Jungkook reɑcciones [EDITANDO]

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Tu boda debería ser el momento más feliz de toda tu vida. Ese instante en el que te entregas a tu amado para pasar el resto de sus días juntos. Jurándose amor eterno, para toda la eternidad...

Aunque había un problema.

Tú no amabas a tu prometido.

Amabas a otro hombre.

Su nombre era Jungkook.

Y tu débil corazón se retorcía de tristeza al reconocer que jamás estarías junto a él.

—¡T/n! Ven rápido. Ponte el velo, que ya nos espera la limusina.

Te miraste al espejo. Seguramente cuándo vuelvas a mirarte en uno seas la señora Kim, pensaste con gran amargura.

Te subiste de mala gana al vehículo. Resoplaste apartandote mechones de pelo de tu cara. Estabas tan triste.

En el trayecto de ida a la iglesia tus damas de honor hablaban de lo magnífico que sería Taehyung como esposo. Parloteaban de su gran porte y presencia. De sus habilidades en el deporte y otras cosas. Tú solo querías callarlas a golpes. Ellas no sabían sobre el monstruo que guardaba Taehyung en su interior.

Sólo tú lo conocías.

Mirabas por la ventana cuando el bolsillo de tu vestido vibró. Sacaste tu celular y viste un mensaje de Jungkook, el cuál decía:

Dile al chófer que pare en la próxima estación de servicio.

Era muy breve, sin embargo, sentías que había un plan a través de este.

—Debo ir urgentemente al baño. Paremos en esa estación de servicio.

—¿Es en serio T/N? Falta muy poco para la ceremonia. —dijo una dama confundida.

—Es urgente—afirmaste.

El chófer se estacionó y bajaste. Una amiga tuya también.

—Puedo ir sola, amiga.

—Claro que no, te acompañaré.

Aceptaste de mala gana.

Había mucha gente en el baño.

—Habran paso señoritas, esta mujer se casa en unos minutos. No podemos esperar.— anunció tu amiga.

Te colaste toda la fila y te introdujiste en un baño. Sacaste tu celular y viste el siguiente mensaje:

Ya me deshice de tu amiga. Sal y ve a la parte de atrás del autoservicio.

Saliste como si de una película de espías se tratará. Por consiguiente, llegaste al sitio.

—No sabes el grito que emitió tu amiga al verme.

—¡Jungkook!

Lo abrazaste fuertemente. Sus labios se unieron de una forma necesitada y amorosa.

—Ya vamonos, la camioneta nos espera.

—¿Me va a secuestrar, señor Jeon?

—Oh si, me estoy robando a la novia, asi que no haga esto mas difícil. Vamonos, cautiva mía.

Lo tomaste de la mano y corrieron hacia una camioneta de color negro.

Ambos se sentaron y tomaron aire.

—Realmente pensé que me dejarías ir.

—Nunca te dejaría ir—susurró Jungkook en un tono muy suave.

La camioneta arrancó y en unos segundos ya estaban dirigiéndose a su destino.

—Te amo—le dijiste mirándolo a esos ojos oscuros.

—Te amo, T/N.

Ambos sellaron su amor con un beso puro, limpio y lleno de sentimientos.