Peter.
El viaje ha sido largo y sobre todo agotador, pero sé que nos falta poco por llegar a mis tierras. Con Lali no hemos evitado hablar y cuando levantamos la tienda yo prefiero quedarme afuera y ella adentro. Ya son tres días que estoy durmiendo afuera de la tienda. No soporto a la idea de estar cerca de ella y saber que me desprecia. Hacerme creer que podríamos llegar a olvidar todo, pero no. Solo fue una jugarreta de ella y volverme a engañar. No me gusta que se burlen de mí, y no voy a permitir que ella lo haga. Aunque Nico ha querido hacerme recapacite de hablar con ella, yo me niego. No quiero ser utilizado nuevamente por ninguna mujer. Ya suficiente de ser burlado por culpa de ellas.
La volteo a ver y ella junto a su hermana están haciendo algo de comer, ya que decidimos descansar, además ya no ha sucedido nada fuera de lo normal, preferí calmarme un poco con eso. Mi hermano está dándole de comer y beber a los animales y yo estoy sacándole filo a mi espada, nunca se sabe lo que podría pasar.
— Aquí está tu comida. — Lali me entrega el plato.
— Gracias. — lo tomo sin verla ni siquiera. No se merece la miré.
— Esto me está cansando. No podemos seguir así, ¡te estoy hablando! Te estás comportando como un niño caprichoso. — ella sigue hablando y yo la ignora mientras me estoy comiendo lo que prepararon. — ¿Puedes aunque sea hablarme? No podemos seguir así. Estamos por llegar a tus tierras y dudo mucho que tu gente no se preocupen que nosotros no nos hablamos. Entiendo que estés molesto, yo también lo estoy, ¿sabes? No es fácil para mí olvidar lo que me hiciste, lo intenté, pero no puedo olvidarlo de la noche a la mañana.
— ¿Ya terminaste? Estoy intentando comer tranquilamente y tus palabras no me dejan hacerlo tranquilo.
— ¡Eres insoportable! — da un pisotón en el suelo como una niña berrinchuda. — Vine de buena para hablar contigo y vos me tratas así. Olvida todo lo que dije, no voy a dirigirte la palabra.
— Bien por ti.
La escucho resoplar y se aleja de mí renegando lo idiota que soy. Últimamente solo eso sabe decirme o también que me odia con todo su ser.
— Te gusta hacerla enojar.
— No lo hago apropósito. — me encojo de hombros.
— Si claro. Te conozco hermano, actúas así cuando crees que tienes que desquitar y más con una mujer.
— Nico, es difícil hablar con Lali, y me cansé. Siempre es lo mismo, intentamos hablar y pum, algo detona y nos decimos de todo. Creo que mejor es no hablar, si no ignorarnos mutuamente, como lo estamos haciendo últimamente.
— No creo que sea bueno. Acuerda que eres el líder de nuestro clan y no sería muy buen visto que el líder y su esposa no se lleven bien.
— Lo sé. — dejó aún lado el plato y hago una mueca. — no quiero que la gente del clan, crea que su líder no sabe como tratar a su esposa. Es difícil, Nico. Difícil llegar actuar con ella. No quiero bajar la guardia nuevamente para que me vuelvan a utilizar. Estoy harto de eso.