Milagro Navideño de 1976
Capitulo 39MEDIODIA DEL 29 DE DICIEMBRE DE 1976, HABITACION 206 HOTEL GRAN VIA
LUISITA: Buffff… Creo que si sigo comiendo voy a reventar…. Cariño vas a conseguir que me ponga echa una vaca.
AMELIA (riendo): No te preocupes amor que seguirás siendo mi vaquita preferida.
Luisita le tiró el trozo de magdalena que no pudo terminar en modo de protesta a lo que Amelia contesto con una carcajada. Lusita, haciéndole creer a Amelia que estaba molesta, cruzó sus brazos poniendo morritos. Amelia no podía evitar seguir riéndose pero se levantó para ponerse detrás de Luisita abrazándola.
AMELIA: No te enfades tonta! Seguiría queriéndote igual estuvieses como estuvieses. Pero si quieres hacer desaparecer esos supuestos kilitos estaría encantadisisisima de ayudarte con esa tarea.
Luisita entendió las intenciones detrás de aquellas palabras. Girándose en la silla después de que Amelia soltara su abrazo, la miró a los ojos con ojos inquisitivos a lo que la morena contestó levantando un ceja sonriendo. Luisita decidió seguir el jueguecito iniciado por la morena. Se levantó y pasó caminando al lado de Amelia, se paró a un paso de distancia y levantó ambos brazos como estirándose dejando caer su toalla al suelo.
LUISITA: Ups… Que mala pata.
Luisita siguió su camino hacia el armario con un movimiento excesivo de caderas, destino que no alcanzó al ser avasallada por una excitadísima Amelia que la tomó por la muñeca haciéndola girar. En cuanto la tuvo frente a ella la agarro por la melena acercándosela para besarla al mismo tiempo que estrujaba bien su nalga izquierda acercando sus cuerpos. Luisita agarró un mechón rizado con su mano izquierda tirando de el para romper el beso, limpiarse los labios con su otra mano y acercar su boca al oído de Amelia.
LUISITA: Esta vaquita es mucha vaquita, no se si podrás hacerte cargo de ella.
En un arrebato Amelia agarró poderosamente las dos nalgas del trasero de la rubia para levantarla en el aire y atacar uno de sus pechos con la boca. Luisita rodeo la cintura de la morena con sus largas piernas y su cuello con los brazos para evitar caerse para atrás por el ímpetu de Amelia.
Amelia se acerco a los pies de la cama, soltó una nalga para liberar su cintura de las piernas y una vez lo hubo conseguido lanzó a Luisita a la cama con todas sus fuerzas. Luisita aterrizo en mitad de la cama y se incorporó encontrándose a Amelia enfrente cual felino a cuatro patas acercándose con ojos hambrientos. Luisita retrocedió hasta toparse con el cabecero seguida de una gatuna Amelia. Pero lejos de atacar su boca o su cuerpo se acercó al oído de la rubia.
AMELIA: Cette panthère vous dévorera de tout cœur. Laissez-vous aller [Esta pantera te va a devorar enterita. Déjate llevar].
LUISITA: Madre mía Amelia no se que querrá decir eso pero como me gusta que me digas marranadas en gabacho….
Luisita se mordió el labio alcanzando con las manos el cinturón del albornoz de Amelia para soltarlo. Amelia puso una rodilla a cada lado del muslo izquierdo de Luisita utilizando el recién quitado cinturón para atarle la muñeca izquierda al cabecero. Mientras lo hacía Luisita se lanzó al pecho izquierdo de Amelia quien dejo salir un gutural gemido de su boca. Amelia quiso recuperar su dominio apartando la boca de la rubia de su erecto pezón, tomando su mano para apoyarla sobre el cabecero a la altura de la que acababa de atar. Luisita demostró una total sumisión apoyando su cabeza en el cabecero cuando Amelia empezó a deslizarse para delante y para detrás frotando su entrepierna en el muslo de la rubia.
AMELIA: Cariño sé buena y quédate aquí quietecita.
Luisita y Amelia mantuvieron la mirada mientras que esta última abría la puerta del armario tapándose con ella.
AMELIA: Cher public avec vous tous venant du Moulin Rouge, la seule et sans pareille Amelia Ledesma!!! [Estimable público con todos ustedes recién llegada del Moulin Rouge la única e inigualable Amelia Ledesma!!!]
