. —Jungkook alejó lentamente el cuchillo de ti y lo poso en su párpado.
Jungkook se sacó la camisa negra que tenía y su pecho pálido quedó al descubierto. Con el cuchillo cortó su torso, salpicando de sangre tu cuerpo desnudo. El seguía cortando su cuerpo en profundidad, mientras tu literalmente te bañabas en su sangre. Esta tenía un olor a animal muerto mezclado con rosas, un aroma singularmente apetecible.
El pecho de Jungkook estaba totalmente destrozado, no había rastro de piel en el. Tu cuerpo estaba cubierto por su sangre.
—Ya estás iniciada, mi bello corderito. Mi sangre se impregnará en tu piel dándote mi aroma. De esta manera los demás sabrán que eres mía y no te molestaran. —Jungkook besó tus labios con gentileza.
—Cierra los ojos —te pidió en un susurro.
Lo hiciste inmediatamente.
Él acercó su boca a tu cuello. Abrió su boca mordiente, salvaje y fuerte. Abriste los ojos de la sorpresa y sentiste como tu ADN cambiaba a medida que profundizaba la mordida. En ese momento, supiste que tu vida hiba a cambiar por completo. Que jamás volverías a ser la dulce niña que soñaba con tener un amor dulce. Ahora hibas a ser una vampira para toda la eternidad. Acompañada de tu dueño...
Jeon Jungkook.
Xxx
¡MIL VISTAS! Estoy en una crisis existencial en ese momento. Solo queda decir gracias a todos ustedes. En serio, estoy muy feliz.
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Jungkook reɑcciones [EDITANDO]
FanfictionHistorias que ahora me avergüenzan un poco pero todavía quiero xd. Aquí podrás encontrar todo tipo de reacciones. - Tiernas -Apasionadas -Tóxicas -Románticas -Divertidas Y mucho más... No es necesario que te imagines al protagonista masculino como...