Lali.
Tres días han pasado y no hemos sabido nada de Luz. Aunque se ha seguido en su búsqueda, no se ha podido localizar. ¿Cómo es posible que una niña desaparezca tan rápido? No comprendo, ¡es solo una niña! No pudo haber ido a ninguna parte, algo dentro de mi siente que algo malo le pasó.
También me duele ver qué Peter está sufriendo por la desaparición de ella. Peter la quiere como una hija, y él está preocupado de que le haya pasado algo. Quisiera acercarme a él y darle apoyo, pero recuerdo todo lo que me hizo y me hacer dar un paso atrás. Aunque agradezco que Laila no pase rondando el castillo, ya que me enteré que Peter se lo prohibió. Mi hermana no para de decirme que hable con Peter y arregle las cosas entre nosotros. Pero no puedo, no logro darme valor, no quiero salir lastimada nuevamente.
Tampoco he vuelto a ver al hombre misterioso y tampoco ha dado una señal para que nos veamos. Él dijo que iba a mandarme una señal, pero no lo ha hecho, ahora que lo pienso bien. Fui muy descuidada porque pude haber sido atacada y nadie lo hubiera sabido. Lo bueno que no hablé con nadie sobre eso. Lo que si he hecho es mantener mis ojos bien abierto y ver lo que Laila hace.
Salgo de la habitación. Voy a dar un paseo y tal vez eso ayude a qué no esté pensado en cosas malas. Estoy por llegar a las escaleras y veo el cuarto de Luz entre abierto. Voy rápidamente creyendo que puede que sea la pequeña que ha vuelto, pero en vez de ella; al que veo es a Peter que está sentando en la cama con una de los vestidos de la niña. Tiene apretado el vestido y con la mirada perdida.
— Peter..... — digo su nombre y entro al cuarto.
Él levanta la cabeza y me mira atentamente. Sus ojos están lleno de tristeza, pero no llora.
— Por favor quisiera estar solo. — dice tristemente.
— ¿Qué ocurre? — me acerco cuidadosamente hacia él.
— No creo que te importe.....
— Que sabe tú, si no me importa.
— todo esto puede conmigo... Prometí cuidar y proteger a esa niña. La quiero como si fuera mi hija, pero le fallé..... No comprendo que fue lo que ocurrió.
— Yo también la quiero, pero no te culpes por su desaparición. Yo confío que lograremos encontrarla.
— Solo cometo errores. — me siento a la par de él y sin poder evitarlo agarró una de sus manos.
— Somos humanos, Peter. Siempre cometeremos errores.
— Pero yo los cometo una y mil veces. Primero fue en el momento que te dejé por otra, después cuando mi gente fue atacada, te lastimé nuevamente a ti y sigo haciéndolo.
— No creo que....
— Lali algo que si te soy sincero, es que eres importante para mí....
— ¿Entonces por qué estás con Laila? Los vi besándose. — lo veo hacer una mueca. Lo suelto y lo miro con dolor. — es mejor que me vaya. — pero cuando iba a irme, él me toma rápidamente las manos impidiendo que lo haga.