19. Ya no quiero ser villano.

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Quería hacer las cosas bien. Tal vez si me alejaba de los problemas, las personas que me importan estén a salvo.
Por lo que decidí hablar con una persona que podría darme un poco de información.

Estaba esperandome en el sitio acordado. Al llegar me preguntó: —¿Que quieres? No es seguro para mí venir aquí. ¿Para que me llamaste?

—Necesito hallar a Kiabe. Ha desaparecido y espero que no tengas que ver con eso.
Me iré de aquí en paz, sólo quiero irme con el mocoso.

—Que seas el Príncipe, no te da derecho a mandar sobre nosotros ¿lo sabes verdad?—Se cruzó de brazos molesto y me dió la espalda. Antes de irse dijo: —No secuestré a tu criado, no es mi estilo, pero sabes quién se dedica a eso.

Di un puñetazo al suelo, dejando un gran hoyo en el piso. —Temía que dijeras eso.

—¿Como van tus cosas con Bulma? ¿Algún día le confesarás la verdad?

—Eso no te incumbe. Es mi mujer ahora y mejor que guardes silencio, ambos tenemos mucho que perder si nos traicionamos entre sí. Y no queremos eso.

—Tienes razón, al fin y al cabo esa mujer será tu ruina. Que bueno que me alejé de ella a tiempo.

—Cada quien elige su adicción. Ella es la mía. Mí perdición.—respondí quedando vulnerable ante mi interlocutor.

—Mejor vete, no sea cosa que ella descubra dónde estás y con quién. Tal vez se desilusione del villano que duerme con ella.

—Aún es muy ingenua, todavía hago muchas cosas a sus espaldas. Pero estoy viendo si continuar siendo un villano o no. Tal vez me retire.

El otro sujeto se cubrió la boca con la mano derecha y dijo de forma burlona:
—¿Santo cielo, quien eres?

—No lo sé.—Reconocí. —Mi mundo está de cabeza, ya no tengo certeza sobre nada.

—Elige tu bando, porque se avecina un desastre sin precedentes y es mejor que sepas a quien vas a tener como aliado. Me retiro no me busques más. Pero te daré un último consejo, no confíes en nadie.—Se alejó de ahí perdiéndose en la oscuridad.

¿A qué se refería con eso? Sólo me acompaña Bulma, ni siquiera tenía a Kiabe conmigo, y estaba seguro que su desaparición era culpa mía. Pensar que Bulma me ocultaba cosas no me dejaba tranquilo.

Al volver, ella me esperaba con mala cara.

—¿Donde estabas? Te llamé cientos de veces y no atendiste el teléfono

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—¿Donde estabas? Te llamé cientos de veces y no atendiste el teléfono.—Reclamó.

—Buscando a Kiabe, ¿dónde más?

Me golpeó con sus puños en el pecho. —No te costaba nada contestar mis llamadas, pensé que también te había pasado algo.— al borde de las lágrimas.

Tomé sus manos para evitar que se haga daño. —No quise involucrarte. Es peligroso y lo sabes. Si algo llega a pasarme debes tomar el dinero e irte lo más lejos posible, no me esperes.

—Aún así debiste avisarme. ¿Cómo sabré si regresarás o si debo huir sola?

—Lo lamento. No volveré a desaparecer sin avisarte. Comamos algo, mañana temprano nos iremos de aquí. No es seguro.

Ella se calmó y aceptó mis disculpas. —Esta bien, será lo mejor. ¿Pero que piensas hacer con Kiabe? ¿Vas a seguir retrasando nuestra huida?

—Voy a buscarlo por algún tiempo más, luego decidiré.

—Como digas.—Respondió Bulma y comenzó a servir la cena que tenía lista.

Esta situación no me agradaba, debíamos irnos los 3 juntos. Cabía la posibilidad de que alguien secuestrara al chico, para vengarse de mí. Pero, ¿porqué nadie me había contactado para hacérmelo saber? ¿Bulma tendrá algo que ver?

Si tuviera al chico conmigo, me ayudaría a pensar pero no está aquí. Me pregunto si se habrá molestado porque elegí a Bulma, antes que nuestros planes de conquista? No. Ese no es su estilo, algo más pasa aquí y la incertidumbre me estaba matando. De algo estaba seguro: Bulma no era de fiar, debía ponerla a prueba para comprobarlo.

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Pasaron 2 semanas más sin noticias de Kiabe. Era obvio que no regresaría. Sin embargo debía saber si mi novia era alguien confiable, y bajo presión todos hablan.
La amaba con locura, pero si descubría que me estaba traicionando, sería capaz de matarla con mis propias manos.

Llevaba unas horas siguiendo a Bulma. Dijo que necesitaba ir a comprar algunas cosas de higiene femenina y quería ir sola.
No tuve problema con eso, ya que debía creer que confiaba en ella.

Al principio fue aburrido seguirla por todas esas tiendas. Opté por mantener distancia y dejarla que ingrese sola a varios sitios. Cuando estaba por regresar a nuestro escondite, tomó un atajo. Y un auto estaba esperándola en ese callejón oscuro.

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Cuántas emociones para un solo capítulo 🤯
Preguntas: ¿con quién creen que hablaba Vegeta?
¿Que le pasa a Bulma con respecto a la desaparición de Kiabe?
¿Creen que ella también está en peligro?
Las leo, gracias por su apoyo nos leemos el viernes ❤️

Vegeta: Un alma incomprendida  Vegebul (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora