Título provisional: Milagro Navideño de 1976
Capitulo 9- Parte 3
24 DE DICIEMBRE 1976, CALLEJON DE LA ESTACION DE TREN DE MADRID
POLILLA (con la mirada fijada en Manuel): Sabia que eras un cobarde en el que no se podía confiar.... No sabes las ganas que te tengo....
POLILLA (gritando y apartando la mirada de Manuel): Joaquín! Julián! Id a por la bollera! El resto! Enseñémosle a este niñato lo que significa ser un Flecha.
Amelia echó a correr sin mirar atrás como Manolin le había dicho pero se encontró una parada de taxis vacía y desangelada. Se paro para recuperar el aliento y pensar en qué hacer, la decisión fue inmediata ya que vio a sus perseguidores por lo que echo a correr otra vez.
AMELIA (gritando): SOCORRO! SOCORRO! AYUDAAAAA!!!!
El sereno del barrio acudió a su ayuda al oír los gritos, echó que ahuyentó a los perseguidores de Amelia que escaparon como ratas por la primera calle que se les cruzó.
SERENO: Está bien señorita? Gritaba usted pidiendo auxilio?
AMELIA (respirando con dificultad por la carrera): Si. Si. Gracias. Gracias de verdad. Pero mi amigo, no, mi hermano se ha quedado plantándoles cara para ayudarme a escapar.
SERENO: Como? Quien? Quienes?
AMELIA: Un grupo de hombres me ha rodeado cuando mi hermano pequeño ha aparecido y me ha salvado. Por favor tenemos que salvarlo!!!
Amelia y el sereno volvían corriendo al callejón cuando se encontraron a una pareja de policías. Los cuatro llegaron al callejón para encontrar a cuatro hombres propinando una brutal paliza al joven Gómez, cosa que dejaron de hacer al ver que tenían visita. Salieron corriendo gritando: "España no perdona a los traidores", "Arriba España" y "Larga vida al caudillo".
Amelia corrió donde Manolin.
AMELIA: Manolin! Estas bien cariño?
MANUEL: Amelia, has vuelto! Por qué?
AMELIA: Que tonterías dices hijo, la familia está para ayudarse no?
MANUEL: Familia?
Manuel se puso a llorar abrazado a Amelia.
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MANUEL: No. Ya le he dicho que no los conocía. Y estaba oscuro, no les vi las caras.
POLICIA: Su hermana nos ha dicho que la quisieron atacar cuando usted apareció al rescate. Fue así?
MANUEL: Mi hermana? Pero si mi hermana está
AMELIA: Aquí! Estoy aquí cariño. Estas bien?
Manuel le siguió el juego a Amelia sin saber muy bien por qué esta le estaba ayudando.
MANUEL: Si. Si hermana. Me duelen los golpes pero estoy bien. Nos vamos a casa?
POLICIA: Perdón señor pero todavía no se pueden marchar. Porque está usted aquí?
AMELIA: Pues porque va a ser? Ha venido para buscar a su hermana, o sea yo, para ir juntos a casa a pasar las Navidades en familia, verdad hermanito?
MANUEL: ... Si, si... exactamente eso y si nos disculpa nos están esperando en casa.
POLICIA: Esta usted seguro? No parece muy convencido.
MANUEL: (enfadado)Lo que estoy es cansado. Que se cree que he venido a hacer aquí pues? (ahora ya más pensativo) Si le parece esta no es mi hermana y he venido a apalearla pero me he arrepentido y la he dejado escapar.
Manuel tragó saliva y estaba a punto de confesar cuando Amelia lo miró a los ojos y no permitió que abriera la boca.
AMELIA: Aix... Que imaginación tiene la juventud señor agente.... Podemos irnos ya? Me muero de ganas de ver a la familia al completo.
POLICIA: De acuerdo señorita, tiene usted un hermanito muy valiente sabe? Cualquiera no se hubiera enfrentado solo a cuatro hombres armados con palos y cadenas.
AMELIA: Por supuesto agente, mi hermanito es el más valiente, verdad?
Amelia revolvió los pelos de Manuel con una sonrisa orgullosa en la cara mientras Manuel la miraba con admiración.
MANUEL: Si la conociera haría lo mismo agente. Es la mejor persona que conozca, no exageraría diciéndole que es mi ángel de la guarda...
AMELIA: Exagerado... Entonces podemos tomar un taxi?
POLICIA: Si, si. Aquí hemos terminado pero deberían ir al hospital para que le miren esos golpes.
AMELIA: Tranquilo agente, el hospital nos queda de camino a casa.
POLICIA: De acuerdo, pero no dejen de ir. Feliz Navidad, y no duden en ponerse en contacto con nosotros si recuerdan cualquier detalle.
AMELIA: Muchas gracias agente, muy amable y Feliz Navidad a usted también. Manuel? Saluda al agente...
MANUEL: Qué? Ah sí, sí. Muchas gracias agente, Feliz Navidad.
Amelia cogió a Manuel por la cintura y se dirigían hacia la parada de taxis.
AMELIA: Manolin hijo hay que aprender a interpretar...
Al mismo que Valverde salía de entre las sombras para dejar una maleta roja y hacerle un gesto al policía. Este al ver la maleta...
POLICIA: Señorita!
Amelia se paró en seco frenando a Manuel, pensando que el policía no se había tragado la trola.
POLICIA: Esta maleta roja es suya?
AMELIA: La maleta? Ay si.... Mi maleta.... Con todo el follón se me olvidaba. Gracias.
POLICIA: Con dios.
Amelia y Manuel siguieron hacia la parada de taxis. Cuando desaparecieron de su vista el comisario Valverde salió de entre la sombras y se acerco al policía.
POLICIA: Comisario porque hace esto?
VALVERDE: La paciencia es el arma secreta de los vencedores agente. Y que sea la última vez que tengo que supervisar su trabajo, de no ser por mí la chica se va sin su maleta.
Valverde tiró el cigarro que estaba fumando, lo piso, y se fue caminando con una sonrisa en la boca.
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Amelia y Manuel cogieron un taxi en dirección la plaza de los Frutos. Manuel intentó disculparse por enésima vez pero Amelia lo callo, lo abrazó y lo acurruco a su costado mientras lloraba y le daba las gracias una y otra vez hasta que se quedo dormido gracias a la mano de Amelia revolviendo sus ricitos.
Fin del Capítulo 9-Parte 3
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Milagro Navideño de 1976
General FictionEs una version distinta de la trama Luimelia en la que Amelia no ha escrito ninguna carta a Luisita, si os interesa seguir leyendo