Capítulo 18. 6-10.

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Peter no volvió en toda la noche

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Peter no volvió en toda la noche. Solo lo pude ver cuándo estábamos por partir. Ni siquiera me miró, y a mí ni me importa. Ayer quise intentar arreglar las cosas y Peter más bien lo arruinó todo. Para él es fácil creer que yo olvidaría todo, pero no es así.

Terminé de ensillar a mi pequeña  y amarré mis cosas. Todavía no me creo que la tenga de nuevo conmigo.

— Hay que irnos.

— Yo iré en Blanca.

— Puedes hacer lo que quieras. — dice bruscamente.

Ruedo mis ojos y me subo en ella. 

— ¿Puedo ir con mi hermana? — Eugenia le pregunta a Nico y él asiente.

Veo como le da un beso en la mejilla y sonrío al ver Nico se pone algo incómodo. Ella sonríe y corre hacia mi y sube sube y me agarra por la cadera. Empezamos nuevamente nuestro rumbo. Yo voy atrás de ellos dos, y veo que están hablando, pero no sé que ya que no se escucha.

— ¿Qué pasa entre Peter y vos?

— Nada.

— Te conozco hermana. Dime qué ocurre entre ustedes dos.

— Ayer quise intentar en arreglar las cosas con él, pero terminamos peleando y nos dijimos muchas cosas hirientes.

— Creí que iban arreglar sus cosas.

— Pues ya ves, no podemos. Nosotros somos de temperamento fuerte y si él me dice algo, yo se lo regreso. Ya no hablemos de Peter, mejor dime qué pasa entre vos y Nico.

— Seguimos igual, pero siento que algo está cambiando entre nosotros. Aunque todavía no pasa nada, ayer hablamos y nos contamos algunas cosas de nosotros y después no quedamos dormidos abrazados. De verdad siento que algo está cambiando.

— Me da gusto por ti. Puede que si sigues así, logres derribar sus muros. Lo poco que Nico y yo hemos hablado, él se ve que es un buen hombre. La verdad Nico se esconde tras esa coraza de hombre que no le importa nada.

— Yo siento lo mismo y también creo que Peter le pasa lo mismo.

— Peter no se esconde detrás de nada. Él es y será un hombre que no le importa hacer daño.

— ¿Se pueden dar prisa?

— Estamos yendo normal.

— Claro. Para ese punto mejor no hubiera comprado ese animal y hubieran seguido viajando con nosotros, gracias a ustedes no estamos atrasando.

Iba a contestarle de la peor manera, pero Eugenia me aprieta y veo para atrás y ella niega. Apresuro el paso y llegó junto a él. Arqueó una ceja para darle entender si está contento.

En silencio seguimos nuestra ruta. Ojalá espero que pronto lleguemos al clan y conocerlo.

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