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— ¡Pero que te pasa! — grita alejándome de ella. — ¿va hacer eso siempre cuando discutamos?
— Puede ser. — sonrió.
— ¿Puede ser? ¿Crees que es un juego? Estás queriendo que todos nos casemos rápidamente, acepto casarme contigo, pero no quiero que mis hermanas se casen muy rápido, ella deben conocer con que hombre se van a casar.
— Pueden hacerlo estos días. Hay mucho tiempo.
— No. No hay tiempo porque le acabas de decir a mi padre que todos no casaremos este viernes y yo no estoy de acuerdo.
— Es tu pensamiento. Yo no voy a dar marcha atrás.
— Eres un idiota, un canalla, un.... — la vuelvo a besar. — ¡Basta de callarme así!
— Me gusta callarte de esta forma.
— Es imposible hablar contigo. Cuando quieras tener una conversación sería, búscame, porque así no se puede hablar.
Sonrió cuando la veo salir y me da ganas de decirle que ella hizo una falta al entrar a mi cuarto sola, pero no la voy a seguir molestando.
Entiendo su enojo, pero ella no entiende lo grave del asunto, si Amadeo consigue casarse con una de ellas. Nunca pensé que esto fuera tan difícil, creí que ella iba a estar encantada con casarse conmigo, pero me ha vuelto loco con sus negativa a todo y ya me imagino nuestro matrimonio. Yo diré no, y ella dirá sí.
Lali.
¡Argh! ¡Lanzani idiota! Solo quería tener una charla tranquila con él. Hacerle entender que los hermanas tienen derecho de conocer a los hombres que la harán sus esposas, pero no. Lo único que hace es besarme para callarme.
Tocó mis labios y niego al sentirme extraña. No quiero sentir nada por él, pero no puedo evitarlo. Debo ser fuerte ante la tentación, porque eso es lo que es, una tentación.
Camino hacia el lago y me sorprendo de ver a mi pequeña hermana y Pablo besándose. ¿Cómo pasó eso tan rápido si apenas hoy se conocieron? Ellos sienten mi presencia y mi hermana se aleja rápidamente de él y baja la cabeza avergonzada.
— Hola cuñadita. — arqueo una ceja. — bueno....,yo me retiro ya que sé que van a hablar. Nos vemos luego hermosa. — mi hermana asiente como boba y él da un beso en la mejilla y se aleja de nosotras.
Espero a que se vaya. Cuando quedamos solas, me acerco a ella y la miro sorprendida.
— No me regañes por favor....
— ¡Rochi lo acabas de conocer!
— Ay Lali. Será mi esposo y creo que no tiene nada de malo.
— Pero, pero.... Es que no pensé que fueran tan rápido....
— Me gusta. — se encoge de hombros. — no digo que es amor, pero me gusta y cuando me besó sentí muy bonito. — se sonroja. — de verdad me gustó.