Amelia salió de detrás de la puerta del armario en completo modo vedette. Cogió una silla arrastrándola hasta los pies de la cama, levantó su pierna pasándola por delante del respaldo. Se puso de espaldas a Luisita, abrió su albornoz bajándolo levemente dejando sus hombros a la vista mientras contoneaba sus caderas al son de la música que tarareaba. Volvió a cerrarse el albornoz cruzándoselo antes de volver a girarse. Dio la vuelta a la silla sentándose en ella con una pierna a cada lado. Agarró el albornoz con una mano volviendo a mostrar sus hombros. Se agarró con la otra mano al respaldo inclinándose levemente hacia atrás para ponerse de pie de un salto, permaneciendo inclinada hacia delante mostrando su escote a la boquiabierta rubia de la cama. Volteó de nuevo la silla apoyando sobre esta el pie derecho, se agacho para retirar lentamente el albornoz para arriba contoneando las caderas. Cuando llegó a la ingle dejo caer la tela poniendo cara de sorpresa moviendo los dedos cerca de su cara. Rodeó la silla repitiendo el movimiento de los dedos pero esta vez poniendo sus manos encima de su trasero. Retiró la silla arrastrándola hasta donde la había cogido caminando después sensualmente hacia los pies de la cama, se volteo y volvió a abrirse el albornoz para bajarlo, esta vez hasta su cintura liberando sus brazos de el. Lo volvió a subir poniéndoselo como una capa. Giró su cabeza para mirar a Luisita por encima del hombro. Abrió el albornoz dándose la vuelta tapándose de los ojos de la rubia con el. Levantó los brazos por encima de cabeza levantando la cabeza con ellos para dejar caer el albornoz que la apartaba de su amada cerrando los ojos a la vez que terminaba de tararear la música.
Pasados unos segundos sin escuchar nada que hubiera salido de la boca de Luisita Amelia abandonó su pose vedettesca para contemplar a una excitadísisisima Luisita que la comía con la mirada.
RING, RING, RING (sonó el teléfono)
Sin apartar la mirada de Amelia Luisita descolgó el teléfono para ponerlo en su oreja.
LUISITA: Ocupado. No molesten.
Luisita colgó el teléfono ante una atónita Amelia.
LUISITA: Como no este en esta cama en menos de lo que canta un gallo no va a haber cinturón que me mantenga aquí sentada.
Amelia se lanzó a la cama antes de que Luisita acabara de hablar y fue directa a besarla. Las dos estaban calentísimas, Amelia sabia que Luisita necesitaba liberarse por lo que no tardo en zambullirse en los cálidos fluidos de la vagina de Luisita. Tanteó la zona con la punta de su lengua antes de penetrar a su amada con su lengua. Luisita gemia sin poder contenerse sujetando la cabeza de Amelia.
RING,RING, RING (sonó el teléfono)
Luisita, desesperada por llegar al clímax soltó la cabeza de Amelia para tirar de un manotazo el teléfono al suelo. Amelia levanto la cabeza para ver lo que pasaba.
LUISITA: No, no, no, no.
Luisita agarró con firmeza los rizos de Amelia devolviéndola a su tarea. Cosa que hizo con gusto. Luisita estaba apuntito de caramelo por lo que Amelia se dejó de tonterías y fue directa al prominente clítoris. El solo contacto de su lengua hizo que Luisita se retorciera de placer arqueando su espalda por lo que no hicieron falta más que un par de lametones de la experta lengua y otro par de succiones para hacer que Luisita gritara de placer.
LUISITA: Dioooooooossssssssssss
Ver así a Luisita hizo alcanzar también el clímax a Amelia que apoyó si cabeza sobre el muslo húmedo de Luisita que seguía temblando de placer por los lametones de Amelia para limpiar la zona. Una vez satisfecha recorrió con besos su camino hacia la boca de Luisita.
AMELIA: Este ha sido de los gordos, cariño has inundado mi boca.
Luisita permanecía como ida, intentándose recuperar del mayor y más intenso orgasmo que había tenido en su vida. Amelia la miro orgullosa de su trabajo, soltó la muñeca izquierda de Luisita del cabecero y se abrazó a ella recuperando su aliento a la espera de que Luisita reaccionara.Fin del Capítulo 39
Nota: No se si era exactamente así pero he intentado describir el baile de Amelia basandome en una de sus actaciones en el Kings la temporada pasada.
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Milagro Navideño de 1976
General FictionEs una version distinta de la trama Luimelia en la que Amelia no ha escrito ninguna carta a Luisita, si os interesa seguir leyendo