Milagro Navideño de 1976

Capitulo 15

Milagro Navideño de 1976
Capitulo 15
25 DE DICIEMBRE 1976, CASA DE LA FAMILIA GÓMEZ-SANABRIA

Luisita miraba fijamente a Amelia sin pestañear. Amelia y Pelayo la miraron al ver que no reaccionaba, se miraron entre sí y se encogieron de hombros.
AMELIA: Pelayo, es esto normal?
PELAYO: No se hija, creo que nunca he visto tan callada a mi nieta.
De repente Luisita reaccionó. Dejó la taza de café en la mesa. Levanto la maleta y la dejo en una esquina. Se volvió a tapar los ojos con la bolsa de hielos y se alejó por el pasillo sin siquiera abrir la boca.
Pelayo y Amelia no entendían nada, y no sabían que hacer. Oyeron abrirse y cerrarse una puerta seguidos de unos pasos que se acercaban.
La cabeza de Luisita asomó por el marco de la puerta, se apartó la bolsa de los ojos y tal cual apareció, desapareció.
Amelia y Pelayo se miraron. Oyeron unos pasos que se alejaban, una puerta que se abría, una puerta que se cerraba y…
LUISITA (gritando): AAAAAAAAA!!!!!!!!!!
En casa de os Gómez-Sanabria se volvieron a oír una puerta que se abría, una puerta que se cerraba y esta vez unos pasos que se acercaban. Antes de que Luisita apareciera en el salón familiar.
Luisita dejó la bolsa de hielos en la mesa, cogió la taza de café y le dio u sorbo. Volvió a dejarla en la mesa. Se recolocó la bata y el pelo. Respiró hondo con los ojos cerrados y los abrió.
Luisita se acercó a na paralizada Amelia, le dio un tímido abrazo y dos besos. Se quedó de pie en frente de ella gesticulando cual azafata de vuelo mientras hablaba de forma apresurada.
LUISITA: Amelia, cuanto tiempo? Dame un abrazo y dos besos no? Perdona mi apariencia pero anoche salí con unos amigos y una cosa llevó a la otra, ya sabes como van esta cosas… que te voy a contar a ti que debes vivir de fiesta en fiesta con tus amigos artistas verdad?
Luisita de metió los pelos detrás de la oreja y miró el reloj.
LUISITA: Oiiii que tarde es… ya me disculparas pero ya no son horas de andar en pijama. Me ducho, me visto y luego nos vemos vale? Dame dos besos.
Luisita dio dos besos a una aún inmóvil Amelia.
LUISITA: Abuelo me ayuda a… me ayuda a… que no encuentro el…
A Luisita no se le ocurría nada por lo que cogió la mano de su abuelo y se lo levo a rastras hacia el pasillo.
Amelia no daba crédito a lo que acababa de vivir. Sonrió, recogió su pelo detrás de las orejas y cruzó los dedos de ambas manos en señal de espera.
LUISITA (gritando desde el pasillo): Que ayer pasó que? Pero abuelo como no me ha frenado! No ve que he quedado como una absoluta embustera!
PELAYO: Charrita no te preocupes, ella ya sabe como eres, te conoce… que habeis vivido juntas…
Hubo un silencio en el que Amelia imaginó a una Luisita desquiciada haciendo aspavientos.
PELAYO: Tranquilízate mujer… Hagamos una cosa… vete a la ducha y vístete. Despacho a Amelia con un poco de mano izquierda y te cuento todo con pelos y señales. Venga charrita… camino a la ducha ipso facto, jop, jop…
Amelia rio al oír como terminó aquella conversación.
Pelayo volvió al salón pero se quedó en el marco de la puerta, levantó el brazo y lo apoyó en el marco.
PELAYO: Pfff… esta nieta mía es todo un torbellino
AMELIA: Jajajaja Pelayo, ya veo que las cosas no han cambiado tanto. No se lo diga a ellos pero… Marce, Luisita y Manolin se parecen más de lo que parecen, jajajajaj
PELAYO: Chssss…. Calla hija calla, haber si te va a oír, jajajaja. Pero una cosa te voy a decir… lo del gritito al estilo Marce es nuevo, Luisita no lo había echo nunca…
Amelia y Pelayo rieron al unísono pero pasado un ratito se miraron a los ojos y las risas cesaron.
AMELIA: Pelayo? Manolin estará bien?
Pelayo respiró. Profundamente antes de contestar y abrazar con una mano a Amelia antes de besar su cabeza.
PELAYO: Eso espero hija, eso espero.

Fin del Capítulo 15