Milagro Navideño de 1976
Capitulo 25
HABITACION 069 DEL HOSPITAL
Después de un buen rato llorando Manolin se tranquilizó un poquito.
MANOLITA: Ya está… Ya está cariño. Tranquilo.
Manolita lo besó en la cabeza mientras dibuaba círculos en su espalda con sus manos.
MANOLIN: Mama siento muchísimo todas las tonterias que ha hecho pero sobre todo lo cruel que he sido contigo.
Manolita trató de mantener la compostura mientras retiraba una lágrima de su mejilla.
MANOLITA: No te preocupes. Hay una edad en la que a los hijos os sobran los padres y yo no he querido darme cuenta de que tu ya habías llegado a esa edad y te he seguido tratando como a un niño. Aunque lo que más lamento es haberte fallado como madre…
Manolita no pudo contener más las lágrimas y empezó a llorar agarrándose el brazo izquierdo. Hecho que no pasó inadvertido. Manolin tomó el brazo izquierdo de su madre y arremangó su camisa viendo el enorme moratón que allí había. Lo besó cuidadosamente y miró a los ojos de su madre.
MANOLIN: Mama no vuelvas a decir eso… Eres la mejor madre del mundo. Has criado a cinco mujeres increibles antes de dar con este mangurrian. Y tambien has amaestrado a papa!
Manolita no pudo reprimir la sonrisita que generó el último comentario.
MANOLITA: No hables así de tu padre!
Manolita se sonó los mocos.
MANOLIN: Por lo menos ha servido para sacarte una sonrisa.
Manolita miró a su hijo y lo abrazó. Lo estrechó entre sus brazos apoyando su barbilla sobre sus ricitos, mirando al techo mientras tomaba una aliviante bocanada de aire.
En aquello el médico entró por la puerta de la habitación.
MEDICO: Perdon, no quería molestar. Solo venía a informarles de que las últimas pruebas han salido muy bien y que puedes marcharte a casa Manuel. Puedes ir preparándote que en un momentito te traigo el alta.
Madre e hijo sonrieron al oir la noticia. Manolita miró a su hijo.
MANOLITA: Vamos a casa hijo?
Volvieron a abrazarse y una vez separados Manolita ayudó a su hijo a salir de la cama.
MANOLITA: Con cuidado hijo.
Manolin miró con admiración a su madre y siguió, sin rechistar, todas sus órdenes.
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CASA DE LA FAMILIA GOMEZ-SANABRIA
Pelayo llegó cuando todavía no se les había ocurrido ningún plan.
Amelia daba vueltar por el salón mientras el resto permanecía sentado rebanándose los sesos para buscar una solución.
AMELIA: Pero por qué a mí? Que le he hecho yo a ese señor? Ya está… No puedo hacer ese reportaje… Tendré que llamar a los de la revista y cancelar el reportaje.
Amelia fue a la entrada para coger su agenda del bolso cuando a Luisita de le ocurrió algo y fue corriendo a pararla cogiendole ambas manos y mirándola a los ojos…
LUISITA: Amelia no! Confias en mi?
Amelia la miró llena de amor y confianza.
AMELIA: Te confiaría mi vida Luisita.
Luisita apretó sus manos y la besó en la mejilla.
LUISITA: Entonces espera porque se me ha ocurrido algo.
Luisita fue directa al teléfono ante la amorosa mirada de Amelia. Marcó un número y…
LUISITA (por teléfono): Mateo? Necesito tu ayuda. Puedes ir a la radio ahora?
Amelia puso cara de aco al oir ese nombre.
AMELIA: Mateo? El me va a salvar???
LUISITA: Perfecto. Ahora te cuento.
Luisita colgó el teléfono y se puso el abrigo.
LUISITA: Confiad en mí, vale? Ahora vengo. Amelia tu ve al hotel y vacía la maleta en busca del material ese, vale?
Luisita lanzó un beso al aire y desapareció por la puerta.
Marcelino se levantó y puso su mano en la cintura de una paralizada Amelia.
MARCELINO: Vamos Amelia que te acompañamos al hotel.
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HABITACION 206 DEL HOTEL GRAN VIA
La habitación tenía ropa repartida por todos lados. Mientras una nerviosísima Amelia esparcía más ropa del montón de ropa que tenía sobre la cama.
PELAYO: Pero has mirado bien hija?
AMELIA: Que si Pelayo, que si! He revuelto toda la ropa y nada, por eso he volcado el interior de la maleta encima de la cama.
Amelia seguía tirando la ropa por encima de su cabeza mientras Marcelino examinaba la maleta.
MARCELINO: Amelia? Esta maleta tuya tiene algún doble fondo? Porque la verdad es que yo no veo na.
AMELIA: Y yo que se Marcelino! No se…
La ropa de Amelia seguía volando por lo aires cuando tocaron la puerta.
TOK, TOK, TOK
Los tres ocupantes de la habitación pararon en seco e intercambiaron miradas.
TOK, TOK, TOK, TOK
MARCELINO: Serán ello?
TOK, TOK, TOK, TOK, TOK
AMELIA: Marce… Id al baño por favor.
Amelia miró suplicante a Marcelino quien cogió a su padre del brazo y se metieron al baño.
Amelia tomó aliento, se recolocó la ropa y sacudió su cuerpo para sacar sus nervios como hacia antes de salir al escenario. Abrió la puerta quedándose perpleja con lo que encontró al otro lado de ella.
Fin del Capítulo 25
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Milagro Navideño de 1976
General FictionEs una version distinta de la trama Luimelia en la que Amelia no ha escrito ninguna carta a Luisita, si os interesa seguir leyendo