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–¡Hay basta Kook! ¡Harás que se me salgan los mocos por las orejas!

Te reías tanto que casi no podías respirar. La garganta te hacía presión como queriendo ahogarte, pero al mismo tiempo era una sensación tan linda sentirse así de libre junto a alguien. Una persona que te haga reír hasta el desmayo es una que vale la pena.

–¡Es en serio!–exclamó Jungkook abriendo los brazos–¡Luego de esa caída infernal me tiré un pedo abismal!

–B-basta Kook, l-lo haces apropósito–dijiste tratando de limpiar las lágrimas de felicidad que sobresalían.

Luego de que se calmaran, ya era hora de que Jungkook se fuera a su casa. Ustedes eran vecinos desde ya un año, era muy divertido, sin duda. Su amistad era algo genuino. Sin embargo en los corazones de ambos empezó a florecer algo más que amistad. No era amor o cariño, ese sentir era más bien carnal y salvaje, pero jamás lo hubieran admitido.

–Hasta luego, Kook.

–Chau, T/N.

Cerraste la puerta y un olor extraño penetró en tu olfato. Dirigiste tu nariz a tu axila y una expresión de asco apareció en tu rostro. Necesitabas un baño con urgencia.

Fuiste a tu baño, te desnudaste y entraste a la ducha.

(...)

Mientras tanto Jungkook quería entrar a su casa, el caso es que no podía. Se había olvidado las llaves de su casa en tu cocina.

–Oh, rayos–exclamó Jungkook –Lo bueno es que veré a T/N otra vez.

Jungkook caminó hasta tu departamento. Tocó la puerta una vez, dos veces. No contestabas.

¿Estará en casa? Creo que no le molestara que entre y saque mis llaves, Pensó.

Jungkook abrió la puerta lentamente, esta provocó un chirrido molesto. Entró a tu casa como todo un espía encubierto, llegó a la cocina y vio sus llaves en la mesa. Iba a recojerlas y luego marcharse hasta que escuchó el ruido de la ducha.

¿T/N se está bañando? Debería irme y darle privacidad.

Sus pensamientos tuvieron una pequeña pausa.

Naahhhhhh, pensó .

Caminó hasta el baño. Se sentía culpable por estar espiándote pero al mismo tiempo se sentía feliz y curioso. Apoyó su cabeza por la cerradura de la puerta y vio el interior del baño. Tu estabas tallando tu axilas fuertemente con una esponja amarilla. Jungkook abrió sus ojos por la sorpresa. Jamás pensó que alguna vez te vería de esa forma en la vida real, pero claro que lo soñó.

Mientras tú te lavabas el cabello él se lamia los labios. La situación se había vuelto muy excitante, por lo tanto Jungkook quería ver más a detalle.

Abrió la puerta muy despacio, rezando para que no haga ruido. Asomó su cabeza y los pensamientos morbosos se acentuaron.

Tú no estabas al tanto de que tenías a un guapo expectador. Procediste a limpiar tu espalda con un cepillo enjabonado.

Jungkook creía que iba a explotar. Tanto así que emitió un gemido.

Un gemido, bastante audible.

Te sobresaltaste y volteaste rápidamente hacia la puerta.

Allí estaba Jungkook con la boca abierta. Como todo cobarde salió corriendo.

Saliste corriendo tras él. Lo alcanzaste y le golpeaste la espalda varias veces con tu esponja amarilla.

–Pervertido, pervertido, pervertido.

–Bueno, bueno ya–dijo Jungkook empapado de espuma.

–¿Que hacías espiándome? ¿Ah? –gritaste.

–¡Solo venia a buscar mis llaves!

–¡Eso no te da derecho a invadir mi privacidad!

–Lo siento. –dijo Jungkook dirigiendo su vista a tus pechos.

–¡No me mires así!

–Entonces ponte ropa.

Te sorprendíste, ni siquiera te habías dado cuenta que estabas desnuda.

–Vete. –le dijiste empujándolo. Llegaron a la puerta y la abriste.

–Adiós. –lo sacaste y le cerraste la puerta en la nariz–.Huff–emitiste con cansancio–¿Habré estado muy dura?

Después de todo, tú tampoco eras muy inocente. Espiabas a Jungkook bañarse ¡Todos los días! Estuviste muy hipócrita ese día, pero la próxima vez no te harías la santa. Eso lo tenías decidido.

Mientras tanto un Jungkook feliz, excitado y cubierto de espuma caminaba hacia su casa.

Olvidándose sus llaves de nuevo.

Jungkook reɑcciones [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora