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Historia extremadamente fuerte. Están advertidas, chamas.

—Hermanita... ¿Qué se supone que deberé hacer contigo?

El alambre con puas con el que Jungkook te tenía amarrada a la cama era sumamente filoso, con cualquier movimiento que hicieras te cortaba las venas de las muñecas.

—¿Crees que eso esta lo suficientemente fuerte?

Jungkook se aproximó a tus brazos extendidos y acomodó el alambre de tal manera para que te rasgara la piel más profundamente. La sangre no tardó en fluir haciendo un recorrido por tus brazos para posteriormente salpicar en tu cara.

—Mucho mejor.

—Jungkook, sueltame—dijiste con los nervios de punta tratando de no sonar desconsolada, a jungkook le encantaba eso.

Silencio.

Jungkook rompió el silencio.

—Mmmm... No.

Lo miraste horrorizada.

—¿No te parece que es más divertido así?

—Nuestros padres llegarán pronto. Sueltame.

Jungkook hizo caso omiso a tus palabras y se dirigió a la ventana. Miró el paisaje y luego cerró la cortina con violencia.

—La vida te hace creer que lo tienes todo y después te lo arrebata. Te deja desnudo sin nada con lo que arroparte.— Jungkook te miraba desde la esquina de la habitación con los ojos brillantes.—¿Te gustaría ser mi abrigo T/N?

No podías decir nada, la sangre de tus muñecas caía directamente hacia tus ojos impidiéndote la visión.

—Me siento triste T/N.

Más sangre caia a tu rostro.

—Muy triste.

Tus piernas se entumecían.

—Debo ser feliz al menos una vez.

Escuchaste pasos.

—Quiero que tú me hagas feliz.

Oíste el sonido de botellas de vidrio chocar.

—Y esto me hace muy feliz.

Sentiste que te levantó la falda.

—Te quiero.

Repentinamente Jungkook introdujo una botella de vidrio en tu interior. Gritaste tal cual como en una película de terror. Jungkook sacó la botella bruscamente para volver a introducirtela. Sentiste como la botella se rompía dentro de ti, esparsiéndose los pedazos por toda tu extensión. Cortándote y desgarrándote. Sintiendo como cortaba tu carne en lo más profundo de tu ser. El dolor era abismal. Jungkook sacó la botella fingiendo embestidas, debido al dolor abriste los ojos haciendo que la sangre haga contacto con tus pupilas.

—Ohh si—gritó Jungkook con los ojos cerrados mordiéndose el labio.

Jungkook dejó la botella metida dentro tuyo y se levantó de la cama. Abrió un cajón y sacó una bolsa con lo que parecía tener... Su esencia.

—Si, es lo que estas pensando.— sonrió lascivo Jungkook.

Poco a poco fue sacando de aquella bolsa preservativos usados. Se acercó a ti y te obligó a abrir la boca. Metió allí muchos preservativos hasta llegar al fondo de tu garganta. No podías respirar. Los gritos ahogados que querías soltar nunca salieron a la interperie.

—Oh, hermanita mía, no sabes cuánto te amo.

En el primer piso se escuchó la puerta principal abrirse.

—¡Jungkook, T/N, ya llegamos!— exclamó su madre.

—Vamos a cenar fuera de la ciudad, bajen.—los llamó su padre.

—Ya voy—gritó Jungkook.

Pero tú, no podías oirlos.

Jungkook reɑcciones [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora