Buscabas a tu hermano Reggie. No había ido esa noche a casa y estabas preocupada. Así que decidiste acercarte al instituto un poco más temprano para ver si estaba por ahí. Al acercarte al baño masculino viste desde la puerta a Jugeahd.
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Pero él no se había percatado de tu presencia, por lo que decidiste entrar haciendote la despistada. Era tú única oportunidad, durante el día Betty estaba demasiado cerca de él y tu hermano no permitía que te juntases mucho al moreno. No lo pensaste dos veces.
— Perdona Jugeahd no sabía que estabas aquí.
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— No pasa nada — respondió. — ¿ Qué haces por aquí ? — preguntaste. — No puedo quedarme en mi casa por lo de mi padre. Y Betty me ofreció estar en la suya, pero no me apetece. A mi ella no me gusta y no quiero darle a entender cosas equivocadas. — Entonces, ¿piensas pasarte aquí el resto del curso? — Si no encuentro nada mejor, sí. — Y, ¿qué sería algo mejor para ti?
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— Pues algún sitio con alguien increíble y encantador. Todo el resto me da igual, como si tengo que dormir en el maletero de un coche.
Ocurrió sin premeditación. Te acercaste a él y le besaste, como tantas veces habías imaginado. Pero lo más sorprendente para ti, es que te siguió el beso.
Tras separarse a coger aliento, se escucharon pasos de los alumnos que empezaban a llegar.
