Vegeta escapa de la prisión galáctica, convirtiéndose en uno de los más buscados por Freezer.
El encargado de encontrarlo es Kakaroto y su escuadrón Saiyajin.
Todos terminan en el planeta tierra. Uno del lado de la justicia y el otro huyendo de ella...
Kiabe hizo sus deberes y le entregó la información de Bulma al mismísimo G. Lo hizo a través de contactos, una vez que supieron donde hallar a Bulma pusieron en marcha su plan. La intención era destruirla de una vez por todas y no escatimar esfuerzos ya que ella había visto su rostro, y eso lo enfurecía, porque sólo sus hombres de confianza podían aspirar a esa información. Fuera de su organización, nadie sabía quién era ni porque su identidad estaba tan oculta. No existían registros de esa persona, era un fantasma. Sin embargo, según dicen Bulma entró a su guarida y logró darle un buen susto. Cuando estaban a punto de matarse, un escuadrón policial entró de imprevisto al lugar y todos tuvieron que huir. G prometió que la haría pagar por haber llegado tan lejos y esa es la razón del por qué la vida de Bulma Briefs corre riesgo.
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Pagué a varios informantes dentro del grupo de G para saber cuándo atacarían a Bulma. Así supe que en 3 días a las 05 AM, un grupo comando atacaría el fuerte militar donde se hallaba oculta. Debía estar alerta y protegerla del ataque que yo mismo provoqué.
Esa noche era el momento de la verdad, empezó a haber cierto movimiento en el horizonte. Un convoy de 5 vehículos blindados arribó al lugar, uno de ellos tenía misiles programados hacia la habitación de Bulma. Tuve que apresurarme y desviarlos. Cuando descendí aparecieron cerca de 50 hombres armados disparando a diestra y a siniestra en mi dirección. Me apresuré a buscar a Bulma y sacarla, Kiabe me ayudó y como pudimos salimos volando de ahí, ante la atónita mirada de los presentes.
Me sentía a salvo, pero estaba equivocado. Al voltear pude ver a un sujeto siguiéndome, pero éste además volaba como nosotros
«Maldita sea he dado con otro saiyajín.»
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Le pedí a Kiabe que proteja a Bulma, descendimos en las afueras de la ciudad y les pedí a ambos que se alejaran del peligro. Yo mismo me encargaría de poner en su lugar a este maldito insecto. No hubo tiempo para despedidas el otro saiyajin descendió a mí encuentro.
—¿Quien diablos eres? Es evidente que eres un saiyajin, pero jamás te había visto.—Mantuve mi distancia pero estaba intrigado por la respuesta.
—Mi nombre es Son Gohan, no me entrometeré en tus asuntos sino te metes en los míos.
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—No planeo tener problemas con nadie de aquí te lo aseguro, sólo quiero proteger a esa mujer que intentas matar. Es alguien insignificante ¿Porque te empeñas en dañarla?
Su semblante se relajó y respondió: —Por lo que veo tu también caíste en sus encantos, pero déjame decirte algo, no te conviene confiar en ella y darle tu corazón, tarde o temprano te lo romperá.—Se elevó del piso alejándose del lugar. —Por el momento los dejaré en paz, pero la próxima vez pagará lo que me hizo.
—¿Podrías al menos decirme que fue lo que pasó?
—Pregúntale, si tiene ganas te lo dirá. Me retiro, pero en un futuro cercano tu y yo nos enfrentaremos.
—Estaré esperando.
Dicho eso salió volando y se perdió en el cielo. Llamé a Kiabe por mí teléfono y me indicó donde estaban. Cuando llegué Bulma se encontraba llorando, al verme se levantó y me abrazo.
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Está historia se está volvió intensa, veremos qué pasa en el siguiente capítulo, no se lo pierdan.
