7. La fiesta

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Seoul
Povs autor

La fiesta ya había comenzado, todos bailando, borrachos, drogados y en las habitaciones, la ventaja de las fiestas en la hermandad es que hay miles de habitaciones y cada uno puede hacer lo que le apetezca. El placer lleva a muchos desconocidos adentrarse a las habitaciones de dos plantas mas arriba.

Se podía observar como algunos miembros de Exo y SuperM estaban inquietos, las chicas estaban tardando mas de lo normal.
Todavía no habían aparecido.

Pero hoy el ambiente estaba demasiado tenso, en cualquier momento aparecerían ellos, y lo mejor o peor de todo, se encontrarían con las dueñas del lugar. Algunos pensaban en la locura al ver el atrevimiento al llegar a su zona, a su barrio, otros no se aguantaban las ganas de presenciar lo que sería.
Algo parecido a la guerra entre Corea del norte y
Corea del sur.

O peor.

Dos equipos completamente distintos. Tenían una manera de actuar completamente opuesta.

Las luces negras y rosas iluminaban toda la casa, lo suficiente como para ver el panorama. Todos los integrantes estaban bailando al ritmo de la música, una música con mucho ritmo como para que tu cuerpo fuese lo suficiente fuerte para no resistirse a bailar.

Algo que en todas las fiestas de las chicas nunca falla, la buena música y sobre todo el buen alcohol.
Fiestas exquisitas.

Nada más llegar, Jisoo saludo con muy pocas ganas a su novio, sus ojos se llenaron de pereza y malestar nada mas notar sus labios en los suyos.

Lisa y Rose quisieron no mirar su reacción, si no, hubiesen sido capaces de echarle, a si que se fueron directas a la zona de bebidas, se iban a preparar algo de lo más fuerte.

Mientras que Jennie se evadió. Prefirió no saludar a nadie, sus ganas de vomitar no la iban a dejar.

En el baño, sus nervios se mostraron al notar como el pomo vibraba.

¿Enserio no podía dejar de temblar?

Fuerte cerró la puerta, nadie la tenía que ver así, no sabría que responder, ni ella, si quiera, sabía porque cojones le afectaba tanto.

-No dejes que tus emociones te coman por favor Jennie-

Se susurraba a sí misma con los ojos cerrados, necesitaba convencerse de que todo saldría bien.

Desde lo que paso, Jennie no ha mostrado sus emociones, ni las buenas ni las malas. Una persona fría, una persona que rara vez deja que los que pasa en el exterior llegue a su interior. Mucho tiempo de entrenamiento mental para llegar a ese punto.

En el que no te importa nada.

Cogió aire mientas se mojaba un poco la nuca, controlando sus emociones.

Tras cinco minutos, dejo de recorrer el baño de un lado a otro, y se fue relajando.

-Junta tu mierda-

Cerró la puerta del baño, sus ojos no llegaron a recorrer quien estaba y quien no en la fiesta, su cuerpo chocó con el de alguien. Ya antes de chocar cuerpos, reconoció al instante de quien se trataba.

Aquella esencia familiar entró en su cuerpo dándole un chute de alguna droga tranquilizante.

Su ansiedad desapareció nada más notar su pecho, nada mas notar como sus brazos la rodeaban entera, y la apretaban lo más fuerte que podían, pero a la vez de la manera más delicada para no hacerla daño.
Su voz recorrió toda su columna vertebral en forma de escalofrió.

-Jen-

Unos ojos la recorrieron todo el cuerpo de arriba abajo. Que pequeña se sentía cuando la miraba así, perdía todo el control de la situación solo en esos segundos, solo el tenía ese efecto, hacía que Jennie bajase sus grandes barreras, o bajaba sus duras defensas, ya no necesitaba su autoprotección, no le temía a nada cuando estaban juntos.

𝐑𝐢𝐯𝐚𝐥𝐞𝐬 (𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚𝐝𝐚)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora